—Estaremos esperando tu llamada entonces, y no te olvides de cumplir tu promesa —instruyó Elvis antes de terminar la llamada.
—¿Estás seguro de que papá está bien, hermano? —Eleanor no pudo evitar sentir que algo estaba mal.
—¿Qué podría salir mal con él? Debería estar bien, supongo. Probablemente está ocupado con el trabajo. Pero estoy seguro de que nos llamará cuando esté menos ocupado.
—¿De verdad?
—Por supuesto —aseguró él—. No quería que su hermana se ocupara del asunto por mucho tiempo, si no, lo siguiente que podría venir a su mente era si su padre no los ama lo suficiente y los ha abandonado tan pronto.
—¿Qué hacemos ahora, hermano?
—Esperar.
—¿Qué dijiste?
—Quiero decir que todo lo que debemos hacer ahora es esperar a que papá nos llame —explicó Elvis—. «Y rezar para que ese hombre recuerde informar a papá que llamamos» —añadió en voz baja.