"Nota del autor:
—Por favor, apoye al autor leyendo esta novela desde la fuente original.
—Talia se dispuso a tomar nuevamente la mano de Damon —y la misma chispa le hormigueó los dedos.
—La primera vez le sorprendió —pero ahora no se apartó de golpe, y el contacto duró un segundo antes de que retirara su mano y la observara.
—No había cambios visibles en su piel.
—¿Era electricidad estática? ¿Era debido a los medicamentos que recibió? ¿O tal vez ese golpe en la cabeza reconfiguró su cerebro?
—Cualquiera que fuera, Talia quería sentirlo de nuevo.
—Sujetó la mano de Damon y cerró los ojos —mientras las deliciosas chispas viajaban por su brazo y se filtraban en su cuerpo, haciéndola sentir viva.
—Era adictivo.
—Sin saber cómo ni cuándo, Talia trepó a la cama de Damon, a su derecha, y se deslizó bajo la delgada cubierta que ocultaba su cuerpo desde la cintura hacia abajo.