Aunque todos escucharon las palabras de Jiao Siyu —nadie le prestó atención. Conversaron un rato, y cuando comenzó a ponerse el sol —Zhang Dongmei y Lu Jueyu fueron a la cocina a preparar la cena. Jiao Siyu fue al patio delantero a charlar con los vecinos.
En la cocina —Zhang Dongmei estaba salteando las verduras encurtidas y Lu Jueyu estaba haciendo fideos.
—Tercera cuñada, no tomes a pecho lo que dice la segunda cuñada. Siempre es así —dijo Zhang Dongmei de repente.
Lu Jueyu le sonrió y respondió :
— No voy a prestar atención a lo que diga.
—Zhang Dongmei observó su expresión y se alivió cuando vio que Lu Jueyu no se tomaba a pecho las palabras de Jiao Siyu en absoluto. Desde tiempos antiguos, la relación entre las cuñadas siempre ha sido difícil de mantener. No quiere que su marido se separe de sus hermanos por culpa de ellas.