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—¡Repite lo que acabas de decir! ¿Te atreves a decírmelo en la cara? —al escuchar la discusión entre las chicas, la mujer se dio la vuelta abruptamente, su mirada aguda fijada en la chica al lado de Winifred Drew, alzando las cejas.
—La chica no había esperado que sus palabras fueran escuchadas, su cara enrojecida por la vergüenza, pero tercamente dijo —Eres amiga de Xaviera Evans, verdad. Ella se convirtió en la amante, ¿no debería admitir su error? ¿Qué derecho tienes de ser tan arrogante al llegar ahora mismo?
—Jovencita, permíteme recordarte, mi nombre es Doreen Yuan —la mujer la miró con desdén.
—Y qué. ¿Solo porque tienes cierta influencia no puedo decir la verdad? —la chica replicó desafiante.
—Señora Roma, dígame usted quién soy yo —Doreen sonrió con desprecio y miró a la chica con desdén, luego sus ojos fríos cayeron sobre la Señora Roma. Como un cisne orgulloso y noble, habló con aires de desprecio.
