Una noche estrellada ilumina el lecho de dos amantes, los cuales son Retza y Feral, esté le dice a ella:
— ¡ Amor! ¿Hay vida en otros planetas?
Retza:
— ¡Si amor! No te imaginas cuánta vida existe en todos los universos.
Feral:
— ¿Y crees que existan mortales como yo que tengan la dicha de estar con una diosa tan bella como tú?
Retza:
— ¡No mi amor! Está prohibido que nosotros los dioses tengamos relaciones sexuales con los mortales.
Feral:
— ¡Y tú! ¿Por qué rompiste esa regla?
Retza:
— ¡Porque te amo!
En eso Feral despierta de un salto y grita el nombre de Retza, esté se da cuenta que está en una habitación totalmente blanca y luminosa, Feral se desespera pues no ve ni encuentra la puerta de la habitación, en eso dos personas pasan a través de las paredes, son María y Yami. Feral al verlas Pregunta:
— ¡¿Quiénes son ustedes?!
Yami:
—Yo soy la diosa de la mentira, ella es María la diosa de la locura.
Feral se enfurece y se transforma en su forma de bestia y dice:
— ¡Más dioses! ¿Dónde esta Retza? ¡Devuélvanme a mi Retza!
Este se lanza contra Yami, ella le da un poderoso golpe en el estómago, esté sale disparado hasta que impacta contra los muros de la habitación, Feral se levanta con más furia, por su parte Yami usa su poder divino para inmovilizarlo, logrando ponerlo de rodillas, Feral grita de furia, en eso María toca su frente y él comienza a reír, se ríe a carcajadas, Feral no puede dejar de reír, aunque no lo hace por gusto, se ríe y ríe tanto que se retuerce en el suelo, su cuerpo comenzó a dolerle, y perdió la transformación, luego después de un rato María lo hace dejar de reírse, luego está le dice:
— ¡Ya estás más calmado!
Feral se levanta con jadeo y le dice:
— ¿Qué me hiciste? ¿Dónde estoy? ¿Qué pasó con Omega?
María:
—Te di un toque de locura, lo cual siempre es mejor que la ira. Estás a bordo de una nave interdimensional, por los momentos es la manera más segura de viajar después de tu pelea con Omega. Y Omega fue derrotado por ti y tú lo asimilaste.
Feral:
— ¿Acaso lo mate?
María:
— ¡No! Nosotros los dioses no podemos morir, nosotros somos energía pura y la forma que tomamos nos permite un mayor control sobre nuestro divino poder, por eso se necesita de otro dios para causarle un daño extremo a otro dios, tú lograste acceder a tu forma divina pero no lo controlas. En tu pelea con Omega lo derrotaste y asimilaste sus poderes, ahora no solo eres un semidiós, si no que también eres el dios de la destrucción ¡Pero! Claro al no controlarlo ese poder se mantiene dormido dentro de ti.
Feral:
— ¿Y qué quieren conmigo?
Yami:
—Nosotras estábamos apoyando a Retza para que te ayudara.
Feral:
— ¿Y porque no la ayudaron cuando se la llevaron? ¿Por qué no ayudaron a salvar mi mundo?
Feral llora con mucha ira y desesperación, mientras María le dice:
—Nosotras ayudamos a que Retza pudiera estar contigo sin que el Inquisidor la viera, pero en el momento que decidió salvarte, perdió esa protección. Además tú no le hiciste caso, cuando te dijo que te fueras y no enfrentarás a Omega.
Feral:
— ¿Pero y mi planeta? ¿Cómo crees que yo podría dejar solo a mi planeta?
Yami:
—O eras tú o era tu planeta uno de los dos debía de ser destruido, pero por tu decisión, no solo fue destruido tu planeta sino que también Retza fue capturada, lo que sucedió fue lo que ustedes los mortales llaman tragedia y no puedes hacer nada más ante una tragedia que tomar decisiones, aunque esas decisiones marquen sus vidas.
Feral llora y se culpa por lo que pasó, en eso María y Yami se retiran para darle tiempo y que el pueda reflexionar. Mientras tanto el Inquisidor llevo a Retza al Reino de los dioses, esté lugar es extenso y majestuoso, está dividido en 63 partes, cada parte es el dominio de un dios, el Inquisidor llevo a Retza a sus dominios y es este semejante a un cielo extenso con nubes de colores claros, también se pueden ver muchas edificaciones cristalinas de tamaño colosal pero de todas se ve una que es la mayor de todas, su tamaño y majestuosidad escapa de la comprensión humana, su forma es como la de un gran rombo diamantino. El Inquisidor entra junto con Retza a esta edificación la cual incluso por dentro es aún más majestuosa, sus paredes que tienen el aspecto de cristal brillante, resaltan entre tanta belleza. Retza es llevada al centro de esta estructura, dónde cadenas con aspecto de diamantes la sujetan con mucha fuerza Retza habla:
— ¡Disfrutas esto verdad! ¡Te encanta tenernos a nosotros los dioses internos bajo tus pies!
El Inquisidor:
— ¡La verdad es! Ustedes me quitaron todo alguna vez, en especial tu, lo que me lleva a mi pregunta; ¿Por qué ayudaste a este mortal? ¿Es tu nuevo mártir ahora?
Retza:
— ¡Él es importante para mí! ¡Yo lo amó!
El Inquisidor se ríe y dice:
— ¡Tu solo te amas a ti misma! ¡Yo sé muy bien lo que es ser amado por ti! Y no es nada agradable.
Retza:
— ¡Eso no era lo que decías antes!
El Inquisidor:
—Yo era otro, ya cambié, tú te aseguraste de eso.
El Inquisidor se da la vuelta y dice:
—¡¡Yo el Inquisidor convocó a los dioses internos ahora!!
En eso muchos portales de distintos colores se abrieron y de ellos salieron todo tipo de seres humanoides con distintas formas y tamaños, se reunieron alrededor del círculo donde estaba Retza y el Inquisidor, entre los presentes estaban Cirus, Kaliostro, Khronos, María y Yami. Entonces el Inquisidor hablo:
— ¡Los he convocado a éste juicio de la diosa del amor! Se le acusa de interferir en la labor del dios de la destrucción, de haber peleado con el, así como de interferir en el destino de un mortal sin permiso, también se le acusa de sostener una relación amorosa con dicho mortal, sus acciones cambiaron un punto fijo en el flujo del tiempo y en la derrota del dios de la destrucción.
Mientras el Inquisidor hablaba unas proyecciones de los pecados de Retza se mostraban a los presentes. En eso uno de los presentes hablo, este es un ser humanoide que viste una armadura blanca con adornos dorados, con una espada guardada en una funda blanca y su mango es blanco con líneas doradas. Su nombre es Éufrates el dios del orden:
— ¿Por qué el Inquisidor no detuvo a la diosa del amor antes de que cometiera tales actos?
El Inquisidor hablo:
— ¡Sus actos fueron desconocidos para mi, hasta el momento en el que atacó a Omega!
En eso otro ser humanoide tomo la palabra, esté es de contextura corpulenta, porta una imponente armadura negra muy acorazada, con grandes púas de color ámbar, que salen de sus hombreras, rodilleras, codos, pechos y cuello. El nombre de este ser es Estigia dios del caos y este hablo:
— ¿Pero cómo es posible que usted inquisidor con su ojo omnisciente que está siempre sobre nosotros los dioses no fue capaz de ver las acciones de una sola diosa?
El Inquisidor:
— ¡Ella fue asistida por un tercero! El cual le proporciono una invisibilidad a mi ojo omnisciente, por tal razón tampoco sé quién fue ese que le brindo su ayuda, lo más probable es que fuese un dios o un Titán.
Entonces hubo un gran disturbio en los presentes, el Inquisidor por su parte gritó con furia y voz estruendosa:
—¡¡Silencio!! ¡Hagan silencio! Ya basta.
Uno de los presentes el cual es semejante a un gran dragón antropomórfico, de muy corpulenta contextura, con dos alas tan grandes que cubren el salón, su piel es como el acero cuando está entrando en alta temperatura, esté ser anda sobre sus dos patas y pose dos manos, así como también dos grandes cuernos y un gran hocico. Su nombre es Jerathel dios de la gravedad dice:
— ¡Pero que insultó señor inquisidor! El decir que nosotros los dioses tenemos parte en este asunto.
El Inquisidor lo ve y dice:
— ¡Solo sé que descubriré a su cómplice y pagara caro por su pecado!
Otro de los dioses presente también tomo la palabra, es semejante a un ser humanoide cubierto con una toga negra que le cubre el rostro dejando solo ver sus ojos rojos brillante, de los pies y espalda de este ser se pueden ver unos tentáculos negros, carnosos y viscosos. El nombre de este ser es Seol dios de la muerte:
— ¡Señor inquisidor! El mortal al que Retza dio su bendición, no murió y no solo eso sino que también logro vencer y asimilar a Omega, cosa que hace cinco ciclos no pasaba, también cabe recalcar que dicho mortal está desaparecido, entonces ¿Qué acciones tomara usted en todo este asunto?
El Inquisidor:
— ¡Qué bueno que lo preguntes! ¡Gihon dios de la entropía! Y tú Seol dios de la muerte trabajarán en conjunto con Kaliostro y Khronos para suplantar las labores de Omega, mientras que Megadestrepanon dios de la guerra se encargará de cazar a dicho mortal y traérmelo con vida, yo le extraeré la esencia de Omega de su ser y después lo destruiremos junto con sus cómplices.
Por su parte Cirus el dios de la voluntad. Pregunto:
— ¡Mi señor! Y ¿Qué pasará con Retza?
El Inquisidor:
— ¡El castigó por su crimen será! El de pasar 3 ciclos encerrada en la torre de cristal.
María y Yami se sorprendieron porque a su parecer es mucho tiempo. El Inquisidor agrego:
— ¡¿Alguno de los presentes tiene otra pregunta o alguna opinión de acuerdo con el castigó que se le impondrá a la acusada?¡
Nadie dijo nada todos permanecieron callados, entonces el Inquisidor dio por terminado el juicio, todos y cada uno de los dioses se marchó a su respectivo dominio, el Inquisidor por su parte se llevó a Retza a la torre de cristal, en la cual fue esposada de la manos y de los pies, quedando colgada en el centro de la torre, entonces dicha torre comenzó a adsorber su energía, lo cual le causaba mucho dolor, Retza gritaba de dolor mientras lo hacía también decía:
— ¡Maldito! ¿Está es acaso tú venganza?
En eso el Inquisidor se retira el casco que cubre su cabeza y rostro, pudiéndose notar el rostro de un hombre de piel blanca, cabello negro azabache y ojos color miel. El cual dice:
— ¡Créeme cuando te digo qué me da mucho dolor verte en este estado en el que has caído! Pero más dolor me da Retza, saber que aún tu sabiendo lo que te pasaría si rompías las reglas, aún así lo hiciste, ¡Por el! Una bestia, en cambio yo Retza, me enfrente a todo por ti y solo te vi satisfacerte.
Retza entré dolor y lágrimas dice:
— ¡El vendrá por mí y me liberara! ¡Después te destruirá!
El Inquisidor:
— ¡Espero que venga! Y cuando lo haga lo destruiré frente a ti.
Mientras tanto Feral aún sigue en la habitación llorando y culpándose por todo, en eso alguien entró a la habitación, Feral se da la vuelta y ve que es un ser semejante a un hombre de piel morena con el cabello largo y amarrado en trenzas, viste una armadura plateada con capa negra, Feral lo ve se levanta y Pregunta:
— ¿Quién eres tú? ¿Acaso eres otro dios?
El hombre se ríe y dice:
— ¡No! Quisiera ser yo un Dios, yo me llamo Aken soy un Titán, el Titán de lo oculto.
Feral se asombra y dice:
— ¡Yo había escuchado de tu raza! Según entiendo estaba casi extinta.
Aken:
— ¡Si! Es cierto alguna vez fuimos una poderosa raza interdimensional pero ahora solo quedamos ocho de nosotros, esparcidos por el SAMSARA, obligados a escondernos a causa de nuestros enemigos los dioses.
Feral:
— ¿Pero las diosas saben que estás aquí?
Aken:
— ¡Si! Yo estoy con ellas
Feral:
— ¿Pero no son tus enemigos?
Aken:
— ¡Por supuesto! Pero si no puedes con el enemigo úneteles.
Feral:
— ¿Y porque has venido ante mí? Ellas te mandaron
Aken:
—¡No! Yo quería conocer en persona a aquel cuyo poder fue capaz de vencer al dios de la destrucción.
Feral se entristece y dice:
—¡Lo dices como si yo fuera algo importante! Pero la verdad es que tan solo soy un pobre diablo que pensó que podía ser feliz.
Aken se le acerca y le dice:
—Sabes, es cierto que tuviste muchas pérdidas, pero tú decides como honrarlas, si quedándote aquí y lamentarte o levantarte y vengar sus muertes. Lo que tú as echo el derrotar a un dios es algo que hace muchísimo tiempo que no pasaba, tu nombre se sabrá entre los dioses, ellos al escucharlo temerán, y los mortales te aclamaran.
Feral pensó en las palabras de Aken mientras que esté le dice:
— ¡Ven! Déjame mostrarte algo.
Aken pasa a través de las paredes de la habitación, Feral lo sigue pero con mucha desconfianza y temor, pasa al otro lado de la pared y llega a un gran salón blanco. Feral Pregunta:
— ¿Pero dónde estamos?
Aken:
—Estamos a bordo de una nave interdimensional, la llamo "La Gunguir" es capaz de viajar entre realidades y universos, también responde a las ondas cerebrales de sus tripulantes, así como también copia las habilidades de su piloto en este caso las mías.
Feral:
— ¿Y cuáles son tus habilidades?
Aken:
— Todos los Titanes poseemos la inmortalidad, solo un dios u otro Titán puede darnos muerte, también somos muy reciente a ataques físicos, mentales y espirituales, siendo solo los ataques del tipo divino son los únicos que pueden hacernos daño, y por último cada Titán posee una habilidad especial que rivaliza con el poder divino de los dioses, la mía es la de volverme invisible a los 11 sentidos existentes, por lo que ni siquiera los dioses pueden verme.
Feral se sorprende en eso Aken le ordenó a la nave que se abriera una ventana para que Feral viera el exterior y lo que vio deslumbró sus ojos. Un paisaje esplendorosamente inenarrable, entre todo eso se veían cientos de miles de millones de cristales refulgentes que flotaban.
Aken:
—Esto es el multiverso y cada uno de esos cristales son un universo.
Feral no es capaz de comprender cuan majestuosidad están viendo sus ojos. Y Pregunta:
— ¿Cómo es que esto se formo así?
Aken:
— Bueno hace 16 ciclos el dios de la creación Edén género toda la energía que existe, existió y existirá, luego creó el espacio que sostiene la creación, así nació la nada fue entonces cuando de la energía creo todos los materiales, almas y pensamientos, para crear su obra naciendo el Todo, también nacieron en ese tiempo el principio y el final, y cuando todo empezó a armarse nacieron el bien y el mal, luego la causa y el efecto, más tarde nació el propósito y la casualidad, la luz y la oscuridad, el ritmo y conservación, sin embargo en ese entonces solo existía un universo, pero sin vida que lo habitarán de echo solo era un espacio con partículas cargadas de energía estables.
Justo en ese momento llego María y Yami, quiénes le dicen a Feral:
— ¡Vemos que ya saliste! Bueno tenemos que hablar.
María:
—Retza fue juzgada y encarcelada en la torre de cristal por tres ciclos.
Aken:
— ¿Por tres ciclos?
Feral:
— ¿Exactamente qué es un ciclo?
Yami:
— Un ciclo es el tiempo que tarda la creación en rotar sobre si misma, en ese tiempo el omniverso llega a su fin y vuelve a comenzar, claro que entre principio y fin, pasan muchísimo tiempo, tanto que ningún mortal que no sea ni Titán ni híbrido, no han llegado siquiera a ver el final de un ciclo, ya que ni siquiera los universos, multiversos ni los megaversos duran tanto.
Feral se agita mientras María dice:
—Ella estará encerrada todo ese tiempo, y mientras lo hace la torre adsorbe su poder y cumple por ella la labor que ella debería de cumplir, a su vez la priva de toda libertad y conciencia, eso le causa mucho dolor.
Feral se enoja y grita:
— ¡Tengo que salvarla!
Yami le grita:
— ¡Ya cállate tarado! Eso no es tan fácil como crees, ella está en lo más profundo del reino de los dioses, para rescatarla, tendrías que enfrentarte no solo a los dioses que apoyan al inquisidor sino que también al inquisidor mismo.
Feral:
— ¡No me importa a quién tenga que enfrentar! Yo la rescatare, mataré a todo el que se me atraviese, destruiré la creación misma si es necesario.
María, Yami y Aken se ven las caras luego sonríen y dice María:
— ¡Entonces tienes que primero aprender a controlar tu poder divino! También tenemos que reunir un gran ejército, llamar a todos los Titanes, para asaltar el Reino de los dioses.
Feral:
— ¡Yo estoy dispuesto a todo! Díganme ¿Qué tengo que hacer?
Aken:
—Feral esto no será nada fácil.
Feral:
— ¡No me importa! Yo voy a hacer que paguen por haber destruido mi mundo y por haberse llevado a mi Retza.
María:
— ¡Muy bien! Cuando lleguemos a la mancomunidad empezaremos, por los momentos descansa, come y recupera fuerzas, nos queda un largo camino por delante.
Feral:
— ¿Por qué esperar? ¿Por qué no empezamos ahora?
Yami:
— ¡Idiota! No podemos, los dioses te andan buscando, ¿Por qué crees que estamos en esta nave? Para no llamar la atención, María y yo amplificamos los poderes de Aken para que pudiera ocultarnos a todos, así fue como ocultamos a Retza para que te ayudara, pero por tu estupidez ella tuvo que dejar esa protección y así salvarte, por eso es que está encerrada, así que ya deja de actuar como un animal y has lo que se te diga ¡Entendiste!
Feral:
— ¡A mí no me grites! Yo…
En eso Yami lo golpea en el estómago y luego le da otro golpe en la espalda haciéndolo caer en el suelo Yami pone su pie sobre el y dice:
— ¡Escoria mortal estás vivo gracias a nosotras! ¡Será mejor que seas más respetuoso!
María:
— ¡Ya basta! ¡Yami suéltalo ahora! ¿Yo te dije acaso que lo golpearas? ¡Feral has lo que te digo! Ten paciencia pronto salvaremos a Retza.
Aken llevo a Feral a su habitación, entonces Yami le dice a María:
—Sera que puedo hablar contigo a solas.
Ambas se van a un universo lejano, llegan a un planeta desértico y María le dice:
— ¿Qué sucede Yami?
Yami molesta le dice:
— ¡No me gusta para nada ese tal Feral! Lo detesto, no se sinceramente que le vio Retza, pero lo que más detesto es que me gritaras delante de él.
María trata de acariciarla pero ella se resiste denotando su molestia, María le habla:
—Pero Yami te guste o no lo necesitamos, el es la clave para que podamos estar juntas sin reglas y sin que nadie nos recrimine, además el no es tan feo, si tiene mal carácter pero es lindo ver cómo está dispuesto a todo con tal de salvar a Retza.
Yami la ve con ignorancia y le dice molesta:
— ¡Si te gusta tanto quédate con el!
María:
—Ya mi cielo no te comportes como una niña malcriada, ven aquí.
María comienza a acariciar a Yami, mientras que está poco a poco va cediendo y le dice:
— ¡Pero no me vuelvas a gritar en público sabes que no me gusta!
María la besa y comienza a desvestirla, y le dice:
—Esta bien mi linda.
María la desviste con tal delicadeza y ternura, hasta que la joven diosa queda totalmente desnuda y a merced de su compañera, María pasa sus labios y lengua por todo su cuerpo, al igual que sus manos con suave toque le hace erizar la piel, en eso Yami dice:
— ¿Qué haces, me haces cosquillas?
María:
—Solo trato de calmar a la bestia.
Yami:
— ¡la bestia tiene hambre!
Yami desviste a María bruscamente con tal pasión desenfrenada, la muerde, le jala el cabello, la aruña y María le dice:
— ¡Ahmm con que quieres jugar así, está bien!
María la toma del cuello y luego la tumba en el suelo, se abalanza encima de ella, con su boca explora todo su cuerpo, entre besos húmedos, mordidas, gemidos, juegos de dedos y demás, ambas funden su amor con tanta pasión descontrolada y sin frenos, que hacen temblar el planeta entero hasta que este se desborona y se destruye….