-Mansión Ingram-
Era un día importante para la familia Ingram ya que hoy se descubriría el talento del nuevo niño de la familia.
La familia Ingram como una familia noble con muchos siglos de historia el talento era algo muy importante para ellos y para los demás nobles.
Por eso nada de hoy podía salir mal.
Las sirvientas iban de un lado a otro procurándose de que todo saldría bien.
"VAMOS VAMOS NO QUIERO HOLGAZANES HOY" una voz envejecida, pero con autoridad se escuchaba gritando ordenes en la sala
Abigail era la anciana sirvienta a cargo de organizar a los demás sirvientes.
Si algo sale mal ella será la primera en sufrir las consecuencias por lo que estaba más mandona de lo normal.
"vamos no tienes que estar tan preocupada todo saldrá bien" otra sirvienta mayor le dijo a Abigail.
"Teresa no es momento para tus juegos, el señor y toda la demás familia estará presente hoy"
Teresa aun que era una de las sirvientas mayores le gustaba tomarse las cosas con humor, aunque eso a Abigail no le gustaba mucho, eran buenas amigas.
"lo sé hoy es un día muy especial, el tercer joven señor será presentado al resto de la familia y se comprobara su talento, pero no es necesario que estés tan tensa" Teresa era muy optimista siempre.
"lo sé, pero desde ayer he estado sintiendo un presentimiento extraño..." Abigail se notaba algo preocupada.
- Habitación de Leila, unas horas después -
"esto por aquí y....ya está, pero mira que guapo te vez" Leila se encontraba vistiendo a Darius.
hoy sabía que era un día muy importante para el futuro de su hijo por lo que estaba un poco preocupada.
"no importa el resultado bebe, mama te seguirá queriendo no importa que" ella sabía que él no le podía entender, pero aun así siempre le hablaba.
Esto a Darius no le importaba y se encontraba ocupado viéndose en el espejo que tenía enfrente.
(como puede ser el sentido de la moda de esta mujer tan horrible...) se encontraba vestido con un traje miniatura con una pajarita junto con su cuerpo de bebe algo regordete se vería tierno si no fuera por su mirada.
"vamos bebe no pongas esa cara, hoy es tu día especial" Leila con el tiempo se había dado cuenta que su hijo era un bebe algo extraño.
Sus ojos negros como la noche que parecían no tener ni una pizca de luz, su rostro mayormente inexpresivo a excepción de las veces que se reía de la nada y se quedaba mirando a las personas con una sonrisa que generaban escalofríos a los sirvientes.
Pero esto a Leila no parecía importarle, ella sabía que su hijo era algo único, pero lo amaba sin importar que.
"ya es hora de que nos presentemos en el salón"
Leila tomo a Darius en brazos y camino hacia el gran salón.
Durante el camino fueron peleando por que Darius se sacaba a cada rato la pajarita y Leila se la ponía de nuevo.
Una vez llegados al salón fueron recibidos por dos guardias en la puerta
"buenos días tercera señora y joven señor" ambos hicieron una pequeña reverencia y abrieron las puertas de salón.
(me pregunto cómo será mi "familia" en esta nueva vida) Darius se encontraba algo emocionado solo esperaba que no fueran muy aburridos.
Y parecía que no lo serian.
Frente a él se encontraba una gran mesa cuadrada llena de tanta comida como para alimentar a 5 familias enteras.
En esta mesa se encontraban 7 personas en este orden:
Raúl estaba a la cabeza como el jefe de la familia con su rostro imperturbable.
A su derecha se podía ver a una mujer de mediana edad de estatura media, ojos color cafés y cabello color avellana con un rostro que gritaba orgullo y unos pechos que Darius solo pudo comparar con dos sandias.
Esta era la primera esposa de Raúl, Sandra Ingram.
A la derecha de ella se encontraba un niño pequeño de unos cinco años de pelo negro con las puntas rojas y ojos rojos, su rostro mostraba el mismo orgullo de su madre, pero en él se veía algo gracioso.
Él era el primogénito y hermano mayor de Darius, Vance Ingram.
Al otro lado de la mesa se encontraba una mujer alta de cabello azul marino con ojos del mismo color, esta se notaba algo más joven que la otra y su rostro solo mostraba tranquilidad.
Ella era la segunda esposa, Cristina Ingram.
A su lado se encontraba un niño de dos años con grandes ojos dorados y cabello rubio, se notaba mirando a todos con curiosidad y se veía algo gordo para un bebe.
Era el segundo hermano de mayor de Darius, Thomas Ingram.
(sí que es una familia "colorida") Darius miro detenidamente a cada uno mientras leila caminaba a su puesto designado al lado de Cristina y Thomas.
Cuando todos estuvieron en sus asientos Raúl estaba a punto de hablar cuando la puerta se vuelve abrir y se ve entrando una bonita mujer joven de estatura pequeña, ojos verde oscuros igual que su cabello.
"eeh...disculpa la tardanza..." era la cuarta y más reciente esposa de Raúl, Sara Ingram.
Se notaba muy nerviosa parada en la entrada.
Parecía darse cuenta que no era muy bien recibida por la gente aquí.
"...¿puedo pasar?" su voz temblaba un poco.
Parece que no se había dado cuanta que ya estaba adentro.