Elvis salió de sus pensamientos y miró fijamente a su madre.
—¿Qué dijiste mamá?
—Ustedes necesitan regresar a clase, para no perderse tanto, puedo ver a su maestra en la puerta, supongo que está esperando por ustedes —dijo Kathleen mientras los atraía hacia ella para darles un abrazo.
—Adiós, mamá —corearon los niños.
—Te veremos en casa, mamá —agregó Elvis cuando estaban saliendo con la Señorita Richards, su maestra de clase.
—Definitivamente —Kathleen sonrió mientras los veía hasta que sus dos pequeñas espaldas desaparecieron de la vista.
—Muchas gracias, Señora, por permitirme verlos con tan poco aviso —Kathleen dijo a la directora.
—Está bien. Entiendo su deseo de verlos después de haber estado fuera por unos días —dijo la directora con una sonrisa—. Fue una agradable sorpresa para los niños debo decir y muestra su preocupación como una madre amorosa.