Siendo mimada desde la infancia como la Señorita Hughes, Zora siempre había sido el centro de atención a dondequiera que iba. Naturalmente, nadie jamás había buscado una pelea con ella, y menos aún la había atacado físicamente. Nunca se había encontrado con alguien tan loco como Fenny Marshall.
Fenny le jaloneó el cabello con fuerza, haciendo que Zora apretara los dientes de dolor. No tenía más opción que dejar de lado su imagen de dama noble y agarrar el cabello de Fenny a cambio. —¡Eres demasiado estúpida como para ser engañada por mí! ¡Lo mereces! —le espetó.
—¡Si no fuera por ti reclamando ser la CEO, no habría ofendido a la Sra. Mamet! —Fenny rugió, temblando de ira, deseando poder hacer pedazos a Zora.
Zora luchó ferozmente con Fenny hasta que algunas personas pasaron cerca. Temiendo ser vista en un estado tan humillante, Zora empujó a Fenny y rápidamente se metió en su coche. —¡Vamos! —ordenó al conductor.