El eco del ritual se disuelve en la mansión, dejando a Laura con la revelación resplandeciente del collar perdido. Con el misterio develado, la llave perdida parece guiada por una nueva energía, señalando hacia una encrucijada que definirá el curso de la historia de Ravenhurst.
Después del ritual, Laura siente una extraña distorsión temporal. Visiones del pasado y del futuro se entrelazan, revelando las ramificaciones de su elección. La llave perdida, vibrando con la inestabilidad temporal, sugiere que el collar tiene un papel fundamental en el tejido del tiempo en la mansión. Laura, influenciada por las visiones, se enfrenta a una sombra misteriosa que representa el destino. La sombra le presenta distintos caminos, cada uno ligado a una elección que debe tomar. La llave perdida, resonando con las opciones, sugiere que cada elección abrirá nuevas puertas y cerrará otras, moldeando el destino de la mansión. Los espíritus guardianes del collar, ahora liberados por el ritual, aparecen ante Laura. Cada uno tiene una historia que revela más capas de la trama. La llave perdida, reconociendo a los guardianes, indica que sus relatos son esenciales para comprender las verdaderas implicaciones del collar y su conexión con la historia de Ravenhurst. Laura se aventura en un laberinto de decisiones, enfrentándose a pruebas y obstáculos que representan las elecciones que debe hacer. La llave perdida, transformándose en una brújula, la guía por el laberinto, sugiriendo que solo tomando decisiones difíciles podrá desentrañar completamente el enigma del collar y su impacto en la mansión. Al llegar al centro del laberinto, Laura se encuentra con una manifestación del pasado, encarnada por los eventos que rodean el collar. La llave perdida, brillando con intensidad, indica que este enfrentamiento revelará verdades dolorosas y decisiones cruciales que han marcado la historia de Ravenhurst. Cada elección de Laura tiene un precio. La llave perdida, pesada con las consecuencias, le recuerda que cada decisión afectará no solo el destino del collar, sino también el destino de aquellos que habitan en las sombras de Ravenhurst. Finalmente, Laura toma su elección. La llave perdida, resonando en armonía con su decisión, abre una puerta hacia un nuevo capítulo en la historia de la mansión. El destino del collar y la trama de Ravenhurst se entrelazan, revelando que el enigma está lejos de resolverse por completo. La llave perdida muestra marcas del tiempo, simbolizando las elecciones de Laura y su impacto en la mansión. Con el collar en su poder, Laura se enfrenta al futuro incierto, sabiendo que el enigma de Ravenhurst sigue siendo una historia inacabada.