Elián apretó con ansias el paquete que acababa de recibir. El logo de "NeoRealm" brillaba en la parte superior, prometiendo aventuras más allá de su imaginación. Había ahorrado durante meses para poder tener en sus manos el visor y los guantes hápticos de última generación. Tras abrirlo con cuidado, colocó el visor en su cabeza, sintiendo cómo se ajustaba cómodamente.

"NeoRealm te da la bienvenida", resonó una voz suave y etérea en sus oídos mientras una pantalla de carga aparecía ante sus ojos. Se encontró flotando en un espacio vacío, con estrellas brillantes a lo lejos. Poco a poco, un avatar holográfico comenzó a formarse frente a él.

"¡Hola, Elián! Soy Lyria, tu asistente virtual. ¿Estás listo para personalizar tu avatar?", preguntó la figura.

Con una sonrisa, Elián asintió. Pasó las siguientes horas eligiendo detalles: desde la forma y color de sus ojos hasta el tipo de ropa y armadura que llevaría. El proceso era asombroso; cada vez que elegía un rasgo, Lyria ofrecía sugerencias y explicaba las habilidades o ventajas asociadas.

Una vez satisfecho con su personaje, un guerrero con armadura plateada y cabello azul oscuro, Lyria lo condujo hacia un portal brillante. "Es hora de comenzar tu aventura, Elián. ¿Estás listo?"

Sin dudarlo, dio un paso adelante y fue engullido por el portal. Emergió en un paisaje vasto y colorido, con montañas imponentes, vastas praderas y ciudades en la distancia. Las mariposas digitales revoloteaban y otros jugadores pasaban junto a él, algunos montando criaturas místicas y otros entrenando sus habilidades.

Elián no podía contener su asombro. Todo parecía tan real, desde la brisa que sentía en su rostro hasta el suave pasto bajo sus pies. Se perdió explorando, interactuando con otros jugadores y familiarizándose con la interfaz. Descubrió que podía acceder a misiones, comprar artículos y unirse a gremios.

Mientras caminaba por una senda, un grito de ayuda lo distrajo. Una joven maga estaba siendo acosada por un grupo de criaturas sombrías. Sin pensarlo, Elián sacó su espada y corrió hacia ellos.

El combate fue intenso. Elián descubrió que, a pesar de ser un juego, requería habilidad real y pensamiento estratégico. Con la ayuda de la maga, derrotaron a las criaturas y ella le agradeció con una reverencia.

"Soy Alina", dijo, extendiendo su mano. "¿Te gustaría unirte a mi en una misión? Podríamos usar alguien con tus habilidades".

Elián asintió, emocionado. Estaba claro que NeoRealm sería mucho más que un simple juego para él. Era un mundo lleno de aventuras, amistades y desafíos. Y estaba ansioso por descubrirlo todo.