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Mientras estaban en el bosque, más temprano esa mañana, Cornelia había mostrado a James algunos trucos y él vio la luz plateada saliendo de sus dedos que le recordaban historias sobre los miembros de la Manada de Guardianes de la Medianoche. Él pensó que eran mentiras o disparates de alguien borracho, pero después de conocer a Cornelia, James se dio cuenta de que esas historias probablemente eran ciertas, aunque tal vez fueran exageraciones.
—Marcy habló de brujas —dijo James—. Sin embargo, ¿y si no fueran brujas sino personas que tienen otras habilidades? Todos hemos oído rumores de que los miembros de la Manada de Guardianes de la Medianoche tienen poderes místicos.
—Esos no son rumores —dijo Talia y levantó su brazo frente a ella.
Todos terminaron mirando su palma que brillaba con luz plateada.
—Yo soy de la Manada de Guardianes de la Medianoche —dijo Talia, disipando el último vestigio de dudas de las personas que la miraban boquiabiertas.
