```
La insinuación de Yannick Luther era algo que Frank Parker no podría pasar por alto.
Le estaba recordando que no hiciera lo que no debía hacer.
—Yannick...
Una joven modelo se acercó a Yannick Luther con un giro de su cintura y, tras llegar a su lado, extendió su mano para sostener su brazo y dijo dulcemente:
—¿Por qué me ignoras? Estoy tan aburrida sola.
—Exactamente.
Otra joven modelo se acercó, sin querer ser menos, y extendió la mano para sostener el otro brazo de Yannick Luther. Su voz era aún más dulce y coqueta:
—Yannick, ¡ven a jugar con nosotras! Sin ti, estamos tan aburridas.
Yannick Luther tenía una expresión de total disfrute en su cara, mientras disfrutaba la sensación de ser abrazado por ellas desde ambos lados. Extendió la mano y pellizcó una de las suaves y blancas mejillas de la modelo y dijo con una sonrisa:
—¿Ves a este hombre a mi lado? Si puedes hacerlo feliz hoy, les daré un carro deportivo a cada una.
