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Chapter 19 - Organizando la fiesta (Parte 2)

Nota 1: Todos los derechos de la serie Neón Génesis Evangelion pertenecen a Gainax/Khara, o a aquellos quienes les sucedan legalmente en el futuro. Esta historia fue escrita sin fines de lucro, solo como medio de esparcimiento. No me demanden.

Nota 2: Shinji tiene dos tipos de diálogos, "Normal" y "Cursivo", esto es para poder diferenciarlos correctamente. Ya lo entenderán cuando lean.

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Shinji dejó el departamento una hora después de la llegada de DJ Rika. Subió al Jeep y se fue rumbo a NERV. Sabía que era arriesgado, pero no tenía opción, tenía que ir por el dinero para comprar algunas cosas que faltaban; y lo más importante: para pagar los servicios de las chicas del "Nekomania". El Jeep color rojo era seguido de cerca por un automóvil negro y una motocicleta azul.

Como Misato estaba aún en las pruebas de sincronización, Shinji entró sin ningún problema a las jaulas de contención donde estaban los EVA. Los técnicos del EVA-01 trabajaban meticulosamente para poner a punto el Evangelion, pero todos miraban el reloj de tanto en tanto.

¡Hola chicos! — dijo Shinji con una radiante sonrisa.

— ¡Hola Shinji! — saludaron los técnicos.

— ¿Cómo van las cosas para la fiesta? — preguntó Hisashi.

Viento en popa. Hiko y mis amigos ya están arreglando el lugar — informó Shinji.

— ¿Qué tal es el departamento? Hiko dijo que había piscina — preguntó un entusiasmado Hideki.

Está en un sector residencial, 10º piso, espacioso, con una enorme terraza y, sí; tiene piscina.

— ¡Genial! — digo Key.

Tu amiga, DJ Rika ya llegó a instalar sus cosas — dijo Shinji mirando a Hideki.

— ¿Tan temprano? — preguntó Hideki, sorprendido.

Sí, llegó con tres amigas. Dijo que querían aprovechar de nadar un rato en la piscina; de hecho, mis amigos yo y también invitamos a unas chicas. Como el día está tan bonito, vamos hacer una barbacoa en la terraza — respondió Shinji con una sonrisa.

— ¿¿Una barbacoa?? — preguntaron todos.

Aún no son las 2:00 de la tarde y calculo que tendremos todo listo como a las 4:00. Tenemos que ocupar en algo el tiempo que nos sobra antes de empezar la fiesta — dijo Shinji con un encogimiento de hombros.

— No lo puedo creer — dijo Key.

— Van estar asoleándose en una piscina, comiendo carne asada con chicas lindas paseando en trajes de baño, y nosotros encerrados aquí — se quejó Hideki.

— No es justo — dijo Hisashi.

Bueno, mírenlo por el lado positivo. Cuando lleguen al departamento se van a poder desquitar hasta decir basta. Pero primero necesito el dinero que acordamos ayer. Hiko y yo ya pusimos nuestra parte y ya la gastamos en el supermercado. Faltan ustedes — dijo Shinji estirando la mano.

Los técnicos se miraron entre ellos con resignación, pero si querían divertirse al salir del trabajo, tenían que ponerse. Nada es gratis en esta vida.

Una vez que Shinji reunió el dinero, dejó a los técnicos seguir con su trabajo y se pegó una última escala donde Hyuga y Aoba para darles la dirección de la fiesta, pedir algo de dinero como cuota de entrada y confirmar que la banda no los dejara plantados. Luego de eso, salió de NERV seguido por un automóvil color negro y una motocicleta color azul.

Desde un edificio cercano, un par de hombres seguían los movimientos de Shinji y avisaban por radio a otra persona, que disponía a una unidad para seguir sus movimientos más de cerca.

 

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Al salir de NERV, Shinji fue al departamento de Kaji a cambiarse de ropa. Se puso unos pantalones y zapatos negros, junto con una camisa beige para contrastar y gafas de sol. También llevó trajes de baño para Touji y Kensuke.

Al dejar departamento de Kaji subió al Jeep y se fue directo al Barrio Rojo. Entró al "Nekomania", pagó por las siete chicas que contrataron, dejando la dirección y hora en que debían presentarse. Las chicas lo estuvieron tentando para que se quedara un rato, pero por una vez, la razón le ganó a las hormonas y se fue al supermercado por segunda vez en el día. Había más cosas que comprar.

 

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La motocicleta azul seguía de cerca al Jeep rojo de Shinji, tratando de pasar desapercibida entre el tráfico de la ciudad, pero al llegar a una esquina lo pilló el semáforo y tuvo que detenerse a esperar el cambio de luces. Justo en ese momento un automóvil negro se detuvo detrás de la motocicleta. Dos hombres vestidos en impecables trajes negro se bajaron del automóvil, cada uno con una pistola en la mano.

— Si te mueves te vuelo la cabeza — dijo Clinton colocando el cañón de su Beretta 92FS, en el casco del sujeto.

— Ahora, levanta las manos y baja lentamente de la motocicleta — dijo Reagan apuntándolo con su arma desde el otro lado.

Al verse doblemente encañonado, el sujeto no tuvo más remedio que hacer lo que le decían. Levantó las manos y se bajó lentamente de la motocicleta parándose a un lado en la acera.

— Ahora quítate el casco y dinos por qué seguías a Ikari — dijo Clinton, sin dejar de apuntarle a la cabeza.

El sujeto se vio un poco renuente a quitarse el casco, pero cuando Reagan dio un paso adelante y también le apuntó a la cabeza con su querida Desert Eagle, se vio bastante intimidado y terminó por acceder a las demandas de los dos Agentes, quitándose el casco.

— ¿¿Tú?? — preguntaron los dos Agentes de Seguridad de NERV, al ver que el motociclista no era otro más que el chico Ryuji.

Los dos hombres de traje negro estrecharon los ojos y Ryuji tragó con dificultad. Aun siendo cinta negra en Karate, no podía hacer nada contra dos tipos armados, además que ya lo habían masacrado antes y sabía que no tenía posibilidad contra ellos en el mano a mano.

Dos cambios de luz después, el automóvil negro aceleró dejando atrás una desarmada motocicleta azul y un totalmente golpeado y desnudo Ryuji, esposado a un poste de luz.

Una abuelita que pasaba por ahí, vio al chico y comenzó a reprenderlo por exhibicionista y degenerado, mientras lo golpeaba con su bolso.

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Shinji llegó por segunda vez en el día al supermercado. Estacionó el Jeep y luego fue hasta la entrada buscando al hermano de Hiko. Un hombre coincidía con la descripción y se le acercó.

Disculpe. ¿Es usted el hermano de Hiko? — preguntó Shinji.

— Así es. Y tú debes ser Shinji Ikari. ¿Verdad? — preguntó el hombre.

El mismo — afirmó Shinji.

— Un gusto conocerte, y puedes llamarme Junta — dijo el hombre con una sonrisa.

Gracias, puede llamarme Shinji.

— Bien Shinji, déjame decir que me sorprendes. Eres bastante joven, mucho más de lo que imaginaba — reconoció Junta.

Joven o no, piloteo el arma más poderosa y letal jamás creada por el hombre y tengo sobre mis hombros la responsabilidad de salvar a toda la humanidad — respondió Shinji encogiéndose de hombros.

— Buen punto — reconoció Junta.

Luego de ese intercambio, ambos ingresaron al supermercado para comprar lo que faltaba para la fiesta y la carne para la barbacoa.

 

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Cuando Shinji y Junta llegaron al departamento, las cosas estaban bastante avanzadas, había varias cajas amplificadoras colocadas estratégicamente por el departamento y DJ Rika ya estaba probando el sonido. Sus amigos junto con Touji, Kensuke y Hiko estaban terminando de colocar un juego de luces, también habían dejado el espacio para la banda y habían guardado todas las cosas delicadas o innecesarias en un cuarto para no estropearlas. Las chicas se ocupaban de inflar los globos.

— ¡Llegó la carne para la Barbacoa! — dijo Junta entrando con varias bolsas de supermercado, entre los gritos de aprobación de todos — Ahora que alguien baje a mi automóvil a subir la parrilla y las demás cosas — añadió.

Lo mismo digo. Tengo el Jeep cargado hasta arriba y no puedo solo con todo — dijo Shinji, llegando con más bolsas de supermercado.

— Bien, Kensuke, vamos — dijo Touji y bajó con el chico de lentes para ayudar con las cosas.

 

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Clinton y Reagan no estaban de buen humor. ¿Y cómo estarlo? Habían pasado toda la noche sentados en el "Trono de Loza" vaciando los intestinos. Solo porque Dios es grande no habían muerto deshidratados. Estaban seguros que eso había sido cosa de Shinji, pero no tenían ninguna prueba para inculparlo, por lo que descargaron toda su furia contenida con el pobre de Ryuji, que no era tan pobre o no podría tener una motocicleta tan costosa… o tenía, mejor dicho.

Ahora ambos Agentes de Seguridad de NERV observaban como los amigos de Shinji y otros dos sujetos que no conocían, sacaban bolsas y más bolsas de supermercado desde el Jeep que Shinji había rentado y desde otro automóvil.

— ¿Para qué querrán tantas cosas? — preguntó Clinton, curioso.

— Yo diría que tienen una fiesta — respondió Reagan.

— No lo puedo creer. Nosotros aquí vigilando y el muy desgraciado dándose la buena vida con sus amigos — comentó Clinton con fastidio.

— Hoy se termina el juego para él. Cuando lo llevemos de una oreja donde la mayor Katsuragi y le mostremos lo que grabamos anoche, lo dejaran confinado al Geo-Frente por el resto de su vida — dijo Reagan con una sonrisa maliciosa.

— ¿Y qué estamos esperando? — preguntó Clinton, desabrochándose el cinturón de seguridad para bajar del automóvil.

— Paciencia Clinton. Algo me dice que esto es solo comienzo de algo más grande.

 

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Una hora después, tres lindas chicas llegaron frente al edificio donde supuestamente se encontraba Shinji Ikari. Miraron un papelito que tenía una y luego el número del edificio. Concordaba, así que entraron con una sonrisa.

En departamento las cosas habían avanzado rápido. DJ Rika ya tenían instalado todo su equipo y el sistema de amplificación para la banda. Gracias a los avances de la electrónica los equipos eran mucho más simples y pequeños que antaño, por lo que no les tomó mucho tiempo tenerlos a punto. La decoración y las luces también estaban listas. Había adornos y globos por todas partes, incluso en la piscina, donde además habían dos pelotas inflables de tamaño familiar, un cocodrilo, un tiburón y una ballena orca, también inflables, o nadie podría bañarse sin riesgo a ser devorado. Finalmente, en la entrada del departamento había un gran cartel que decía "BIENVENIDOS LA FIESTA DEL SIGLO" que recibía a todo el que entrara por la puerta principal.

En la terraza, Junta ya estaba preparando la barbacoa mientras que adentro eran dispuestas las últimas mesas con comida y bebida para los futuros comensales. Dj Rika y sus amigas ya estaban asoleándose en sus trajes de baño, recostadas en unas cómodas sillas de playa que estaban a un lado de la piscina. Touji y Kensuke ya habían ido a ponerse sus trajes de baño cuando sonó el timbre de la puerta principal.

Shinji dejó una caja llena de botellas de Vodka junto a un improvisado y muy surtido bar y fue a abrir la puerta. Ante él estaban las tres chicas que hace casi un mes atrás había invitado a una cafetería con sus amigos.

— Hola Shinji. ¿Nos recuerdas? — dijo una de las chicas.

¿Cómo podría olvidarlas? — dijo Shinji observándolas de pies a cabeza, aprobando internamente lo que veían sus ojos — Adelante, pasen.

— Gracias — dijeron las tres chicas al mismo tiempo e ingresaron al departamento.

— ¡Wow! Esto es genial. Cuando dijeron que harían una fiesta, no pensamos que fuera algo tan grande — dijo una de las chicas viendo todo lo que había adentro.

Bueno, si vamos a hacer una fiesta, entonces hay que hacerla en grande — exclamó Shinji.

— Tienes razón — concordó una de las chicas, acercándose a Shinji con una sonrisa coqueta. La misma que se le insinuaba la última vez.

En ese momento Touji y Kensuke aparecieron en sus trajes de baño, dispuestos a lanzarse de cabeza a la piscina para capear el calor, cuando ven a Shinji con las tres chicas.

Vengan chicos, Nami, Yuka y Keiko acaban de llegar — dijo Shinji llamándolos donde ellos.

— ¡Recuerdas mi nombre! Ejem, digo… nuestros nombres — dijo Keiko tratando de disimular la emoción al saberse recordada por el joven Piloto EVA.

Por supuesto. ¿Cómo podría olvidarte? — dijo Shinji con la misma pose de seductor de su maestro Kaji, causando que Keiko se derritiera en el lugar.

— ¡Hola chicas! — dijo Kensuke, tratando de emular la pose seductora de Shinji. Increíblemente una de las chicas pareció interesarse.

La infinita generosidad de las mujeres nunca deja de sorprenderme.

Luego de las presentaciones, las tres chicas pasaron a quitarse la ropa y fueron directo a la terraza a tenderse en unas toallas para tomar sol junto a DJ Rika y sus amigas. Shinji las miraba con cara de degenerado, Kensuke lloraba de la emoción y Touji se veía con cara de "quiero y no puedo", lo que llamó la atención de Shinji.

¿Qué pasó con Hikari? — preguntó Shinji, yendo directo al punto.

— No me contestó. De seguro salió con sus hermanas. Le dejé un mensaje invitándola — respondió Touji algo deprimido.

Hombre, por la cara que tienes, veo que esa mujer clavó sus garras muy profundas dentro de ti.

— No hables así de ella — saltó de inmediato un molesto Touji, defendiendo el honor de la chica que quiere sea su mujer.

A eso mismo es a lo que me refiero. ¡Vamos hombre! Relájate un poco. Hay más peces en el mar — dijo Shinji, señalando a las adoradoras del sol junto a la piscina.

— No puedo creer que tú digas eso. Deberías entenderme. Tienes una novia — dijo Touji.

Shinji cambió su expresión risueña por una seria al recordar a su novia, incluso su pulsera estuvo pestañeando entre rojo y azul por unos momentos. Finalmente ganó el color rojo y empujó a Touji de cabeza a la piscina.

— ¿¿Qué mierda pasa imbécil?? — gritó Touji, sacando la cabeza del agua entre las risas de todos.

Deja de quejarte y disfruta de la fiesta hasta que ella llegue. Si le dejaste un mensaje, seguro que viene. Si no lo hace, yo mismo voy y la traigo para ti. Te lo prometo — dijo Shinji extendiendo un brazo y levantándole un pulgar.

Touji miró sorprendido su amigo y luego sonrió. Shinji tenía razón, debía disfrutar de la tarde, para eso estaba aquí. Afirmó con un movimiento de cabeza y nadó hasta el borde de la piscina. Shinji le tendió una mano para ayudarlo a salir. Touji la tomó y lo jaló de cabeza dentro de la piscina.

— Estamos a mano — dijo con una radiante sonrisa, cuando Shinji asomó la cabeza fuera del agua.

Miserable — dijo Shinji con una sonrisa y se lanzó sobre él, comenzando una lucha en el agua.

Al ver esto, las chicas también se entusiasmaron y saltaron al agua para jugar con los chicos, Kensuke, Hiko y los amigos de DJ Rika no se quedaron atrás y también saltaron a la piscina, el único que quedó afuera fue Junta, que estaba a cargo de la parrilla.

— La carne está lista. Que alguien traiga platos y cubierto para comenzar a servir — dijo Junta, siendo ignorado completamente — Oigan. ¿No escucharon lo que dije? Hiko… Touji… Kensuke… Shinji, deja de meterle mano a esa chica y ven a ayúdame… ¿Alguien?

 

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Clinton y Reagan continuaron diligentemente con la vigilancia, hasta que Clinton notó algo que llamó su atención. Tomó los binoculares y comprobó sus sospechas. La pequeña columna de humo que había visto era de una barbacoa y no solo eso, pudo ver un par de lindas chicas en bikini apoyadas en la baranda que rodeaba la terraza.

— ¿Qué pasa Clinton? — preguntó Reagan.

— Hay dos chicas en Bikini — dijo Clinton.

— ¿Qué? — preguntó un sorprendido Reagan con los ojos como platos.

— Están haciendo una barbacoa — dijo Clinton bajando los binoculares para mirar a su compañero.

Eso terminó por colmar la paciencia de Reagan. Había llegado la hora de ponerle un alto a toda esta situación y darle una buena lección al descarriado y revoltoso Tercer Elegido.

— Vamos — dijo Reagan escupiendo la palabra y bajó del automóvil.

Clinton siguió a su compañero y ambos se dirigieron con paso decidido rumbo al edifico en busca de su rebelde cargo.

 

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En la terraza del departamento, la barbacoa estaba en lo mejor. Todos estaban ya en trajes de baño, riendo, comiendo y bebiendo. Era un ambiente bastante distendido y de fondo se podía oír al legendario Rod Stewart cantando "Infatuation". Estaban todos en eso cuando tocaron el timbre de la puerta.

Hiko, que estaba más cerca, fue a ver quién era y al abrir la puerta se encontró de frente con dos gorilas vestidos en impecables trajes negros. No alcanzó a decir una palabra cuando uno lo hizo a un lado de un empujón y pasaron directo a la terraza. Con un rápido vistazo encontraron a su objetivo dentro de la piscina abrazando a dos lindas chicas, una a cada lado.

— ¡¡IKARI!! — dijo Reagan mirándolo fijamente.

¿¿Ustedes?? — dijo Shinji.

— ¿Los conoces Shin-Kun? — preguntó Keiko.

— Sal de ahí. Nos vamos a NERV. ¡Ahora! — dijo un enojado Clinton.

¿Por qué tendría que hacer eso? Estoy muy bien aquí — respondió Shinji, estrechando con más fuerza a las dos lindas chicas, que sonrieron y se aferraron con más fuerza al Piloto EVA.

— Yo tampoco quería irme de ser él — comentó Junta, echando un trago se cerveza.

— ¡¡Nadie está hablando contigo!! — regañó Reagan.

— Vamos Ikari. No tenemos todo el día. Sal de ahí — dijo Clinton, sacándolo de un brazo de la piscina.

— Oye, déjalo en paz — dijo Hiko y se abalanzó sobre él junto con los demás, pero la Beretta 92FS en las manos de Clinton y la Desert Eagle en manos de Reagan, los hizo cambiar de opinión.

¡¡BASTA!! — gritó Shinji soltándose del agarre de Clinton — ¿Se puede saber cuál es el problema? Misato los puso para que me custodiaran, no para que vinieran a echar a perder la barbacoa.

— Tú lo dijiste, "para que te custodiáramos", pero tú te empeñas en hacernos imposible la tarea — dijo Clinton.

¿De qué hablas? — preguntó un ceñudo Shinji.

— ¿Olvidaste lo del viernes cuando te arrancaste de clases con tus amigos? — preguntó Reagan.

— ¿Te arrancaste de clases? Eso estuvo mal, Shinji — dijo Hiko.

Que levante una mano el que jamás se haya escapado de clases alguna vez en su vida — dijo Shinji. Nadie levantó la mano — Miren, sé que eso no estuvo bien y me disculpo.

— ¿Crees que con eso lo arreglas todo? — preguntó un molesto Clinton.

Oigan, tampoco estuvo tan mal. Les conseguí un aumento de sueldo — razonó Shinji.

— Vamos — dijo Reagan ya cansado con todo eso y tomó a Shinji de un brazo, pero este se soltó de un tirón.

¿Y qué pretenden hacer? ¿Llevarme donde Misato, para acusarme por estar en una barbacoa con unos amigos la tarde de un domingo? — preguntó Shinji.

Todos miraron fijamente a los Agentes de Seguridad ante esa pregunta de Shinji. La verdad es que era una muy buena pregunta, tanto que a Clinton y Reagan les salió una gota de sudor en la nuca.

— No es por eso — logró decir Reagan y entonces sonrió con malicia — Tenemos filmado tu numerito de anoche en ese local de dudosa reputación y creemos que a la Mayor Katsuragi le interesará verlo.

¡Oooh! Ya entiendo — dijo Shinji entornando los ojos hasta que fueron dos rayas, entonces apareció en su rostro una sonrisa cínica — Bien, si estamos con esas. Entonces aprovecharé para decirle a la Mayor Katsuragi, la verdadera razón de su lamentable estado el viernes pasado, sin olvidar ningún detalle, como el de la patata en el tubo de escape de su automóvil. Después de que ella sepa que dos experimentados Agentes de Seguridad fueron engañados por un grupo de chicos de 15 años y que perdieron de vista por "TODA" la tarde al objetivo que tenían asignado, que es un valiosísimo e irreemplazable "Piloto de Evangelion", estoy seguro que no solo les quitará el aumento de sueldo, los hará trapear los pisos del cuartel de NERV con la lengua por un mes y de paso, serán el hazmerreír de todos.

Clintón y Reagan no supieron que responder a eso.

— Parece que les salió el tiro por la culata, muchachos — comentó un divertido Hiko, echando un trago de cerveza.

Clintón y Reagan se miraron el uno al otro. Sabían que Shinji decía la verdad. Si la Mayor Katsuragi se entraba que perdieron al chico por toda una tarde, les haría algo peor que mandarlos a trapear los pisos con la lengua. Ambos suspiraron resignados.

Parece que es un empate — dijo Shinji, atrayendo la atención de los dos Agentes — Ustedes no quieren que Misato sepa lo del viernes, ni yo que sepa lo de anoche. En otras palabras, estamos cogidos mutuamente de las pelotas. ¿Tregua?

Clinton y Reagan miraron sorprendidos al chico frente a ellos, luego se miraron mutuamente por unos segundos, suspiraron resignados y guardaron sus armas.

— Tregua — dijeron ambos.

¡Excelente! — dijo Shinji y les tendió un par de cervezas.

Los hombres miraron extrañados al chico y tomaron las cervezas de forma mecánica, aún aturdidos por el giro que dieron las cosas.

Ya que están aquí, quédense a la barbacoa. También pueden quedarse a la fiesta de esta noche, eso sí, tienen que ponerse con algo de dinero, es lo justo — dijo Shinji, metiéndose otra vez a la piscina con Keiko y Yuka.

— Vengan acá muchachos, les tengo un plato a cada uno. Sírvanse antes de que se enfríe — dijo Junta, señalando un par de platos con carne que les había preparado.

Clinton y Reagan se miraron por un momento considerando las opciones, se encogieron de hombros y fueron donde Junta, después de todo, no todos los días se podía comer carne asada.

Y así fue como Clinton y Reagan, Agentes de Seguridad de NERV, finalmente se quedaron a la barbacoa, tomaron cerveza, comieron carne asada, se bañaron en la piscina e intentaron ligarse a alguna de las chicas. Como decidieron quedarse a la fiesta, también tuvieron que ponerse con su parte. Nada es gratis en esta vida.

 

Continuará...

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Notas del Autor: Hola a todos.

Clinton y Reagan hicieron su jugada pero les salió el tipo por la culata. Aunque tan mal no resultó para ellos, ya que se quedaron a la fiesta. Porque sí, en el siguiente capítulo comienza la esperada: "Fiesta del Siglo".

Están todos invitados.