Atrapados sin una salida clara, los dos niños se prepararon para enfrentar lo que parecía ser una situación complicada.
Dilan: ¿Y ahora qué hacemos?
Niña misteriosa: No lo sé.
Dilan: No puede terminar así.
Los pasos resonaron cercanos, llenando el ambiente de expectación y anticipación.
Niña misteriosa: Prepárate, están cerca.
Dilan: Aún no estoy preparado... espera, ¿no se me olvida algo?
Niña misteriosa: Sea lo que sea, sácalo rápido.
Dilan: (Pensando) Mmmmm... Ah, ya recordé.
Niña misteriosa: ¿Qué es?
Dilan: Me olvidé de presentar el episodio.
Niña misteriosa (Confundida): ¿Eh?
Dilan: Cierto, todavía no lo entiendes. Después te lo explico.
Niña misteriosa (Extrañada): ¿Estás bien?
Dilan: *Volteando hacia el público* Ustedes se preguntarán cómo llegamos aquí, y yo responderé... Me da pereza explicarlo todo, así que les contaré mediante un flashback mágico. *Guiña el ojo*
_____________________________________________
Una hora antes
Dilan: Un volcán.
Niña misteriosa: Creo que eso era obvio.
Dilan: ¿Y por qué no nos quemamos?
Niña misteriosa: Técnicamente, yo soy de fuego. En cuanto a tu situación, no tengo ni idea.
Dilan: Tienes razón.
Niña misteriosa: De todos modos, no nos sirve de nada discutir sobre el tema.
Dilan: Por cierto, también manejo el elemento fuego.
Niña misteriosa: Me da igual si controlas el fuego, sigues siendo un estúpido.
Dilan (Fastidiado): ¿Podrías dejar de insultarme por un minuto?
Niña misteriosa: No.
Dilan (Enojado): Mira, he intentado ayudarte para que salgas con vida de este lugar.
Niña misteriosa: Es tu deber, soy una princesa.
Dilan (Enojado): No sé cuánto tiempo ha pasado desde que tu mundo explotó y esas cosas, pero las cosas han cambiado.
Niña misteriosa (Exigente): Aun así, sigo siendo de la nobleza.
Dilan (Enojado): ¡Ya no existe la nobleza!
Niña misteriosa: Pues debería existir. Pertenezco a una clase alta.
Dilan: Vete.
Niña misteriosa: ¿Qué?
Dilan: Traté de ser amable contigo, traté de mantener la calma para no asustarte. Traté de hacerte sentir bien en todo momento, soporté tus insultos. Hice todo eso por ti, y aun así no muestras ni un poco de consideración. Incluso intenté tranquilizarte con un abrazo.
Trate, trate, y seguí tratando. ¡¿PARA QUE?! SI AL FINAL NO EXISTIO NADA.
Arrodillado en el suelo, Dilan se rinde, sintiendo una mezcla de agotamiento y resignación.
Dilan: Siempre tuviste razón, fui un idiota por intentar.
Niña misteriosa: ¿Por qué lo hiciste?
Dilan: Porque no quería que tuvieras miedo, quería que te sintieras bien.
Un silencio abrumador llenó el aire, extendiéndose durante un minuto que pareció eterno. Dilan estaba cubierto de lágrimas, mientras que ella mostraba un evidente arrepentimiento al reflexionar sobre sus acciones.
Dilan: Sigamos. Quiero salir de aquí. No quiero discutir, solo quiero irme...
Thunder: Thunder.
Dilan: ¿Qué?
Thunder: Thunder, ese es mi nombre.
Evitando el contacto visual, la niña finalmente revela su nombre.
Dilan: ...
Thunder: Lo siento si te lastimé. No te culpo si no me perdonas, pe...
Dilan: Un gusto en conocerte, Thunder. Me llamo Dilan.
Lleno de alegría, Dilan extiende su mano, esperando que Thunder estreche la suya.
Thunder: También es un gusto para mí.
Ella responde con alegría al gesto de Dilan.
Dilan: Además, no sé por qué digo mi nombre. Ya lo escuchaste, si no mal recuerdo.
Thunder: De todos modos, quería oírlo de nuevo. (Ruborizada) Creo que es bonito.
Dilan: ¿Qué dijiste justo ahora?
Thunder (Ruborizada): Nada, olvídalo.
Dilan: No, en serio. No escuché esa parte.
Thunder (Ruborizada): Déjalo así, está bien.
Dilan: Eh, tu rostro. Está un poco rojo.
Thunder (Ruborizada): ¿Rojo?
Dilan: Sí, parece como si tuvieras fiebre.
Thunder: Tal vez sea algo sin importancia. Mejor subamos al...
Quedó asombrada por la reacción de Dilan cuando él colocó su mano en su frente para tomarle la temperatura debido a su rubor.
Dilan: Ahora que lo pienso, es un poco estúpido hacer esto, considerando que eres de fuego y...
Thunder (Ruborizada): No, está bien. Sigue así.
Dilan: ¿Segura?
Thunder (Ruborizada): Sí, se siente bien.
Dilan (Confuso): ¿De acuerdo?...
Después de ese momento, optaron por subir al cráter del volcán para obtener una vista más amplia. Fue entonces cuando se dieron cuenta de que el templo del fuego estaba en realidad ubicado en una isla.
Dilan: ¿Cómo llegué a esta isla?
Thunder: Es una vista hermosa.
Dilan: Ignorando el volcán detrás de nosotros que podría hacer erupción en cualquier momento, sí, es una vista hermosa.
Thunder: Hey, una pregunta.
Dilan: ¿Qué pasa?
Thunder: Si salimos de esto, ¿qué pasará después?
Dilan: La verdad es que no lo sé. Es algo difícil de decir. Pero por ahora, debemos concentrarnos en cómo salir de aquí.
Thunder: La vista desde aquí es buena para orientarnos.
Dilan: Sí, tanto así que puedo ver a unas personas acercándose hacia nosotros.
Thunder: ¿Personas?
Dilan: Sí, mira allí.
Ambos fijaron su mirada en la misma dirección.
Thunder: ¿Por qué esas personas son de color rojo?
Dilan: No lo sé, pero creo que podrían ayudarnos.
Thunder: Me parece que no vienen en son de paz.
Dilan: ¿Si los llamamos y les preguntamos dónde estamos?
Thunder: Primero debemos averiguar cuál es su objetivo.
Dilan: ¿Crees que podrían ser peligrosos?
Thunder: Tal vez.
Los nativos se acercaron corriendo.
Dilan: ¿Por qué no caminan en lugar de correr?
Los nativos sacan lanzas.
Thunder: Ahora entiendo por qué.
Dilan (Nervioso): ¿Qué hacemos?
Thunder: Corramos.
Dilan (Nervioso): ¿Hacia dónde?
Thunder: Hacia los árboles.
Dilan (Nervioso): Pero, yo no sé trepar.
Thunder: Puedo saltar de rama en rama.
Dilan (Nervioso): ¿Y yo?
Thunder: ¿Recuerdas cuando me encontraste y me llevaste en brazos?
Dilan: Sí.
Thunder: Es hora de devolverte el favor.
Dilan: No me digas que...
Como si fuera una princesa, Dilan es llevado en brazos por Thunder hasta llegar a una rama resistente de un árbol.
Thunder: Escapamos de ellos.
Dilan: No estoy seguro.
Thunder: ¿Qué ocurre?
Ambos observan cómo las personas vestidas de rojo se acercan hacia ellos con una mezcla de curiosidad y cautela.
Thunder: Seguro que no saben escalar.
Los nativos demostraron su destreza al trepar hábilmente por los árboles.
Dilan: Al verlos de cerca, pensé que sus máscaras eran sus caras.
Thunder: Deberíamos irnos.
Dilan: Solo un momento, lo anterior nos tomó por sorpresa y...
Siguiendo su estrategia anterior, Thunder carga a Dilan en brazos mientras intentan escapar de la inminente amenaza.
Dilan (Sorprendido): Impresionante, puedes saltar muy lejos.
Thunder: No tanto, acabo de despertar de una gran siesta, puedo saltar aún más lejos.
Dilan: Si logramos salir de esta, ¿me podrías enseñar tus trucos?
Thunder (Emocionada): Claro, puedes contar con eso.
La lanza aterriza peligrosamente cerca de ellos, aumentando la tensión de la situación.
Dilan y Thunder (Aliviados): Eso estuvo cerca.
Las lanzas pasan zumbando a su alrededor, creando un cerco de peligro mientras los nativos continúan lanzándolas hacia ellos.
Thunder: Voy a aumentar la velocidad.
Dilan (Preocupado): Mejor será.
La velocidad aumenta considerablemente.
Dilan: ¡No tan rápido!
Thunder: Aguanta.
Mientras Dilan se encuentra en los brazos de la princesa, el chico fuego intenta impactar a algunos de los nativos con sus disparos de fuego.
Dilan: ¡Necesito darle al menos a uno!
Mientras intenta acertar un disparo, Dilan divisa unas grandes plantas colgando debajo de las ramas de los árboles.
Dilan: Thunder, divisa a que rama saltas.
Thunder: ¿Por qué?
De repente, un nativo salta cerca de ellos, pero una de las plantas que Dilan diviso logra atraparlo.
Thunder: Gracias por la advertencia, Dilan.
Dilan: De nada.
De pronto, un camino accidentado los toma por sorpresa. Sin opciones de escape, deciden adentrarse en él. Al salir del dichoso pasaje, Dilan y Thunder se encuentran en medio de un asentamiento construido por los nativos. Las casas están hechas con materiales naturales de la isla y se alinean a lo largo de senderos que serpentean entre los árboles. La gente parece estar ocupada con sus actividades diarias, y algunos se detienen para mirar a los recién llegados con curiosidad y asombro.
Dilan: Oh demonios, hemos entrado en su territorio
Más nativos comienzan a salir de sus casas y los atacan.
Corriendo por los puentes y pasando entre los nativos, Dilan y Thunder logran abrirse camino con esfuerzo. La sorpresa inicial de los nativos se convierte en una reacción de defensa mientras intentan detener a los intrusos. Sin embargo, la determinación de los dos niños y la fuerza de Thunder les permiten avanzar y esquivar los obstáculos que se les presentan. A medida que continúan corriendo, Dilan busca la mejor ruta para evadir a los nativos y llevar a Thunder a un lugar seguro..
Dilan: Son demasiados. Debemos salir de aquí.
Thunder: Eso intento.
Saltando entre los tejados, esquivando ramas y moviéndose a través de las copas de los árboles, Dilan y Thunder se sumergen en una frenética carrera para escapar de los nativos que los persiguen. Cada salto es una apuesta por la seguridad, cada movimiento calculado para evitar caer en manos de sus perseguidores. La agilidad y destreza de Thunder se demuestran vitales en este momento, mientras es guiado por Dilan a través de este laberinto improvisado de escapes y evasiones. El viento silba a su alrededor mientras siguen adelante, con la urgencia de la situación manteniéndolos alerta y en movimiento constante.
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Dilan: ¡Veo un desvío!
En ese momento, Dilan avista un desvío que resulta ser un río que los nativos utilizan para abastecerse de agua.
Thunder: Una genial idea, Dilan. Me impresiona lo inteligente que eres.
Dilan (emocionado): ¿De verdad?
Thunder: Obvio... En realidad, es una pésima idea, ya que vi otro camino donde podemos perderlos, pero prefiero seguir las ideas de Dilan.
Al adentrarse en el desvío, el río, notaron cómo los nativos dejaron de perseguirlos.
Dilan: Es extraño. No nos persiguen.
Thunder: Debe ser porque tu *genial idea* funcionó.
Algo emergía en la superficie del río.
Thunder alcanzó a vislumbrarlo de reojo..
Dilan: Descansemos por un rato. Nadie sabe lo que puede pasar...
Thunder: ¡Este lugar no es seguro!
Dilan: ¿Uh?
Un imponente monstruo marino surgió del río, saltando en un intento de devorar a Dilan, quien se encontraba a escasos centímetros de la orilla. Sin embargo, Thunder actuó con rapidez, rescatándolo en el último momento. Cargando a Dilan en brazos, se preparó para escapar de esa amenaza.
Thunder: Adentrémonos otra vez en la jungla, es más seguro.
Un bombardeo de lanzas, flechas y piedras cayó peligrosamente cerca de ellos, dejando en claro que volver a adentrarse en la jungla no era una opción segura.
Dilan: Mejor no.
Thunder: Al otro extremo tal vez.
La misma situación se repitió.
Thunder (Nerviosa): Ninguno de los dos es seguro.
Dilan: Y los nativos están perdiendo el temor al río.
Thunder: ¿Son mascaras nuevas?
Ahora, cubiertos por máscaras pintadas en tonos intensos de azul y negro, avanzaban cautelosamente hacia el río. A pesar de los nativos que se encontraban cerca del monstruo marino, este seguía empeñado en perseguir a nuestros protagonistas.
Thunder (Nerviosa): ¡¿Qué le pasa a este pez?!
Dilan (Asustado): Parece que las *máscaras* tienen algún efecto en la criatura.
Thunder: (Nerviosa): Sería buen momento tener una.
Para su fortuna, encontraron unas rocas y hojas grandes que les permitieron cruzar el río con rapidez. Sin embargo, su situación se complicó cuando se percataron de que los nativos habían logrado rodearlos en su avance.
Dilan (asustado): ¡¿Ahora qué hacemos?!
Thunder: Bueno, eh...
Sin embargo, de manera sorprendente, una misteriosa erosión en las rocas había creado una especie de rampa en forma de bucle que les proporcionó una oportunidad de escapar de esa complicada situación. Thunder actuó con determinación, llevando a Dilan en brazo a través del bucle, descendiendo hasta llegar al suelo, a salvo y sin daños.
Thunder: Ok, eso fue increíblemente conveniente.
Sin embargo, aún no habían logrado escapar de la persecución de los enojados nativos. La luz natural comenzaba a desvanecerse debido a un evento extraño.
Dilan: Ay caray. Se oscureció
Thunder decide mirar hacia arriba, solo para quedarse impactado.
Dilan: ¿Qué pasa? ¿Por qué el sol ha desparecido?
Así que Dilan decide imitar a Thunder y mirar hacia arriba, quedándose igualmente impactado. Era una reacción natural, ya que no todos los días se podía presenciar cómo cientos de flechas se elevaban al aire, cubriendo una gran parte de la iluminación natural.
Dilan: Estamos en un lugar de planicie. ¿Ahora qué hacemos?
Thunder: Fácilmente podría correr con Dilan hasta llegar a un lugar seguro, pero... MEJOR ES IMPRESIONARLO.
De esta manera, Thunder se dispone a lograr una gran hazaña. Deja a Dilan en el suelo y prepara el...
Thunder: ¡INFERNAL FATHOMS!
El cielo se volvió a iluminar por completo, pero esta vez la luz era intensa y abrasadora. Era como si todo el firmamento estuviera ardiendo en llamas. Thunder liberó una impresionante cantidad de fuego, incinerando todas y cada una de las flechas en el aire.
Thunder: Listo.
Dilan (impresionado): Asombroso.
Thunder: No hay de qué.
Dilan: Espera, ¿eso no consume una gran cantidad de energía?
Thunder: Para mí solo es poca cosa.
Estaba mintiendo, se encontraba cansado después de eso.
Dilan: Eso detuvo las flechas y demás, pero ¿cómo vamos a detener a los nativos?
Thunder: Ehh, sobre eso... No me queda más energía.
De la frondosa jungla, un pequeño nativo cubierto de baba sale a confrontarlos.
Dilan: Espera, yo te conozco.
El nativo cubierto con baba: (intangible).
Dilan: Creo que nos insultó. (Dirigiéndose al nativo) Hey, yo no te hice caer en la boca de esa planta.
El nativo: 😡
Dilan: Me es imposible saber si está molesto, su rostro tapado con esa máscara no me ayuda para nada.
El nativo se acerca con su lanza, pero otra planta logra atraparlo.
Thunder (confundida): ¿De dónde salió eso?
Dilan (confundido): No tengo la más remota idea.
Thunder: Hey, Dilan. Esto sonará irrealista, pero ya estoy empezando a cansarme.
Dilan: Uhm... Deberíamos buscar un lugar seguro.
No obstante, el destino les deparaba seguir huyendo debido a la persistente amenaza de los enfurecidos nativos, que se aproximaban a gran velocidad.
Thunder: No podemos quedarnos a pensar.
Tomando a Dilan por sorpresa, Thunder continúa corriendo con él en brazos, buscando desesperadamente una ruta de escape.
Dilan: Puedo correr por mi cuenta.
Thunder: Lo sé, pero si ellos lograran alcanzarte...
Dilan: Es arriesgado, aunque no me gusta quedarme sin hacer nada mientras me salvas la vida.
Thunder: Perdón, pero es la única manera.
En medio de la frenética carrera, Dilan divisó una entrada a una cueva cercana. La idea de refugiarse en ese lugar parecía una opción más segura en comparación con la persecución implacable de los nativos.
Dilan: No lo creo. Divisé una cueva cercana.
Thunder: Excelente, pero primero debemos saber cómo distraerlos mientras nos escondemos.
Dilan: Tengo una idea.
Dilan rápidamente sacó su cubo de almacenamiento de la mochila, del cual extrajo una bomba de humo. La adrenalina corría por sus venas mientras sostenía el dispositivo en su mano, listo para usarlo como último recurso en caso de ser necesario.
Thunder: ¿Y eso?
Dilan: La herramienta sorpresa.
Apuntando hacia los nativos, Dilan arrojó la bomba con precisión, y esta explotó al impactar el suelo, desatando una densa cortina de humo que se extendió rápidamente. La nube de humo oscureció la visión de los nativos y les proporcionó el tiempo necesario para deslizarse sigilosamente hacia la entrada de la cueva sin ser detectados. El corazón de Dilan latía con fuerza mientras se adentraba en la oscuridad de la cueva, junto a Thunder, tratando de contener la emoción y el temor que sentía en ese momento.
Dilan: Rápido, entremos.
Juntos, lograron entrar en la cueva antes de que el humo se disipara por completo. La penumbra del lugar los envolvió mientras avanzaban con cautela, sus pasos resonando en las paredes rocosas. La adrenalina seguía bombeando en sus venas, y Dilan se aferraba a la esperanza de que habían dejado atrás a los nativos y encontrarían algún refugio seguro en lo profundo de la cueva.
Thunder: Esa fue una maniobra impresionante, Dilan.
Dilan: Gracias, Thunder. Pero no podemos bajar la guardia todavía.
Revisando sus bolsillos, se da con la desagradable sorpresa de la ausencia de su linterna. Dilan se lleva una mano a la cabeza con frustración al darse cuenta de que había perdido su linterna. La oscuridad de la cueva se volvía más opresiva sin ella, y se sintió momentáneamente desamparado.
Dilan: Espera, ¿dónde está?
Thunder: ¿Dónde está qué?
Dilan: Mi linterna.
Thunder: ¿Por qué llevas una linterna si puedes iluminar con tu mano?"
Dilan: "Ya te lo expliqué en el primer día.
Thunder: Bueno, sigamos
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Dilan: ¡Oh! Es muy amplia.
Los dos niños se detienen en la encrucijada, mirando los tres caminos que se abren ante ellos. Dilan se muerde el labio inferior, pensando en cuál podría ser la mejor elección. Thunder parece reflexionar por un momento, evaluando sus opciones en silencio. La cueva parece susurrarles con una brisa fría que serpentea por los pasajes, añadiendo un toque de misterio al ambiente.
Thunder: ¿Cuál elegimos?
Dilan: Hum... Creo que deberíamos tomar el camino de la derecha. No sé por qué, pero tengo un presentimiento de que podría llevarnos a alguna parte importante.
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Los nativos se detienen en seco al ver la linterna tirada en el suelo, su luz tenue apuntando hacia la entrada de la cueva. Intercambian miradas de desconcierto y empiezan a murmurar entre ellos, claramente intrigados por lo que han encontrado. Uno de los líderes del grupo se acerca y recoge la linterna, examinándola con cuidado.
La luz tenue de la linterna parpadea, creando sombras inquietantes en el rostro del líder. Se gira hacia sus compañeros y emite una serie de palabras en su lengua nativa, indicando que planea explorar la cueva. Otros nativos asienten en respuesta y algunos de ellos empiezan a avanzar hacia la entrada de la cueva.
Con precaución, los nativos se adentran en la oscuridad de la cueva, siguiendo la dirección que la linterna señala. Mientras avanzan, sus voces se mezclan con el eco de sus pasos, creando una atmósfera de intriga y tensión en el aire. No saben qué encontrarán en el interior, pero están decididos a descubrir la verdad detrás de la linterna y los dos extraños que han escapado a sus garras.
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Thunder: Bueno, cualquiera, con tal de descansar.
Dilan y Thunder permanecen inmóviles en la oscuridad de la cueva, alertas por los pasos que se acercan. La tensión en el ambiente es palpable, y el eco de los pasos resuena en las paredes de piedra, haciéndolos parecer mucho más cercanos de lo que realmente están.
El corazón de Dilan late con fuerza mientras su mente trabaja a toda velocidad, intentando idear un plan para enfrentar la situación. Al mismo tiempo, Thunder adopta una postura defensiva, preparada para actuar en un instante si es necesario. La oscuridad y el desconocido aumentan su ansiedad, pero están decididos a enfrentar cualquier desafío que se les presente.
Los pasos se acercan cada vez más, y pronto se escucha el murmullo de voces en la distancia. La incertidumbre crece a medida que los nativos se acercan, y ambos se mantienen en guardia, listos para reaccionar ante cualquier eventualidad. La cueva parece cerrarse a su alrededor, envolviéndolos en un silencio expectante mientras esperan lo que viene a continuación.
Dilan: Son ellos.
Con cautela y confianza mutua, Thunder guía a Dilan por el oscuro pasaje, avanzando con decisión hacia lo desconocido. Cada paso es firme y seguro, como si la oscuridad no fuera más que una sombra pasajera que no puede detenerlos. La mano de Thunder sostiene a Dilan, transmitiendo una sensación de protección y determinación.
Finalmente, el pasaje culmina en una abertura que deja entrar un tenue resplandor. A medida que se acercan, el resplandor se intensifica, revelando una vista asombrosa. Ante ellos se extiende un vasto y deslumbrante lago subterráneo, iluminado por un brillo suave y misterioso. Las aguas reflejan destellos plateados y azules, creando un efecto hipnótico que parece calmar incluso los latidos acelerados de sus corazones.
El lago parece tener un aura de tranquilidad, como si estuvieran en un rincón secreto y olvidado del mundo. Thunder y Dilan quedan momentáneamente cautivados por la belleza del lugar, dejando atrás la tensión y los peligros que enfrentaron antes. La mano de Thunder se afloja suavemente de la de Dilan, permitiéndole tomar un respiro y absorber la magnífica vista ante ellos.
Thunder (Asombrada): Es hermoso
Dilan (Asombrado): Una maravilla
A pesar de la serenidad del lago subterráneo, la realidad vuelve a golpear con fuerza cuando recuerdan la peligrosa situación que los persigue. Los latidos de sus corazones se aceleran una vez más, y sus sentidos están alerta ante cualquier indicio de peligro inminente. Aunque el entorno parezca un refugio momentáneo, ambos saben que deben seguir adelante y encontrar una solución para su situación.
Dilan: A que seguir más allá.
Thunder: No podemos, aquí acaba el camino.
Dilan (Nervioso): ¿Eh?.... Pues.... ¿Puedes aguantar la respiración por mas de diez minutos. Tal vez si nos metemos bajo el agua..
Thunder: No creo que un humano pueda hacer eso.
Dilan (Rendido): Tienes razón....
Los pasos se acercan con una cadencia amenazante, como el eco de un peligro que se cierne sobre ellos. Thunder y Dilan intercambian una mirada rápida, conscientes de que deben tomar una decisión rápida para enfrentar lo que sea que viene en su dirección.
Dilan: ¿Y ahora qué hacemos?
Thunder: No sé.
Se escuchan pasos más cerca.
Thunder: Prepárate, están cerca.
Dilan (asustado): Todavía no estoy preparado... Todavía no... espera, esto me resulta familiar. Como si ya hubiera pasado.
Thunder: ¿Déjà vu?
Dilan: Eso o ya terminó el gran flashback.
Thunder: Como sea, prepárate para lo peor.
Dilan: Espera un rato, tengo una idea.
Thunder: Dilan...
Dilan: Quizás...
Thunder: (sonrojada) Perdóname por lo del templo, no sé por qué yo...
Dilan: Ajá, lo encontré.
Thunder: (sonrojada) Pues, me sentí un poco rara después de que me dijeras esas palabras.
Dilan: No te preocupes, está todo bajo control. Eso creo.
Thunder: ¿Qué?
Dilan: Ahí va.
Thunder: ¡Espera, Dilan!
Dilan tira un artefacto cuyo interior se encuentra iluminado intensamente. Al chocar, explota creando un campo anti gravitatorio que logra cubrir la mayoría de la cueva.
El campo antigravitatorio, manifestado por la explosión controlada, empieza a generar efectos sorprendentes en su entorno. La gravedad parece distorsionarse y las leyes físicas se vuelven temporariamente inciertas. Sus cuerpos se sienten ligeros, casi flotantes, mientras los objetos a su alrededor también reaccionan de manera inusual. Es como si el campo antigravitatorio les otorgara momentáneamente un control sobre las fuerzas naturales que gobiernan su mundo.
Thunder: ¿Qué es eso?
Dilan: Es algo que pensaba que no iba a funcionar. Mi hermano me dijo que lo usara en casos de emergencia.
Con destreza y rapidez, Dilan y Thunder aprovechan la sorprendente ventaja que les brinda el campo antigravitatorio. Flotan y se deslizan con agilidad por los corredores de la cueva, superando obstáculos y evitando los pasos de los nativos que ahora se encuentran atrapados en el techo. La cueva se convierte en un escenario surrealista donde la gravedad parece no tener el mismo poder que antes.
Mientras avanzan por la cueva, los dos amigos mantienen la mirada fija en encontrar una salida. La luz de la linterna de Dilan, que se encuentra entre los objetos que flotan a su alrededor, ilumina el camino mientras buscan cualquier indicio que les conduzca hacia la libertad. Cada giro y cada movimiento calculado les lleva un paso más cerca de escapar de sus perseguidores y de esta extraña situación.
Finalmente, logran divisar una apertura en la cueva que parece conducir a la superficie. Con un último esfuerzo, se impulsan hacia arriba, aprovechando la ausencia de gravedad para superar cualquier obstáculo que encuentren en su camino. A medida que se acercan a la salida, la sensación de ligereza se va desvaneciendo lentamente, y la gravedad recupera su dominio sobre ellos.
Emergen finalmente al exterior, dejando atrás la cueva y los eventos que allí ocurrieron. El sol ilumina su camino mientras recuperan su contacto con el suelo firme. Con el corazón palpitando por la emoción y el cansancio, Dilan y Thunder se toman un momento para recuperar el aliento y evaluar su situación.
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Bajo el cálido resplandor del sol poniente, Dilan y Thunder se encuentran sentados entre la exuberante vegetación, observando cómo los rayos dorados se filtran a través de las hojas y pintan un mágico cuadro de colores en el cielo. La sensación de seguridad y tranquilidad que los rodea contrasta con la intensidad de los eventos que han vivido.
Con un suspiro de alivio, Dilan decide llamar a Daniel para informarle que han logrado escapar de la amenaza de los nativos y que se encuentran a salvo. La voz de Daniel resuena en el otro extremo de la línea, transmitiendo un sentimiento de alivio y satisfacción al saber que su hermano se encuentra bien. Daniel les asegura que ha tomado medidas para enviar un equipo de rescate que los recoja y los lleve de regreso a un lugar seguro.
Mientras esperan, Dilan y Thunder comparten un momento de serenidad y gratitud. A pesar de los peligros y desafíos que han enfrentado, han demostrado una vez más su resiliencia y valentía. Observan cómo el sol finalmente se sumerge en el horizonte, bañando el paisaje en tonos de naranja y púrpura. El silencio de la naturaleza se mezcla con el zumbido de los insectos y el suave murmullo del viento entre las hojas.
El equipo de rescate finalmente llega, rompiendo la quietud con su presencia. Los dos amigos se ponen de pie, listos para abordar la seguridad que les espera. A medida que se adentran en el rescate, miran atrás una última vez hacia la selva que ha sido testigo de sus aventuras y desafíos. Saben que esta experiencia les ha unido aún más y les ha mostrado cuán valientes y capaces pueden ser cuando enfrentan lo desconocido juntos.
Con esperanzas renovadas y un futuro por descubrir, Dilan y Thunder se despiden de aquel atardecer que marca el final de un capítulo y el comienzo de otro en su viaje extraordinario.
Thunder: ¿Cuánto van a tardar?
Dilan: No mucho, pero debemos estar en las copas de los árboles para que nos vean.
Thunder: Solo nos queda esperar.
Dilan: ¿Cómo te sientes?
Thunder: Hm... Digamos que estoy bien.
Dilan: Oye, no quiero entrometerme, pero ¿extrañas a tu familia?
Thunder: No puedo pensar en ellos, sé lo que les pasó...
Dilan: Lo siento.
Thunder: Bueno, de todas maneras no los conocí por mucho tiempo.
Levantándose, Thunder se posiciona valientemente ante el sol, posando victoriosa.
Thunder: Quiero seguir disfrutando.
Aunque se mostraba efímera ante las adversidades, su tristeza era más que evidente. Acto seguido, Dilan decidió levantarse para estar a su altura, y así obsequiarle un regalo.
Thunder: ¿Qué sucede?
Dilan: Quería recompensarte con esto.
Con mucho cuidado, Dilan se quita su pulsera roja y se la entrega a Thunder.
Thunder (ruborizada): Dilan...
Dilan: Gracias a ti, no tuve miedo. Normalmente, estas situaciones deberían asustarme hasta hacerme llorar. Y sí, lloré, pero contigo pude superarlo. Quiero ser valiente como tú, Thunder.
La felicidad de Dilan se desborda, dejando a una Thunder extremadamente alegre y, por supuesto, sonrojada como nunca.
Thunder (sonrojada y alegre): Lo tendré por el resto de mi vida.
Dilan (feliz): Eso espero.
Ambos vuelven a sentarse.
Dilan: Va a tardar.
Thunder: Bueno, con tal de estar cerca de ti.
Dilan: ¿Qué dijiste?
Thunder: Nada.
El sonido de las hélices de un helicóptero se hace presente. El equipo de rescate finalmente llega, rompiendo la quietud con su presencia. Los dos amigos se ponen de pie, listos para abordar la seguridad que les espera. A medida que se adentran en el rescate, miran atrás una última vez hacia la selva que ha sido testigo de sus aventuras y desafíos. Saben que esta experiencia les ha unido aún más y les ha mostrado cuán valientes y capaces pueden ser cuando enfrentan lo desconocido juntos.
Con esperanzas renovadas y un futuro por descubrir, Dilan y Thunder se despiden de aquel atardecer que marca el final de un capítulo y el comienzo de otro en su viaje extraordinario.
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En el corazón de una ubicación remota y enigmática, un rincón que combina la avanzada tecnología con la esencia de lo desconocido, una figura enigmática toma forma en medio de un laboratorio de alta tecnología. Las luces tenues parpadean en tonos fríos de azul y verde, creando sombras que bailan al ritmo de la maquinaria que zumba con vida propia.
Envuelto en una bata de científico, el ser enigmático no es solo una presencia, sino un componente integral de este entorno futurista. Sus palabras, imbuidas de determinación y un secreto bien guardado, se deslizan entre el zumbido de los equipos.
?????(0): El último componente aún escapa a nuestro alcance, como la pieza final de un rompecabezas cósmico que desafía su resolución. Esta fracción aparentemente insignificante es la que nos separa de otorgarte el control absoluto sobre el mundo que conocemos.
Con pasos medidos, la figura se adentra en la base robótica que se encuentra en el centro del laboratorio. La cápsula ovalada, un diseño de acero pulido y cristal reflectante, resguarda en su interior la creación magistral de esta mente brillante: una maravilla de ingeniería y ambición.
?????(0): A través de este dispositivo, serás capaz de llevar a cabo la ansiada purificación en un mundo asediado por la decadencia y sumido en el caos. He recolectado con meticulosidad los elementos esenciales y he encontrado a la persona predestinada para ejecutar esta trascendental empresa.
El laboratorio cobra vida en torno a esta escena de enigma y promesa. Las luces parpadeantes parecen sincronizarse con los latidos del corazón de la base robótica, mientras que las sombras danzan en las esquinas, como testigos silenciosos de una revolución científica en marcha. En este cruce entre la ciencia y la fantasía, el destino mismo parece desenrollarse como un tapiz futurista tejido con hilos de posibilidad y potencial.
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En otra parte del espacio tiempo, una figura enigmática se alza en medio de una sala sombría, donde las luces tenues apenas iluminan su perfil misterioso. Sus palabras, susurradas con una determinación palpable, parecen resonar en la oscuridad mientras teje hilos invisibles en el tejido del destino.
"Los caminos convergen, y los destinos se entrelazan," murmura la figura en voz baja, como si sus palabras fueran un eco de antiguos secretos. "Lo que una vez fue separado, ahora se encuentra reunido en una danza de conexiones inesperadas. La senda de los valientes se cruza con la senda de lo inexplorado, creando un mapa de historias que se despliega en cada paso."
Su tono es sereno pero lleno de un conocimiento profundo, como si tuviera una visión única de los acontecimientos que están en juego. La figura enigmática levanta una mano y parece trazar líneas invisibles en el aire, como si estuviera tejiendo una narrativa que trasciende el tiempo y el espacio.
"Los protagonistas de esta historia aún tienen un largo camino por recorrer. Sus acciones resonarán más allá de lo que pueden imaginar, desencadenando eventos que se extienden como ondas en un estanque tranquilo. Pero en cada giro, en cada elección, la verdadera esencia de su carácter será revelada."
La figura enigmática se sume en un silencio momentáneo, como si estuviera conectada con fuerzas más allá de lo palpable. Sus ojos parecen contener secretos que no están dispuestos a revelar por completo. Luego, con una expresión que mezcla determinación y enigma, pronuncia sus últimas palabras.
"El destino es un tapiz tejido con hilos de elecciones y desafíos. Sus acciones moldearán el curso de su viaje, y su coraje abrirá puertas a lo inexplorado. El mundo espera sus pasos, y las sombras ocultan tanto como revelan. Que sus corazones estén listos para enfrentar lo que está por venir."
Con sus palabras flotando en el aire, la figura enigmática se sumerge en la oscuridad, dejando atrás una sensación de intrigante anticipación y misterio. En algún lugar del mundo, su influencia continúa extendiéndose como un hilo invisible en el gran tejido de la historia.
Fin