—¡Esa Winifred Drew es demasiado, siempre aprovechándose de la pobre señorita Evans! —La multitud miraba a Winifred con desprecio en sus ojos.
En este punto, Winifred estaba prácticamente echando humo. Xaviera Evans y Caleb Mamet se habían aliado contra la familia Drew, y Winifred estaba lejos de ser impotente. ¡De hecho, era la mujer más intrigante!
Xaviera salió del edificio de oficinas y se dirigió directamente a un coche lujoso aparcado en la entrada. Caleb abrió la puerta, y Xaviera le entregó su teléfono, sonriendo:
—Grabé todo lo que dijo Winifred. Toma esto y muéstralo a la familia Drew. ¿Qué crees que será su reacción?
A los ojos de todos, Winifred era la hija de la familia Drew. Había tendido trampas a Xaviera una y otra vez, presumiblemente por órdenes de Sir Drew, con el fin de obligar a Caleb a volver a la familia Drew.
Los ojos de Caleb estaban llenos de risa, y levantó juguetonamente las cejas:
—La señora Mamet es verdaderamente brillante.