"Nota del autor: Ve la foto de Cassie en los comentarios.
Cassie entró en su habitación (también conocida como el dormitorio de invitados en el segundo piso donde usualmente se queda cuando visita a la Manada de Aulladores Oscuros), y caminó de un lado a otro mordiéndose las uñas.
Entendió perfectamente que Damon la quería fuera de aquí. Pero, ¿cómo podía irse? ¡Acaba de llegar!
Damon nunca estuvo entusiasmado de verla, pero ella siempre jugó perfectamente su papel de cabeza hueca. Ignoraba su mal humor y aceptaba cualquier afecto, y él nunca le dijo que se fuera. ¿Qué cambió?
Cassie sacó su teléfono y llamó a su padre.
—Hola, calabaza...— Su padre dijo con una voz cantarina que no parecía pertenecer a un Alfa Richard de la Manada de Mordedura de Acero tan feroz.
—Hola, papá... — Habló Cassie con una voz quejumbrosa que le indicaba a él que algo no iba bien.
—¿Qué pasó?
—Damon me dijo que me largara.
Él resopló. —¿Qué hiciste?