Talia observaba los cambios en la expresión de Cassie. Sorpresa, realización, derrota. De alguna manera, le recordó las emociones por las que pasó cuando Cassie la acusó de robar comida en la cocina de la manada de los Aulladores Oscuros.
Cassie estaba lejos de la imagen de la mujer pomposa que entraba contoneándose a la casa de la manada mientras gritaba, '¡Damon, bebé!' a todo pulmón justo después de regañar a los Omegas por no manejar su preciado equipaje con el cuidado adecuado.
Cassie miraba la revista WW. Claro, publicaron cómo se escapó de casa, y de alguna manera, lo hizo. Pero Cassie estaba segura de que su padre contendría esa información. ¿Estaban Damon y Talia detrás de ese artículo? No importaba.