Antes del caos que asoló el planeta, existían familias reales que servían como un reflejo del pasado. A pesar de haber perdido todo poder político y militar, estas familias todavía persistían en la memoria colectiva. Aunque la información sobre ellas es escasa después de la devastación, no se puede afirmar que toda evidencia de su existencia haya desaparecido por completo.
Regresando al presente, Dilan se hallaba perdido en un lugar desconocido, desorientado acerca de su ubicación exacta. Yacía en el suelo cuando susurros incomprensibles lo instaron a incorporarse. Siguiendo estas extrañas indicaciones, aunque carentes de explicación, se puso de pie, solo para encontrarse sin nadie a su alrededor.
Dilan: ¿Dónde estoy?
Perdido en la incertidumbre, trató de hallar algo que pudiera ser de ayuda, su mirada se posó en un altar de piedras grises y negras, evocando la apariencia de los antiguos altares de sacrificio que algunas culturas empleaban para honrar a sus deidades. De este altar irradiaba una intensa luz.
Dilan optó por aproximarse a esta enigmática luminosidad, mientras reflexionaba sobre sus próximos pasos. A medida que se acercaba, vislumbró una figura de fuego resguardada por una peculiar armadura, que cubría desde el pecho hasta la parte inferior.
Dilan: ¿Qué demonios es esto?
Las palabras resonaron como una clave, y una nueva oleada de susurros invadió sus oídos. Esta vez, una pregunta intrigante emergió en su mente: "¿El fuego puede quemarte?"
Dilan (confundido): ¿Eh?
Las voces lo instaron a tocar aquella misteriosa entidad. A pesar de su duda, las voces insistieron con mayor fuerza. Sintiéndose sin opciones, Dilan finalmente accedió y tocó la figura de fuego. En un sorprendente giro, la forma de fuego se transformó en una niña, la cual asimilaba su edad actual (5 años). Teniendo cabello castaño claro y, ojos grandes y brillantes de color avellana, pecas en las mejillas. La figura ardiente se había convertido en una humana de carne y hueso.
Dilan (sorprendido): Increíble.
El suelo tembló con fuerza, causando un breve caos antes de que la calma volviera al lugar. Dilan sintió la urgencia de marcharse, pero la idea de dejar a alguien atrás lo atormentaba. Decidió actuar y se acercó a la joven que había surgido del fuego, buscando despertarla y entender lo que estaba sucediendo.
Dilan: ¡Despierta!
Sin obtener respuesta de la joven, Dilan sintió que las voces tenían razón. Con cuidado, la levantó en brazos, sintiendo el calor suave que emanaba de su cuerpo. Con determinación, comenzó a moverse, siguiendo su instinto y buscando un lugar seguro para llevarla. Las voces resonaban en su mente, guiándolo en medio de la misteriosa situación.
Cargando a la joven en brazos, Dilan se apresuró por uno de los caminos, siguiendo su instinto y tratando de encontrar una salida. Las voces seguían resonando en su mente, pero ahora también se sumaba el latido de su propio corazón, lleno de incertidumbre y ansiedad. A medida que avanzaba, se daba cuenta de que estaba en un lugar desconocido, lleno de peligros y misterios, pero su determinación lo impulsaba a seguir adelante.
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Ya a salvo.
Dilan: Vaya.
Se sorprendió al escuchar la voz de la joven que llevaba en brazos. La miró con atención y vio que sus ojos se abrían lentamente, revelando una mirada confundida y desorientada. La joven parpadeó varias veces, tratando de enfocarse en su entorno. Dilan sintió un alivio instantáneo al ver que estaba bien y consciente.
Dilan: ¿Eh?
Al despertar, la joven parecía molesta, como si estuviera incómoda por estar en manos de un "siervo", como ella se refería a Dilan. Su desprecio era evidente en su mirada, lo cual dejó al novato desconcertado y sin comprender del todo lo que estaba ocurriendo con ella.
Dilan: Hola.
El saludo pareció disgustarle, ya que su respuesta fue negativa y distante.
Niña misteriosa (irritada): Déjame en el suelo de inmediato.
Dilan: Está bien.
Niña misteriosa (irritada): Qué asco que alguien como tú me haya tocado.
Dilan: Oye, yo te salvé...
Misteriosa niña: Eso es lo mínimo que debes hacer.
Dilan (un poco molesto): Al menos agradéceme.
Niña misteriosa: No necesito agradecimientos. Acabas de tocar el cuerpo de una princesa.
Dilan: ¿Princesa?
Niña misteriosa: Ustedes no entienden nada. No importa que ya no esté en casa, aún sigo siendo de la nobleza.
Su actitud no le agradó en absoluto, y ahora que estaban a salvo, deseaba alejarse de ella.
Dilan: Como quieras, te dejo. Adiós.
Niña misteriosa: ¿A dónde vas?
Dilan: A buscar una salida.
Niña misteriosa: ¿Vas a dejarme aquí abandonada?
Dilan: Exactamente. Eso te pasa por no agradecerme.
Niña misteriosa: Guíame hacia la salida si no quieres que tu cuerpo se despedace en pedazos.
Dilan: No creo que seas capaz.
Una pequeña bola de fuego impactó cerca de él, destruyendo gran parte de la pared a su lado.
La niña misteriosa: ¿Decías?
Dilan: Absolutamente nada contradictorio a tus opiniones.
Ambos se adentraron en uno de los caminos. La extensión del pasaje les dio a Dilan una oportunidad para iniciar una conversación.
Dilan: ¿Te puedo hacer una pregunta?
Niña misteriosa: No.
Dilan: ¿Puedo preguntarte por qué estás aquí?
Niña misteriosa: No.
Dilan: ¿Me permites hacerte una pregunta?
Niña misteriosa: No.
Dilan: Entonces, será un largo camino.
............
.............
.............
Dilan: Solo quiero saber por qué te convertiste en una humana.
Niña misteriosa: No soy alguien repugnante.
Dilan: Tu cuerpo dice lo contrario.
Niña misteriosa (convencida): ¿Qué dices? Soy completamente...
Sin embargo, su conversación se vio abruptamente interrumpida por la sorpresa de ella al darse cuenta de que se había transformado en humana.
Niña misteriosa (Asustada): ¡¿Qué es esto?!
Dilan: ¿Te das cuenta ahora?
Niña misteriosa (Enojada): ¿Qué me hiciste?
Dilan: Yo no hice nada.
Niña misteriosa (Enojada): Más te vale revertir este hechizo o te arrancaré la cabeza.
Dilan (Preocupado): Te lo juro, no hice nada.
Niña misteriosa (Furiosa): Entonces, explícame esto.
Dilan: No lo sé.
Niña misteriosa: Cuando salga de aquí, te juro que te desmembraré.
Dilan (más preocupado): Te estoy diciendo que yo no te hice nada.
Niña misteriosa: ¿Qué ocurrió antes de que estuviera en tus sucias manos?
Dilan: Solo te vi en un altar y unas voces me dijeron que te tocara.
Niña misteriosa: Eso es imposible. Yo soy quien decide cuándo transformarme.
Dilan: No tengo idea de qué hablas.
Niña misteriosa: Claro, ustedes son unos ignorantes repugnantes. Algo como la basura o algo así, se decía.
Dilan: Deja de llamarme basura.
Niña misteriosa: Eso es porque es cierto.
Dilan (Irritado): Tsk. Sigamos caminando.
Luego de varios minutos, alcanzaron el final del camino, solo para encontrarse con un bloqueo de escombros que obstruía el paso.
Dilan: Hasta aquí hemos llegado. Volvamos para tomar otro camino.
Niña misteriosa: No puedo soportar caminar otra vez.
Dilan: No podemos hacer nada, está blo...
Las constantes bolas de fuego lanzadas por la niña misteriosa lograron remover los escombros que bloqueaban el camino.
Niña misteriosa: Ya está.
Dilan: Cierto, olvidé eso.
Niña misteriosa: Cállate y sigue guiando.
Tras la remoción de los escombros, se reveló una puerta de piedra, aunque lamentablemente se encontraba bloqueada.
Dilan: No podemos, está cerrada.
A pesar de los esfuerzos de la princesa por derribarla con bolas de fuego, la puerta apenas sufrió daños menores.
Dilan: Parece resistente.
Niña misteriosa: Déjame pasar.
Dilan: ¿Por qué?
Niña misteriosa: ¿Quieres morir o no?
Dilan: Está bien, me aparto.
La niña cargó una poderosa bola de fuego en su mano, como si estuviera a punto de lanzarla. Sin embargo, la bola de fuego se desvaneció y en su lugar formó un puño cargado de energía ardiente. Con un golpe contundente, impactó la puerta que no pudo resistir y se derrumbó en pedazos.
Dilan miraba con asombro lo que sucedía.
Niña misteriosa: Por fin, la salida.
Dilan (sorprendido): ¿Qué fue eso?
Niña misteriosa: A eso lo llamo... *prepara la voz* "Impacto Infernal".
Dilan (animado): ¿Puedes enseñármelo, por favor?
La niña misteriosa: No.
Dilan (Decepcionado): Ya lo sabía.
La emoción desapareció repentinamente.
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Ingresaron a un espacio similar, aunque esta vez más amplio y espacioso que el anterior. A su alrededor, se toparon con puertas bloqueadas y otras en ruinas. Estaban inmersos en un lugar donde la soledad de años pasados se entremezclaba con la aventura de estos dos niños
Una puerta imponente, que parecía ser la entrada principal del lugar, estaba seriamente agrietada, a punto de derrumbarse con un solo fuerte impacto.
Dilan: Esa debe ser la salida.
Niña misteriosa: Parece que estás en lo correcto. Deberíamos intentar abrir esa puerta.
Dilan: Pero antes, ¿no crees que sería mejor explorar un poco más? Podríamos encontrar algo útil o incluso otras salidas.
Niña misteriosa: Hm.., como quieras. Pero no me hagas perder el tiempo.
Optaron por adentrarse aún más en el lugar, explorando las distintas habitaciones y pasillos. A medida que avanzaban, se encontraron con enigmáticos símbolos tallados en las paredes y objetos extraños dispersos por el suelo.
Dilan: Estos símbolos son bastante intrigantes. Parecen pertenecer a alguna antigua civilización.
Niña misteriosa: No me importan los símbolos. Solo quiero encontrar la salida y regresar a donde pertenezco.
Persistieron en su exploración hasta que alcanzaron una sala bañada por una tenue luz. En el centro de la habitación reposaba un pedestal con un libro antiguo y cubierto de polvo.
Dilan: Mira, un libro. ¿Deberíamos echarle un vistazo?
Niña misteriosa: No tengo tiempo para leer libros viejos. Avancemos.
Movido por la curiosidad, Dilan se inclinó y levantó el libro, abriéndolo con cuidado para explorar su contenido. Las páginas estaban llenas de inscripciones en un idioma desconocido y de dibujos enigmáticos que despertaron su intriga.
Dilan: Esto es fascinante. Parece contener información importante sobre este lugar.
Niña misteriosa: Deja de perder el tiempo con tonterías y sigue adelante.
A pesar de su renuencia inicial, Dilan decidió guardar el libro en su mochila y continuaron explorando. Recorrieron habitaciones desgastadas por el tiempo, algunas de las cuales parecían haber sido laboratorios o salas de experimentos. Después de un tiempo considerable, llegaron a una habitación con una puerta bloqueada pero en buen estado. Fue una inscripción en el marco de la puerta lo que atrajo la atención de Dilan.
Dilan: "La llave está en el pasado". ¿Qué podría significar eso?
Niña misteriosa: No me importa. Si no encuentras la forma de abrir esa puerta, seguiré adelante sin ti.
A pesar de su renuencia inicial, Dilan decidió guardar el libro en su mochila y continuaron explorando. Recorrieron habitaciones desgastadas por el tiempo, algunas de las cuales parecían haber sido laboratorios o salas de experimentos. Después de un tiempo considerable, llegaron a una habitación con una puerta bloqueada pero en buen estado. Fue una inscripción en el marco de la puerta lo que atrajo la atención de Dilan.
Dilan: ¡Mira! Creo que encontré algo. Parece que necesitamos una llave para abrir esta puerta, y el libro nos está dando una pista sobre su ubicación en el pasado.
Niña misteriosa: ¿En el pasado? ¿Qué tonterías dices?
Dilan: No lo sé con certeza, solo me guio de dibujitos. Pero podría haber un objeto o una pista escondida en alguna parte de este lugar que nos lleve a esa llave.
Decididos a encontrar la llave, prosiguieron con su exploración de las habitaciones y pasillos, buscando pistas o cualquier indicio del objeto en el pasado. La aventura cobraba un tinte más emocionante a medida que se adentraban en lo desconocido, enfrentando peligros y resolviendo enigmas en su búsqueda de una salida.
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Mientras tanto en el templo de planta.
Yasar: ¿Cuánto tiempo más estaremos acá sentados?
Daniel: Hasta que Dilan vuelva.
Yasar: ¿No podemos solo buscarlo?
Daniel: En las condiciones actuales nos es imposible tratar de buscarlo. Todas las puertas se encuentran selladas, incluso por donde entramos. Esperemos.
Yasar: *suspira del aburrimiento* Cierto estamos atrapados.
Paulo: Esto es aburrido
Yasar: Sobre la misión, ¿qué pasa con los otros?
Daniel: No lo sé, me dijeron que no podía hablar porque estaban con una cosa extraña que le tenían miedo si no le prestaban atención.
En otra parte del templo planta.
Leo: ¿Y ahora qué hacemos?
Jhon: No sé, solo no hagas ningún movimiento brusco
Criatura: Si tan solo no estuviese atrapado aquí, continuaría con mi masacre.
Leo: ¿Qué es eso que dices?
Criatura: ¿No puedes verme? Soy una criatura atrapada en esta forma incorpórea. Antes, solía sembrar el caos y el terror, pero ahora estoy confinado en este lugar.
Jhon: ¿Por qué estás atrapado aquí?
Criatura: Fui sellado por aquellos que temían mi poder. Pero si alguien logra liberarme, estaré dispuesto a concederles un deseo a cambio.
Leo: ¿Un deseo?
Criatura: Sí, puedo otorgar un deseo a aquel que me libere. Pero ten cuidado, los deseos a menudo tienen consecuencias inesperadas.
Jhon: No podemos confiar en algo así. Es demasiado arriesgado.
Leo: Pero si logramos liberarlo, podríamos usar su poder para ayudar a los demás.
Criatura: Exactamente, puedo ayudarlos en su búsqueda y en su lucha contra el caos que se ha desatado en este mundo. Solo necesito ser liberado.
Jhon: No estoy seguro de esto...
Leo: Jhon, confía en mí. Si podemos obtener ayuda, incluso si es arriesgado, vale la pena intentarlo.
Jhon (Molesto): Reacciona, Leo. En primera no sabes si esta siendo sincero o no.
Leo: La verdad es que me da pena.
Jhon: ¡Que no lo vamos a liberal!
Leo: Pregúntale tu.
Jhon: ¿De qué?
Leo: Algo para saber si está mintiendo o no.
Indignado, Jhon voltea para ver a la criatura.
Jhon: ¿Estas mintiendo?
Criatura: Jodete
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De regreso con Dilan.
Dilan: Creo que ya sabes que hacer.
Ante la falta de éxito en encontrar la llave, optaron por regresar a la sala con la gran puerta.
Niña misteriosa: No me sigo ordenes de un campesino hipócrita
Dilan: Ni siquiera sabes que significa esa palabra (hipócrita)
Niña misteriosa: Además de hipócrita, babieca
Dilan: ¿Cómo sabes tantas palabras raras?
Niña misteriosa: Voy recordando mientras pasa el tiempo. Ceporro
Dilan: Tengo el presentimiento que tampoco sabes el significado de esa palabra.
Niña misteriosa: Estoy cansada. Voy a sentarme.
Dilan: Solo hazlo, quiero salir de acá.
Niña misteriosa (Molesta): Si me lo ordenas no lo hare.
Dilan: Si no lo haces nos quedaremos atrapados.
Niña misteriosa (Molesta): Lo hare cuando quiera hacerlo. De todas maneras, no hare caso a un baladí.
Dilan: Okey, pero no tardes.
Niña misteriosa: Tardare.
Dilan (Quejándose): Ahg....
Niña misteriosa: Hey, tu brazalete está brillando.
Dilan: Eh ¿Brazalete?
Niña misteriosa: Enserio, ¿No sabes lo que es un brazalete?
Dilan (Disgustado): No tienes derecho decirlo. Me preguntaste que traía en la espalda, objeto que claramente era una mochila. Y si, se que es un brazalete, pero me olvide que tenia uno en mi muñeca.
Niña misteriosa: Idiota.
Dilan miró a la niña con una expresión de desprecio, mientras examinaba su brazalete. Para su sorpresa, notó que el brazalete estaba bloqueado por su propia acción, aunque no tenía idea de cómo había logrado eso. Al explorar más a fondo el contenido del brazalete descubrió que tenía un buzón de mensajes. Para su asombro, el buzón contenía 234 mensajes, todos ellos de Daniel.
Dilan: ¿Cuánto tiempo llevo aquí?
Niña misteriosa: A mí que me preguntas.
Dilan: Era una pregunta para mí mismo.
Niña misteriosa: Estas loco.
Dilan: Podríamos estar salvados si supiera como llamar a Daniel.
Un recuerdo emergió en su mente, recordando cuando Daniel le explicó que el brazalete también funcionaba como un intercomunicador. Con este pensamiento en mente, Dilan procedió a ponerse su traje.
Dilan: Ya está.
Niña misteriosa: ¿Qué es eso?
Dilan: Es nuestra salvación. Con esto puedo llamar a mi hermano y el podrá salvarnos.
Con su conocimiento limitado, Dilan decidió llamar a Daniel. Por suerte, Daniel respondió la llamada.
Daniel: Dilan ¿en dónde estás?
Dilan: Veo que están cansado, ¿qué haciendo?
Daniel: Encerrado con tus amigos
Niña misteriosa: Rápido pídele ayuda.
Daniel: ¿Quién está hablando?
Dilan: Me encontré a alguien por acá.
Daniel: ¿Alguien?
Dilan: Dime como salir de aquí.
Niña misteriosa: Que clase de petición de ayuda es esa.
Daniel: Dame pistas de donde estas.
Dilan: Estoy en un lugar hecho de pura piedra quemada creo, digo quemada porque todas están negras.
Daniel: ¿Piedras negras?. No serán rocas volcánicas.
Dilan: Creo
Daniel: Eso quiere decir que están en el templo de fuego.
Dilan: Si estoy en el templo de fuego, eso quiere decir que el lugar está a poco de derrumbarse por completo.
Daniel: Sal de inmediato de ahí y mantente a salvo. Yo tratare de pedir ayuda.
Dilan: Okey.
Daniel: Antes de colgar. Te recomiendo no confiar en ella.
Dilan: ¿Por qué?
Niña Misteriosa: ¿Que están hablando?
Daniel: Recuerda lo que dijo nuestros padres. No confíes en extraños, en especial en esta ocasión.
Dilan: Tendré cuidado.
Daniel: Cuídate.
Dilan asintió y luego colgó la llamada.
Niña misteriosa: Si derrumbo esa puerta, puede que el lugar se caiga a pedazos.
Dilan: Si, así que hazlo con cuidado por favor.
Niña misteriosa: No te preocupes.
Dilan: Primera vez que dice algo sin insultarme.
Con una sonrisa en el rostro, Dilan hizo temblar la puerta hasta que finalmente se derrumbó con un impacto infernal.
El impacto fue tan poderoso que el lugar del templo comenzó a derrumbarse rápidamente.
Niña misteriosa: Ya me voy, adiós.
Dilan: ¡Espérame!
El colapso dejó atrás una escena caótica. A medida que salían del lugar en ruinas, se encontraron en otra sala igualmente amplia y espaciosa.
Grandes murales decoraban las paredes, capturando momentos clave de la historia. Sin embargo, las imágenes también incluían figuras humanoides similares a la niña misteriosa en su forma original. La sala estaba adornada con numerosos asientos de piedra, algunos de los cuales estaban en mal estado. Estatuas talladas en el mismo material se alineaban en el fondo, aunque muchas de ellas estaban destruidas. Al final de la sala, un altar sostenía una roca volcánica con una grieta en forma de cubo que dejaba entrever su interior de magma.
Dilan (intrigado): ¿Dónde estamos?
Niña misteriosa: Este lugar es el último recuerdo que tengo antes de quedarme dormida. Mis padres me trajeron aquí para mantenerme a salvo de fuerzas desconocidas que aun no comprendo. Nunca sabré qué sucedió aquel día.
Dilan: ¿Estás bien?
Niña misteriosa: ¿Por qué no lo estaría?
Dilan: Estás llorando.
Niña misteriosa: ¿Llorar?
Las lágrimas brotaron de sus ojos, una experiencia humana que nunca antes había sentido.
Niña misteriosa (asustada): ¡Agua está saliendo de mis ojos! Eso no es posible. A menos que... ¡tú! ¿Qué me has hecho? ¿Por qué me siento así?
Dilan: ...
Se acercó a ella.
Niña misteriosa (asustada): ¡Aléjate!
Dilan la abrazó en silencio, sin necesidad de decir una palabra más durante los siguientes minutos.
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Dilan (intrigado): ¿Para qué servirá esto?
Niña misteriosa: Ni idea.
Los dos niños estaban examinando detenidamente el objeto con forma de cubo.
Dilan: Este templo parece muy antiguo.
Niña misteriosa: Es de hace milenios. O eso creo.
Dilan: Pareces muy tranquila.
Niña misteriosa: Estar atrapada apesta.
Dilan: Supongo que finalmente estamos en buenos términos.
Niña misteriosa: Oye, campesino. Si logramos salir de aquí, recuerda que lo que sucedió en el templo de fuego se queda en el templo de fuego.
Dilan: Y volviste a la normalidad. Qué molestia.
Niña misteriosa: Tal vez este objeto sea la llave para...
En el momento en que intentaron sacarlo de su contención, se produjo un leve temblor.
Dilan: El suelo se está moviendo.
Dos estatuas comenzaron a moverse en dirección a los niños de manera amenazante.
Dilan: Esto no es bueno... Espera, esas cosas se parecen a las figuras del libro.
Niña misteriosa: Pensé que los centinelas estaban estropeados.
Dilan: Cen...
De repente, el suelo debajo de ellos se rompió debido al temblor anterior. Dilan cayó al abismo, mientras que la niña misteriosa se preparaba para enfrentar a las estatuas en movimiento.
Niña misteriosa (con confianza): Uno por uno, por favor.
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Dilan: Cada vez odio más este lugar.
Mirando a su alrededor, Dilan notó una grieta en una de las paredes. Se acercó y trató de ver a través de ella, ya que parecía mostrar algo al otro lado.
Dilan: Debe ser una salida, al menos eso espero.
Sin embargo, estaba equivocado. Al mirar a través de la grieta, vio un paisaje completamente distinto al templo. Parecía una jungla que nunca había visto antes, y notó movimiento entre la densa maleza.
Dilan: ¿Qué se esconde ahí?
La criatura que estaba oculta en la maleza notó la presencia de Dilan. La maleza dejó de moverse.
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Mientras tanto, la niña misteriosa se enfrentaba a los centinelas en una intensa batalla. Utilizando su fuerza sobrehumana, logró destruir el brazo de uno de ellos. Sin embargo, eso fue solo un contratiempo, ya que los centinelas seguían moviéndose a pesar del daño.
Niña misteriosa: Destruir a estas cosas será más difícil de lo que pensaba.
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Volviendo a Dilan.
Su ojo seguía mirando a través de la grieta cuando esta se abrió aún más. Sobresaltado por la inesperada acción, Dilan se cayó asustado. Su miedo aumentó al escuchar un rugido proveniente del otro lado. Decidió esconderse detrás de algunos escombros, una idea brillante, ya que la criatura logró atravesar la grieta y entrar en el templo. Sin ninguna razón para mirar, Dilan resistió la tentación de asomarse, ya que presentía que algo malo ocurriría si lo hacía. La criatura escuchó la batalla que se estaba librando arriba y decidió curiosear un poco.
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Los centinelas no daban tregua. La niña continuaba luchando a pesar de recibir fuertes golpes que dolían como fracturas. Parecía que no había salvación, pero sin previo aviso, llegó la criatura de otro mundo.
Todo su cuerpo estaba cubierto de escamas y espinas óseas que sobresalían. Sus ojos se asemejaban a los de un anfibio. Tenía una dentadura espantosa con dientes en forma de sierra que se movían como uno solo. Una cresta roja en su cabeza era una característica notable. Su torso y patas eran similares a los de un lagarto. Sus garras eran extremadamente afiladas, como una espada en perfecto estado. Y, finalmente, su larga cola terminaba en un mazo con múltiples espinas óseas.
Su primer encuentro con los centinelas fue arrancarle la mandíbula a uno de ellos, y en lugar de sangre, lava comenzó a caer lentamente. Parecía que eso no era suficiente para derrotarlo, ya que necesitó golpearlo con el mazo de su cola varias veces hasta que cayera rendido al suelo, a merced de las afiladas garras de la criatura.
El segundo centinela apartó a la criatura de los restos del primero con un golpe contundente, arrojándola contra una columna de piedra. Aprovechando la desorientación causada por el impacto, el centinela agarró a la criatura y la estampó contra la pared.
Parecía que estaba a punto de acabar con esa cosa. Aunque la criatura se encontraba en una posición desventajosa, aprovechó cada segundo para encontrar una salida, y la encontró. Justo antes de que el centinela diera el golpe final, la criatura utilizó su cola en un fugaz momento de vulnerabilidad del centinela, causándole un daño colateral en la espalda del ser rocoso.
Después de liberarse, la criatura siguió utilizando su cola como arma, esta vez para infligir suficiente daño como para decapitar por completo al centinela.
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Dilan pudo salir del agujero donde se encontraba escondido.
Niña misteriosa: Agáchate si no quieres ser devorado por esa cosa.
Dilan: ¿Qué ha pasado aquí?
Niña misteriosa: Ves a esa cosa, destrozo a los dos centinelas.
Dilan: Con centinelas te refieres a las estatuas movientes ¿Verdad?
Niña misteriosa: Totalmente. Fueron creados para vigilar estos templos.
Dilan: Me gustaría escuchar más, pero escapar es lo principal.
Con mucho cuidado, se dirigieron por donde habían entrado. Sin embargo, en medio del camino, recordaron que la entrada se hallaba destruida.
Niña misteriosa: Tenemos que regresar para encontrar otra salida
Dilan: Esta bien...
Unas pisadas pusieron en alerta a los niños. La criatura los había descubierto. Dilan cayó preso del pánico, mientras que su acompañante se preparaba para lo que se avecinaba. Sin embargo, notaron algo curioso: la criatura parecía centrar su atención únicamente en ella y no en Dilan. Para confirmar esta extraña situación, la niña dio unos pequeños pasos y comprobó que la criatura la seguía con la mirada, ignorando por completo a Dilan.
Niña misteriosa: Tal vez.
La niña se tranquilizó y redujo su nivel de poder. La criatura, por su parte, giró en dirección opuesta para continuar devorando unas esferas que los centinelas tenían en sus pechos. Estas esferas contenían grandes cantidades de energía de fuego. La criatura parecía decidir que no valía la pena gastar energía en ellos como presas, ya que ya tenía suficiente para saciar su hambre.
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Los dos niños felizmente encontraron una ¨Salida¨ (La misteriosa niña destruyo una pared) que los saco del templo.
Solo para darse cuenta de que la ubicación del templo era un...
Dilan: Un volcán, quien lo diría.
Fin