Acurrucada en los brazos de Logan, Scarlet le sirvió una copa de vino y se la ofreció. —¡Sr. Hale, cuento contigo entonces! ¿Has escondido bien a ese pequeño bastardo?
Logan acarició la cintura de Scarlet mientras ella estaba en sus brazos y tomó un sorbo de vino del vaso en su mano. —Solo es un pequeño bastardo. ¿Qué hay de qué preocuparse? Sin embargo, si quieres agradecerme, una copa de vino no es lo suficientemente sincera. Al menos deberías acompañarme a divertirnos un rato, ¿no?
Su mirada estaba llena de lujuria mientras su mano comenzaba a vagar por su cuerpo.
Scarlet rió coquetamente y apartó su mano. —Sr. Hale, no seas impaciente. Haré lo que quieras después de que acabemos con ese bastardo.
Tenía una sonrisa en su rostro, pero sus ojos estaban llenos de resentimiento.
Scarlet había buscado a Logan por su cuenta porque era bastante famoso entre los playboys adinerados del condado de Orange.
