Al entrar a la casa todos estaban en sus respectivas habitaciones, parecía que al igual que el, todos estaban preparándose para esta prueba.
La única que se mantenía en la sala era Misa, quien tenía preparado un Te para Adrián, al igual que en la casa de la Santa Iglesia de Motzu.
Este patrón era muy repetitivo, sin embargo, tomo él Te y se sentó parecía que era esta una carta que ella jugaba para poder hablar.
Adrián no oculto el hecho de que odiaba a Misa. Se lo había mencionado en varias ocasiones, incluso casi destruyendo el barco en una ocasión.
Misa conocía que había perdido su credibilidad ante Adrián, le había mentido y ofendido en muchas ocasiones, recordaba plenamente las palabras que le había dicho, y como lo había tratado.
Aunque ella no quería que sucediera todo esto, simplemente no podía dar vuelta atrás.
Toda su familia había puesto toda su esperanza en ella, después de todo, muchos de sus ancianos e incluso el patriarca de la familia estaban heridos, las generaciones doradas de la familia habían muerto o desaparecido en la gran guerra.
De todas las generaciones, esta generación es la que se vio la más afectada.
Incluso su hermana mayor estaba desaparecida, y tuvo que recurrir a cualquier método para volverse fuerte, incluso si eso significaba engañar a una buena amiga. Todo parecía que salía acorde a sus preferencias, pero Adrián lo había cambiado todo.
Ahora todas sus esperanzas para esta prueba estaban puestas en él, y por eso no dudo en poner varias cartas más sobre la mesa.
Sabía que Adrián no lo ayudaría, solo cuidaría de su hermana menor. Y si le sucedía algo y a los suyos no se movería. Podría intentar convencer a Bai Guoer, pero esto solo traería mas odio de Adrián sobre ella.
"¿Qué es lo que quieres?" – Pregunto Adrián directamente, no podía explicar cuanto odiaba a Misa, todo sobre ella le desquiciaba, solo estaba manipulando a su hermana de acuerdo a su voluntad y por su familia, las palabras que había dicho con tanto anhelo de que quería una amiga se volvieron fugaces ante lo que presenciaba.
Y el incluso llego a creerle.
Si no fuera porque su hermana Bai Guoer parecía estar consciente de todo lo que sucedía a su alrededor, entonces la habría destruido el mismo.
Al escuchar su pregunta Misa suspiro ya había llegado demasiado lejos como para volver atrás.
"Quiero seguir solicitando la ayuda del hermano Adrián, creo que este regalo arreglara todos los malentendidos y espero que podamos seguir siendo amigos" – Cuando Misa hablo, volteo su mano, cuando lo hizo apareció una luz dorada, mostrándose como una piedra espiritual dorada, todo su ser estaba imbuido con qi espiritual.
Era tanta energía que podía abarcar toda esta casa y si no fuera por las restricciones entonces toda esta energía saldría disparada.
Las grandes familias tenían minas de vetas espirituales donde algunas producían piedras espirituales de alto grado, pero algunas veces salía una piedra dorada, conocida como piedras esencias, cada una de estas contaba como 100 piedras espirituales de alto grado.
Sin embargo, dentro de las 99 Familias del Dao no había muchas vetas de piedras espirituales, por lo cual la repartición era un poco injusta, pero de alguna manera la familia Kiu había logrado obtener este tesoro, se la habían dado a Misa con el fin de mejorar sus posibilidades de entrar al establecimiento de la fundación, ya que era su única esperanza.
Pero ella sabia que, si perdía un aliado como Adrián, se arrepentiría toda su vida, por lo cual puso todas sus esperanzas en este regalo.
Adrián miro la piedra de esencia, cuando saco este objeto todo su cultivo empezó a circular como si quisiera devorar esa piedra de esencia, el Qi espiritual era tan puro que incluso se desbordaba, cuando miro la expresión de Misa, sabia que este era su tesoro, algo que incluso a ella le dolía regalar.
Pero lo había sacado con el único fin de tener como aliado a Adrián.
"Espero que, con esto, todo el rencor que el hermano Adrián tenga hacia mi disminuya un poco" – Dijo Misa, esto era lo único que podía hacer, y esperar la respuesta de Adrián, luego ya no habría salida alguna.
Adrián se sentía muy tentado, sin embargo, aceptar este regalo era lo mismo que aceptar perdonar todos sus actos. Pero…
"¡No confió en ti!"
"¡No confió en ninguna palabra que digas!" – El Aura de Adrián aumento de manera gigantesca haciendo que toda esta sala temblara. Misa sintió una gran presión en su cuerpo, en su cuello no llevaba el collar que la protegía, por lo cual empezó a temblar, la sensación de miedo invadió su cuerpo, e hizo que incluso quisiera salir corriendo.
Adrián miro todo esto y su aura disminuyo un poco.
"Sin embargo, mi hermana te estima mucho, yo no puedo perdonarte, primero discúlpate con Bai Guoer, solo en ese momento puede que te perdone, por el momento solo te ayudare" – Fue lo último que dijo antes de marcharse, la piedra de esencia espiritual fue apartada de sus manos y se la llevo Adrián.
Misa tuvo mucho miedo, y su cuerpo tembló, pero luego de recibir esas palabras, se tranquilizó, era como recibir un aliento de alivio en medio de toda la turbulencia.
Adrián volvió a su propia habitación.
Se sentó cerca de la ventana mirando hacia el cielo.
Luego saco el rollo dorado, tenía que comprender su espada de madera.