```
—Oyendo las palabras del joven, Lu Cheng sonrió y dijo:
—Por supuesto, mi familia Jueyu es la mejor. Ella no solo es buena cocinando, sino también amable y trabajadora. Todas las verduras que ella cultiva son compartidas con nuestra familia.
—He oído que las verduras que tu hermana cultiva son muy deliciosas. Puedes cambiarlas por huevos y carne en la tienda de suministros —agregó el joven con envidia.
—Meneando la cabeza, Lu Cheng dijo:
—Las verduras de mi hermana son deliciosas, pero no son para tanto. Esto es solo un rumor. Es demasiado exagerado.
—Al oír esto, el joven asintió y dijo:
—Es verdad. Ay, la gente en nuestro pueblo está demasiado ociosa y ama hablar tonterías. Hermano Cheng, no te importa esta broma, ¿verdad?
—Claro que no. Todos somos vecinos y es normal bromear entre nosotros —él sonrió.
—Después de una breve conversación, continuaron trabajando, mientras Lu Jueyu llevaba comida a Li Chenze y Li Lingyun.
—Al verla llegar, Li Chenze se acercó y dijo: