Caleb Mamet tenía muy clara la condición de su cuerpo: estaba sano, pero lo que le confundía era si él y Xaviera Evans siempre habían dormido juntos en la misma cama antes.
—¿Solíamos... dormir juntos?
Steve Price parecía horrorizado:
—¡Jefe, ha perdido la memoria? Son marido y mujer, ¡por supuesto que duermen juntos!
¿Dormir juntos? Pero, ¿acaso a Caleb no le gustaba Xaviera? Entonces, ¿por qué dormirían juntos? ¿Tenían que fingir ser una pareja cariñosa incluso en casa y delante de Steve Price?
Si habían estado durmiendo en la misma cama todo este tiempo, ¿por qué de repente Xaviera quería mudarse de vuelta? ¿Había notado algo, o estaba Caleb escondiéndose demasiado profundamente?
Caleb pensó que lo mejor sería preguntarle a Sean Price, su asistente cercano, quien debería conocer la historia interna.
Pero mientras estaba a punto de irse, Steve Price se apresuró y agarró su brazo:
—¡Jefe, ha estado actuando muy extraño últimamente!
Caleb levantó la vista, —¿Qué sucede?