Miré a la humanidad de rodillas y estuve cuando se levantaron para luchar contra los siete cielos.
Cuando la campaña termino, todos volvieron a su hogar, devolviendo la vida a nuestra gran Raza Humana.
Nunca hubiera esperado que un Dios Demonio seria enviado a esta humilde existencia.
Sabía que debía detenerlo al igual que todos los expertos que sentimos como el Dao Celestial empezó a morir.
Antes de marcharme, deje nueve espadas, aparecerán cuando se necesiten, cuando la humanidad se encuentre en desesperación, volverán a revelarse para mostrar un camino, para mostrar esperanza.
Si eres uno de los que recibió una de mis espadas de madera, entonces eso significa que ella te ha escogido, por lo cual puedes empezar a comprenderla.
Este es todo el legado que puedo dejar, espero que algún día la humanidad pueda volver a levantarse.
Cuando Adrián abrió el rollo dorado, su conciencia fue absorbida por un misterioso halo dorado el cual lo envolvió de todo el mundo.
Cuando regreso a mirar, pudo ver el mundo mismo después de su…sueño.
En este hubo un señor con el cabello blanco, tenía la postura de un trascendental, y su mirada reflejaba el gran amor que tenía hacia los humanos.
Después de decir esas palabras, en su mano apareció una espada de madera. Solo una, y era la que Adrián tenía en su pertenencia.
La espada de madera empezó a brillar con su característico color azul. De pronto en el cielo el rostro Demoniaco apareció trayendo un cataclismo que empezó a acabar con todas las vidas humanas.
Xu Wudao quien tenía el royo no podía acceder a ver todo lo que estaba viendo Adrián, ya que necesitaba una espada de madera.
Solo quienes lo tuvieran pudieron acceder a este secreto.
Cuando la espada de madera brillo con luz azul. El Emperador de la Montaña celestial la señalo y dijo una palabra
"CORTAR" – Una voz tan antigua como el cielo resonó en todo el mundo, al instante una ley fue activada la cual empezó a darle brillo a la espada de madera, quien ilumino todo este mundo, y de pronto un aura sin igual se sintió para todos los seres vivos, el cielo resonó, la tierra tembló, y cientos de Dioses regresaron a mirar al Emperador, mientras el mundo llegaba a su fin, en toda la destrucción, un brillo azul apareció, no, no era uno, eran demasiados, pronto cientos de millones de estrellas azules aparecieron en el cielo, todas estas estrellas quemaron a todo ser viviente, incluso los Dioses eran calcinados vivos, estas estrellas azules, pronto empezaron a caer como una cascada desde todo los lados del mundo.
Todo este mundo se ilumino con esta espada de madera.
Luego, el mundo llego a su fin, haciendo que la conciencia de Adrián regresara.
Adrián sabía que esta era una visión muy impactante. Fueron los primeros instantes cuando la cabeza demoniaca llego a este mundo.
Todos los expertos de la raza humana se unieron para matar a todo el cielo, Reyes, Soberanos y Emperadores unieron a todo el continente y avanzaron con un ejército de miles de millones, pero incluso con toda su fuerza, no pudieron hacer nada, sufriendo una desastrosa derrota. Y llevo a que la humanidad se enfrente a un desastre inminente, cada generación de Emperadores era más débil que la anterior.
Perdiendo mucho más territorio humano y dejando que provincias enteras cayeran en manos de otras razas. Nadie sabía que le deparaba a la raza Humana, lo único que podían seguir haciendo, era seguir viviendo.
El Emperador Sol de Augurio había caído gravemente herido en la última batalla, por lo cual, por el momento todo era desconocido.
Adrián suspiro, realmente cuando pensaba en la raza humana, tenía muchas preguntas, realmente no se imaginaba que tan poderoso era el Emperador de la Montaña Celestial, y aun así haber caído ante el rostro Demoniaco.
Pero su legado había quedado en estas nueve espadas. Por alguna razón sabía que, si algún día conseguía otra espada de madera, entonces podría ver otra visión en el rollo de madera.
Por el momento Adrián se levantó y se doblego, mostrando su respeto hacia el Emperador de la Montaña Celestial. Cualquiera que haya luchado contra el rostro demoniaco merecía su respeto, después de todo su objetivo era acabar con ese rostro.
En su conciencia la figura de una espada de madera se quedó grabada, aunque era una espada un poco borrosa, era igual que su espada de madera solo que esta brillaba de color azul.
Cuando miro su sombra, no sintió que la espada estuviera ahí, había desaparecido, como si ese fuera su objetivo desde el principio.
"Cuando esta espada este completa, será el momento que pueda detonar todo el poder que vi en esa imagen" – Su espada de Madera no tenía ni un ápice de transparencia, pero estaba ahí, no sabía que cambios traería.
Pero sentía que ahora podía sentirla de otra manera.
Adrián continúo entendiendo esta espada de madera, sentía que no era tan simple.
Pero sabía que todas las cosas tenían diferente forma de iluminación.
Cuando comprendió más a fondo su técnica miríada de montañas, junto a la energía que el maestro Sonu le había dejado, pudo aumentar rápidamente la fuerza de su cuerpo. A la vez que poco a poco se manifestó una montaña detrás suya, lo cual volvió a su aura más profunda.
Si quería seguir avanzando con esta espada de madera, debía comprender mucho más a fondo que significaba su espada de madera, era una forma diferente de iluminación.
Todo paso sin cambios, en estos 3 días, Adrián permaneció en su habitación intentando entender su espada de madera. Bai Guoer no le molesto mientras lo veía en ese estado.
Xu Wudao había desaparecido y volvía en diferentes horas a la casa, los demás aprovecharon para conocer un poco la ciudad, Bai Guoer nunca conocía la nieva por lo cual se sintió más feliz, llevando a todos a jugar afuera.
En otro lugar, en otra casa a muchos kilómetros alejados de Misa.
Existía un lugar con varias banderas a su alrededor. Todas estas banderas tenían el nombre Dao en su escudo blanco y negro, estas banderas soltaban un aura de soberanía, quien quiera que los viera quedaría impactado al notar tal nobleza.
Pero lo mas extraño era el lugar donde estaban estas banderas.
Aquí no había una casa. Si no un castillo custodiado por múltiples guardianes. Todos los cuales desprendían un aura de nobleza de sus armaduras doradas. Todos estos guardianes tenían una fuerza que superaba con creces la etapa del establecimiento de la fundación.
Ellos no estaban aquí para participar, si no que estaban en este lugar para proteger al señor dentro de aquel castillo.
No les importaba que la persona dentro no tuviera su misma fuerza con solo escuchar su nombre y el de su familia era suficiente para nunca pensar en traicionarlo.
Esta era la residencia de la primera familia de las 99 familias del Dao, la primera familia siempre tenía el derecho de llamarse, Familia Dao.
En este momento adentro del castillo, en una habitación lujosa rodeada de múltiples artefactos, y tesoros preciosos, había un joven que flotaba en medio de una formación, aquella formación tenía múltiples piedras espirituales rodeándolo, eran demasiadas piedras espirituales para contarlas.
El joven que flotaba era apuesto, su cabello largo estaba trenzado, su mirada parecía contener estrellas, y parecía la de un trascedente, su aura crecía salvajemente gracias a esta formación, a la vez que su cultivo aumentaba disparadamente. Incluso el ser de cristal del establecimiento de la fundación seria destruido de un solo golpe por este joven que parecía no tener más de 20 años.
Si alguien viera en la formación bajo sus pies, había un total de 99 nombres marcados en aquella formación, solo 25 nombres de los 99 nombres brillaban intensamente, los cuales hacían que esta formación se volviera más poderosa.
El joven que flotaba dentro, de pronto sintió que varias marcas se rompían en sucesión.
"Los seres de cristal han muerto, bueno, igual no servían para mucho, una vez completado esta prueba las siguientes 10 familias estarán dispuestas a entregarnos su legado, y esta formación se volverá incluso mucho más fuerte" – Murmuro el joven, no le importaba que los seres de cristal hubieran muerto.
Solo le importaba ganar esta prueba, pareciera que la primera familia de las 99 familias del Dao, estaban suprimiendo a todas las familias, pero la verdad no era así.
"Debo ganar, debo superar a esos infelices de Sao Jan y Kura Ise, no puedo permitir que se sigan fortaleciendo"
En la ropa de este joven maestro se podían el nombre de: Fan Dao.
Había dos familias que igualaban la fuerza de la familia Dao, esas eran la Familia Jan y la familia Ise.
En total había tres familias principales las cuales estaban participando para conseguir más legados, aunque cualquier familia podría ganar, no muchos pensaban que lo lograrían, había muchas alianzas y muchos planes para esta competencia.
Todos se estaban preparando a su manera.
Adrián quien estaba en su habitación no sabía nada de esto, pero mientras pasaba el tiempo, de pronto su espada de madera…brillo.