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Li Chenmo se sentía tan orgulloso al ver que su esposa no podía apartar la mirada de él. Sin embargo, su esposa es de piel fina y él no quiere asustarla. Como si acabara de darse cuenta de su presencia, se volvió a mirarla y preguntó con calma —Esposa, ¿ya terminaste de ducharte?
Volviendo en sí, Lu Jueyu asintió y dijo —Sí. Marido, ve a ducharte. No te resfríes.
Tan pronto como terminó sus palabras, salió de la casa y fue a revisar el campo de cultivo como si no hubiera babeado al ver el cuerpo de su marido. Aunque su expresión era serena, su paso era rápido, revelando su nerviosismo oculto. ¡Incluso escuchó a su marido riendo detrás de ella!
Después de que Li Chenmo se duchó, los dos salieron del espacio y aparecieron en su habitación. Ella hizo tres grandes sartenes de pizza para la cena. Entonces, Lu Jueyu dijo —Marido, vamos a invitar a tu hermano mayor y a tu segundo hermano a cenar. Hice un nuevo plato para esta noche.
