—¡Sara! — dije, dando casi un grito y apartándome de un salto de Ariel.
—Rúdeus, ¿cómo estás? ¿Qué haces aquí? ¿Quién es ella?… Un momento, yo te conozco — dijo Sara, que de pronto abrió mucho los ojos.—Su Majestad — dijo Sara, callendo de rodillas. —¡Perdón, por mi comportamiento Alteza! No me había dado cuenta.
—Shiiii, por favor, Lady Sara, silencio y ponte de pie. Estoy aquí de incógnito — dijo Ariel, poniéndose su anillo y volviendo a tomar la apariencia de Kleene.
—¿Qué hacen aquí? ¿Qué estabas haciendo besando a la reina Rúdeus ? — me preguntó Sara.
—Yo no la estaba besando — dije.
—Claro que sí. Al principio no te reconocí por tu pelo blanco, pero me di cuenta de que eras tú cuando se separaron para mirarse a los ojos, Rúdeus.
—Eso no es de su incumbencia lady Sara y no estábamos besándonos y agradecería que cerrará la boca —le dijo Ariel poniéndola pálida a Sara del susto.
—Lo siento majestad no quise ofender la ni insinuar nada, —dijo Sara cayendo de rodillas.
—No la besaba. Yo estaba, este, viendo una espina que tenía en el cuello. Era de trend de espino negro, —le dije a Sara .
—¿Y eso qué es ?
—Qué mala memoria y así te dices aventurera . ¿No recuerdas que es venenoso? Y solo la saliva de un humano cura el veneno. No la estaba besando, le estaba eeeh, lamiendo el cuello.
Rudy para— me susurro Ariel al oído, —el que explica se complica.
—No recuerdo haber escuchado de eso, ni que existan de esos trends aquí, —dijo Sara .
—Sí, lo que pasa es que fue hace unos días, y recién ella me dijo que le dolía. El veneno no hace efecto tan rápido.
—Claro — me dijo Sara, dándome una mirada llena de sospecha y de que no me creía un carajo, pero no siguió, después de todo Ariel es la reina .
—Jajaja, es bueno verte, Rúdeus. ¿Qué hacen por aquí con su Majestad?.
—De hecho, esta es mi tierra natal, y veníamos a bautizar a mi ahijado según la tradición Asurana,—le dije.
—¿Tu ahijado?
—Sí, Rudy es el padrino de mi hijo, el príncipe Edward — le dijo Ariel.
—Oh, ya veo, ahijado — me dijo Sara, dándome una mirada de que no creía que fuera solo mi ahijado.
—Bueno, fue un gusto verla, Majestad. Rúdeus, no los molestare más — dijo Sara.
—Espera, ¿qué haces aquí? La última vez en Hammerpolka, abandonaste las aventuras. ¿Qué pasó contigo?, le pregunté.
—umm, bueno, regresé a Asúra, y un aventurero me dijo que estaban reconstruyendo Roa y que darían títulos de propiedad a un bajo costo, siempre y cuando trabajemos en la reconstrucción. Así que estoy trabajando aquí, y pronto tendré una gran casa en el nuevo distrito comercial, de hecho ya me asignaron el lugar donde estará, será de 2 pisos . Pienso hacer del primer piso un restaurante, me dijo con una sonrisa.
—Vaya, eso es genial, Sara. — le dije, muy feliz por ella.
—¿Dónde se están hospedando, si puedo preguntar ?
—En la gran posada al este — le dije. — De hecho, vamos para allá.
—Qué coincidencia. Yo me estoy hospedando un poco más allá, y estoy saliendo de mi turno, de hecho serán mis días libres . Puedo acompañarlos, Su Majestad — le dijo a Ariel.
—Bien, pero no me llames Su Majestad. Estoy de incógnito. ¿Recuerdas?
—Claro, mejestad — dijo Sara haciendo una reverencia , luego me miro y me dio una linda sonrisa. —¿Vinieron solos?
—No, de hecho vine con toda mi familia, los guardias de Ariel, mi hermana y un demente.
—¿Un demente? ¿Es el Dios Dragón del que me hablaste, Rúdeus ?
—No, Orsted no es un demente, es un buen sujeto que oculta su amabilidad bajo un velo de hostilidad , el demente es Kalman III.
—¿Estás con el Dios del Norte? — dijo emocionada, —así que lo encontraste, y ¿son amigos?
—No, es un lunático, pero Orsted lo reclutó en nuestro ejército — dije.
—Ya veo. Oye, y tus espadas, solo tienes esa pequeña.
—Las perdí en una batalla hace unos Meses.
—¿En serio? Pero eres emperador del Norte. ¿Quién pudo destruir tus espadas?
—Fue un tipo con las facultades mentales alteradas , y otro sujeto que se creía un sabio, pero le gane — le dije.
—Ya veo, debieron ser muy fuertes para destruir tus espadas, y ¿encontraste a esa cara de mono que buscabas?
—Si, esta muerto, de hecho mi padre lo mató en esa batalla , y ganamos la guerra por cierto.
— Vaya me gustaría que le contaras sobre ello, siempre y cuando su majestad lo permita,— dijo Sara.
—¿Ella es de confianza Rudy? —, preguntó Ariel.
—Sara, es de confianza Alteza, es mi amiga — le dije.
—Bien, lo autorizo, no hay problema, —le dijo Ariel.
—Oye, Rudy, si no recuerdo mal, Silphy me contó que Lady Sara y tú fueron novios cuando eran aventureros, o me equivoco? — me dijo Ariel con una sonrisa pícara.
—¿Qué? No, no fuimos novios, solo éramos unos niños que no sabían del mundo aún — dije, sonriendo.
—Si, aunque casi lo fuimos, éste tonto aun no podía olvidar a Eris, y no funcionaba —le dijo Sara a Ariel.
—Muy graciosa, —le dije.
—Silphy me contó que te dijo que tomaras a Lady Sara como esposa después de la misión en el santuario de Ranoa , y tú te negaste, Rúdeus. ¿Es eso cierto? — me dijo Ariel.
—Eeeeh, bueno, sí. Pero ya no nos amábamos con Sara en ese tiempo, y no creo que a ti te hubiese gustado casarte conmigo con dos esposas — le dije a Sara.
—Claro — me respondió ella con una mueca de sonrisa mirando al piso.
Además, estoy seguro de que Silphy hubiese tratado de llevarla a su cama, pensé.
Cuando llegábamos afuera a la posada, estaban todas mis esposas y mis hijos en el Comedor, además de Ghislaine y toda la. Comitiva . Podía ver cómo Nana, Silphy, Aisha, Isolte y las chicas le acariciaban las panzas a Eris y Roxy, mietra los chicos estaban más allá esperando el Almuerzo.
—Esas son tus esposas, ¿no? Rúdeus — me dijo Sara.
—Sí, así es. De hecho, acabo de enterarme de que Eris y Roxy están embarazadas — le dije.
—Ya veo, felicitaciones — dijo Sara con algo de tristeza.
—Papi — dijo de pronto Lucy que me vio y vino corriendo hacia mí saltando en mis brazos. —Mami roja y mami azul dicen que tendré dos hermanitos. ¡Estoy muy feliz, papi!.
—Yo también, mi amor — le dije a Lucy mientras la abrazaba.
—¿Ella es tu hija? — me dijo Sara.
—Sí, déjame presentarte. Ella es Lucy Greyrat. Lucy, hija, ella es Sara, una amiga de papi.
—¿Ella será mami nueva?
—¿¡Qué! ? No, hija, deja de decirle eso a cada amiga que te presento, jeje jeje. Es solo una amiga, así como la tía Faria o la tía Rinia. No es mamá nueva — le dije.
—Mucho gusto — le dijo Lucy a una Sara que la miraba con tiernos ojos.
—Mucho gusto Lucy. Eres muy linda me gustan tus orejitas,— le dijo Sara.
—En ese momento, Silphy y Nana me vieron y corrieron hacia mí.
—Rudy, no puedo creerlo. Roxy y Eris quedaron embarazadas al mismo tiempo. Tendremos dos nuevos bebés en la familia — me dijo contenta.
—Sí, así nos enteramos — le dije sonriendo. — ¿Estás bien, Nana?
—Sí, estoy feliz, amor. De hecho, lo único por lo que no me congele fue por los niños… bueno, por ustedes también, pero quería ver a los niños crecer — me dijo abrazándome con lágrimas en los ojos. Sé que ella nunca lo dirá, pero le da mucha pena no poder ser madre. Por eso la abracé y le besé su cabello.
—Majestad, ¿ vas a anunciarlo? — le dije.
—Sí, bueno, de hecho ya lo sabía, Rudy. Solo lo ocultaba porque sabía que habrías suspendido el viaje — dijo Ariel.
—¿Qué cosa? — preguntó Silphy con curiosidad.
—Estoy embarazada, Silphy. Tengo poco más de un mes de embarazo.
—Un mes — dijo Silphy, mirándose con Nana y sacando cuentas con sus dedos.
—Oh, felicitaciones — dijo Silphy abrazándola.
—Jejeje, gracias, Silphy. Pero ¿por qué estabas sacando cuentas? — le dijo Ariel.
—Por nada, Majestad. Jejejeje.
En ese momento, llegaron Eris y Roxy, quienes me abrazaron. Nos dimos un lindo abrazo grupal con mis esposas, mientras Sara nos miraba confundida.
Finalmente, llegó Aisha con Lara en brazos.
—Felicidades, hermano. Estoy muy feliz por ti.
—Gracias, Aisha. Y gracias por estar conmigo todos estos años ayudándome con mi familia.
—No debes agradecerme — dijo, sonriendo, mirando hacia donde estaban los chicos sentados. Seguramente, la pobresita tiene hambre.
Le pasé Lucy a Nana y tomé a Lara en brazos.
—Vas a tener dos hermanitas o hermanitos, mi amor — le dije.
Ella solo asintió con la cabeza.
—Deberás cuidarlas mucho, Lara.
—No te preocupes, papi. Nacerán bien — me dijo, dándome un abracito.
—Ella también es tu hija, Rúdeus? — preguntó Sara.
—Sí, disculpa. Déjame presentarte a Lara Greyrat. Lara, ella es Sara, una amiga de papi cuando era aventurero.
—Vaya que linda es, Me gusta tu pelo azul, le dijo Sara sonriéndole.
—A ti te gusta mi papi — le dijo Lara, sonriendo.
—¿Qué? No, solo somos amigos — dijo Sara, sonrojada.
—A la reina también le gusta papi — repitió Lara.
—Cof, cof, Aisha, lleva a Lara a la mesa y dale algo para que coma, por favor — le dije.
—Jajajaja, claro, hermano. Mucho gusto, señorita Sara, Me llamo Aisha Greyrat, soy la hermana de Rudy. Espero que podamos hablar de cuando mi hermano era aventurero.
—Claro — le dijo Sara.
Cuando miré a mis esposas. Eris y Nana estaban con las mejillas infladas.
—¿No nos vas a presentar, Rudy? — me dijo Nana.
—Bueno, chicas ¿ustedes recuerdan a Sara?.
—Oh, claro — dijo Silphy. — ¿Cómo estás? — mientras Roxy le sonreía y la saludaba.
—Muy bien — dijo Sara.
—Recuerdas a Eris, ¿cierto?
—Claro, ¿cómo olvidarla? — dijo Sara de forma no muy amistosa, y Eris solo levantó la barbilla en forma de saludo.
—Y ella es Nanahoshi Greyrat, mi esposa. Nana, ella es Sara, somos amigos desde la época en que era aventurero — le dije.
—¿Ella es Sara? ¿De qué me hablaste, Rudy? — me dijo Nana.
—¿Qué te dijo de mí? — preguntó Sara, muy nerviosa.
—Oh, nada malo — dijo Nana con una sonrisa. — Dijo que fueron aventureros y él se portó mal contigo, pero que eres una buena amiga. —De hecho, de mis esposas, la única que no le agrada es Eris, y creo que el sentimiento es mutuo.
—Mucho gusto, me gusta tu pelo negro, eres muy bonita, —(no es la primera vez que le dicen eso a Nana, de hecho ella llama mucho la atención, por eso usaba máscara y no son solo hombres varias mujeres la miran de manera lesbo curiosa por así decirlo), — le dijo Sara , nerviosa, y fijándose en Siegh, el que estaba en brazos de Nana y Ars que estaba en brazos de Eris.
—¿Y ellos son tus hijos también?, preguntó Sara.
—Sí, él es Sieghart Saladin Greyrat, mi hijo menor, Bueno, hasta dentro de 9 meses jejeje .
—Es muy lindo. Me gusta su pelo verde — dijo Sara, tratando de tocarle la cara mientras Siegh le iba a agarrar el dedo.
—¡Nooo, Sara! ¡No lo toques! — grité.
—Hay, me asustas. ¿Por qué no? —Dijo retirando su dedo asustada.
—Ese niño tiene un aura de batalla muy grande. Te rompería el dedo rubia — dijo de pronto Alek, que pasaba por nuestro lado con Aisha y Ghislaine.
—¿Eso es verdad? — preguntó Sara.
—Sí. Me ha roto el dedo un par de veces. Y a Rudy y Roxy también Jejeje — le dijo Silphy.
—Vaya, bueno no me sorprende ustedes son muy fuertes, ¿y él quién es? — dijo, mirando a Ars con una sonrisa , Ars también la miraba sonriente y estiraba sus brazos hacia Sara.
—Él es Ars. Ya tiene casi 3 años. Vamos, saluda a Sara, Ars — le dije.
—Hola, soy Ars — dijo, estirando los brazos hacia Sara tratándose escapar de los brazos de Eris.
—Puedo sostenerlo,— pregunto Sara.
—Claro — le dijo Eris, pasándoselo, y mi hijo, como siempre, se fue derechito a sobajearle las tetas a Sara y puso su cabeza entre ellas con una gran sonrisa.
—Vaya, Se nota que es tu hijo Rúdeus — dijo Sara, provocando que mis esposas inflaran las mejillas y me miraran mientras gruñian.
—¿Qué demonios significa eso? — dijo Eris.
—Nada tranquila , solo digo que se parece mucho a su papá — dijo Sara sonriéndome.
—Veo que están muy ocupados Majestad . Tal vez me cuentes de esa batalla en otra oportunidad Rúdeus — dijo Sara.
—No lo creo. Partiremos mañana al amanecer — le dije.
—Oh, ya veo. Supongo que es el adiós, Rúdeus. Fue lindo conocer a tus hijos y si te veo nuevamente, me contaras de esa batalla, —dijo Sara retirandose .
—Espere, Lady Sara — le dijo Ariel. — Esta noche cenaremos aquí de manera íntima . Venga y cene con nosotros yo la invito. También me gustaría saber del tiempo de aventurero de Rudy y que le contará de ese tiempo.
—En serio, me encantaría, Majestad — dijo Sara con una sonrisa. — Además, me gustaría conocer al Dios del Norte y saber cómo derrotaste al cara de mono, Rúdeus.
—De hecho, Kalman acaba de salir con mi hermana y mi maestra. Era el chico de pelo negro.
—¿Qué? ¿Era él? ¿Tan joven? — dijo Sara sorprendida.
—Sí, y de hecho estamos con los dos Dioses del Norte. Ese que bebe cerveza allí con el grandote y la chica de pelo azul es Kalman II y la chica es Isolte Diosa del agua .
Sara miraba boquiabierta, estas, estas, con los dioses del Norte y Reida Reía.
Si, bueno, a Kalman II le gusta que le digan Sandor, e Isolte no tomo el nombre de Reida,— le dije
—Lady Sara, esto es un secreto nadie debe saber que 4 de los dioses de esgrima están aquí con nosotros . La invito solo porque Rudy dice que usted es de confianza — le dijo Ariel.
—Está bien, no se preocupe majestad, yo no haría nada por perjudicaron ni a usted ni a la familia de mi amigo.
—Bien, en ese caso la espero esta noche, Lady Sara— le dijo Ariel con una sonrisa.
Gracias, Majestad. Estaré aquí esta noche, sin falta,—dijo Sara haciendo una reverencia.
—Te estaremos esperando — le dije, y ella se fue a su posada.
— ¿Qué hacía ella aquí? — me exigió Eris cruzando se de brazos.
— Tranquila, la encontramos mientras veníamos tras ustedes con su Majestad — le dije.
—A ella no le simpatizo— dijo Eris.
—Ya, déjala, Eris. No hará nada. Es una mujer simpática — le dijo Silphy.
—contigo lo será, —le dijo Eris inflando las mejillas.
—Bien. Por cierto, Majestad, ¿está bien que pueda seguir con el viaje? — le pregunto Silphy.
—Sí, tranquila. Mi médico en Asúra me autorizó. Además, solo he viajado en carruaje. No hay problema.
—Vengan, será mejor que coman algo, Majestad siéntese por favor— nos dijo Elmore, mientras traían la comida desde la cocina.
Ese día, dejamos encargados a los dueños de la posada una cena para la noche con delicias Asuranas, ademas les dijimos como hacer papas fritas y pizzas.
Mientras comíamos, Elmore me dijo que había ubicado a Alphonse. Aún era el encargado de la reconstrucción, y estaba en el edificio de asignación de tierras. Elmore le había pedido que viniera, sin embargo Él se había negado diciendo que estaba muy ocupado , pero Elmore lo persuadio mostrándole la insignia real y diciéndole que había gente muy importante que quería verlo.
Esa tarde, después del almuerzo y mientras Ariel tomaba una siesta, un hombre de ya más de 60 años llegó a la posada. Aún usaba su bigote y su monóculo, aunque su pelo era totalmente cano y tenía algo de calvicie, así como los frailes, vestía elegante como lo recuerdo, y caminaba de manera recta, aunque se veían más frágil .
—Señorita Elmore, ¿a qué debo que se me cite tan urgentemente aquí? — dijo Alphonse.
—Hay unas personas que quieren hablar con usted, Lord Alphonse — dijo Elmore, haciéndolo pasar donde estábamos sentados Eris y yo.
Cuando Alphonse nos vio, se quedó paralizado un momento con sus ojos abiertos y sin saber que decir .
—Joven ama Eris, joven Rúdeus — dijo finalmente, saliendo de su impresión.
—Es bueno verte de nuevo, Alphonse — dije, poniéndome de pie y dándole un abrazo.
—Dios, joven Rúdeus. Ya eres todo un hombre y ya eres más alto que yo . Y mi joven ama Eris, usted se parece mucho a su madre — le dijo.
—Gusto en verte, Alphonse — dijo Eris con su acostumbrada forma de ser, sin embargo yo ya había aprendido a captar cuando Eris estaba emocionada y lo estaba al ver al viejo Alphonse .
—No sabe cómo me alegra que se volvieran a encontrar, y ya no guarde rencor, joven amo. ¿Qué hacen aquí? — nos preguntó.
—Esto es secreto de estado, Alphonse, pero estamos escoltando a Su Majestad. Ella está ahora en su habitación.
—Ya veo. No diré nada. Confíe en mí. Supe por rumores que se habían casado con la joven ama Eris. ¿Es eso cierto?
—Así es. Hace varios años ya. —Momento en que se fijó en Ars.
—Ese niño es su hijo?
—Así es. Se llama Ars. Tiene casi 3 años ya, y Eris está embarazada, tiene poco más de dos semanas .
—Ya veo — dijo el hombre, sacando un pañuelo de su bolsillo y secándose las lágrimas. —Dios, se parece mucho al joven amo Phillip cuando era un niño — dijo Alphonse mirando a Ars .
Después de eso, le presenté al resto de mi familia y mis hijos, y hablamos un rato de todo lo que había pasado con nosotros y lo que había hecho él. Aparentemente, James lo nombró encargado de la redistribución de tierras y la reconstrucción de Roa después de que me fui a las tierras del norte , y desde que Ariel llegó al trono, Roa empezó a despegar nuevamente, algo que realmente me alegra. Alphonse siempre fue leal a Sáurus y a esta tierra. Le informé que recuperé los cuerpos de Phillip e Hilda y están sepultados con Sáurus en Ars. También le indiqué que si alguna vez va a la capital, cómo llegar a sus tumbas.
—La señora Edna, ¿regresó? — preguntó Eris.
—Lamento informarle, mi señora Eris, que la señora Edna nunca más apareció. Fue declarada muerta poco después que ustedes se fueran al norte .
—Ya veo — dijo Eris con algo de pena. Edna era de las pocas personas que le agradaban.
—Será mejor regresar — dijo Alphonse, luego de unas horas. — Lamentablemente, tengo mucho trabajo.
—Esta noche habrá una cena. Me gustaría que vinieras — le dije.
—Me temo que no puedo, joven Rudeus, Queda mucho por hacer, y quiero dejar Roa reconstruida antes de partir de este mundo. Se lo prometí a Lord Sáurus.
—Ya veo. Fue bueno verte — dije, tocándole un hombro.
—Gracias por cuidar a la joven ama Eris, joven Rúdeus. Estoy seguro de que Lord Saurus, Lady Hilda y el joven amo Phillip deben estar muy felices por ustedes. Dele mis saludos a Lord Paul por todo lo que hizo después del desastre de maná.
—Lo haré — le dije mientras se retiraba.
—Alphonse?
—Sí, joven Rúdeus.
—Gracias por todo, por ayudarme cuando era tutor de Eris y ayudarme cuando debí partir a los territorios del norte.
—No me dé las gracias, joven amo. Usted trajo a la joven ama de regreso, y eso era lo que más quería Lord Sáurus, que Lady Eris regresará y fuera feliz, y veo que usted cumplió con ese deseo . Verlos felices me permite saber que los Boreas están descansando en paz y trae paz a mi viejo corazón.
Nos vemos, le dije mientras salía por la puerta.
Justo cuando Alphonse salía, se topó con Ghislaine.
—¿Alphonse?, ¿eres tu?
—Ghislaine, veo que has envejecido muy bien. Los años no pasan para ti.
—Me gustaría decirte lo mismo — dijo la gata.
—Jajajaja. Gracias por cuidar a la joven ama Eris estos años .
—Se lo juré a Lord Sáurus. Ella es feliz.
Alphonse miró en dirección de Rúdeus, Eris y Ars, que lo miraban.
—Lord Sáurus debe estar muy agradecido de ti Ghislaine — le dijo con una sonrisa.
—Así es. Y además ellos lo vengaron. Mataron a Darius, quien ordenó su ejecución.
—Me alegro escuchar eso. Había rumores, pero nunca se sabe.
—¿Qué harás ahora, anciano ?
—Terminar de reconstruir Roa. Era el deseo de Lord Sáurus. Fue un gusto volver a verte, Ghislaine.
—Sí, adiós — le dijo la gata, que lo miró hasta que desapareció en una esquina.
Esa tarde salí con mis hijos y mis esposas a dar una vuelta por Roa y recodar los años que pasamos aquí, la ciudad donde nació Eris y que fue mi hogar por 3 años.