—Sir Drew —Xaviera Evans levantó la vista lentamente—. No te enojes todavía. Si quieres criticar a mi esposo y a mí, al menos inventa una excusa más adecuada. ¿No es demasiado exagerado decir que no tenemos vergüenza? Tómate tu tiempo para pensar, tienes mucho tiempo. ¡El evento de intercambio no terminará hasta dentro de una hora!
Su actitud sarcástica enfureció a Sir Drew, haciendo temblar su barba. Gritó con ira:
—¡Soy el abuelo materno de Caleb!
—¿Y? —Xaviera parpadeó y fingió inocencia—. Sir Drew, quizás tu memoria falle debido a la edad, pero yo todavía soy joven. ¡Definitivamente lo recuerdo! ¿No puedes suponer que la memoria de todos es tan mala como la tuya solo porque la tuya no funciona, verdad?
Sir Drew estaba tan enojado que podría escupir sangre, temblando mientras le señalaba: