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Chapter 3 - Capítulo 2, parte 2

Condado Banyronix, 345 años antes de la actualidad.

Un hombre ya viejo estaba sentado en su mecedora de madera, pintada de un hermoso carmín, contándole a unos pequeños la historia que tanto les gustaba con un libro abierto en sus viejas manos ya arrugadas. El rojo vivo de su cabello en la juventud se había convertido en canas y blancura con solo un pequeño toque de pigmentación que no era suficiente para mantener su color original. Su voz, que era cada vez más débil, pero aún segura, contaba la historia a sus amados nietos: 

—El dragón blanco protegió a la familia del joven. Todos los que presenciaron la fuerza del dragón le empezaron a temer, incluyendo a algunos soldados que habían escapado y dado las noticias al gobernador, el cual, se sintió amenazado por el dragón y pidió ayuda a su amigo, el hijo del rey de esas tierras, al cual sus antepasados le habían dado el dominio a los ancestros de aquel tirano.

El hijo del rey y amigo suyo le ayudaba a hacer sus actos de maldad en secreto. Su amigo envió un ejército de cientos en la ayuda de su compañero en contra del dragón blanco. El dragón fue engañado para ser emboscado por el ejército del hijo del rey. 

»Pero aunque fue engañado para que cayeran esos cientos sobre él, no se inmutó y luchó contra todos los soldados con sus manos desnudas, encendiendo sus ojos con fuego celeste en ellos. Las espadas le temían al dragón en extremo, ya que se volvían en contra de sus propios dueños y bajo la influencia del dragón, unos peleaban contra otros, de modo que ninguno de los cientos permaneció de pie en su contra.

»El hijo del rey de esas tierras se asustó en extremo por la inmensa fuerza del dragón blanco de ojos azules. Tanto que pidió ayuda a su padre, el rey de esa tierra en esos tiempos.

El rey pidió ayuda al honorable emperador, debido a que podría ser una amenaza para su reinado o incluso para el imperio… ¡cof, cof!

—¡Abuelito, no te ahogues! ¡Queremos saber qué pasa después!

Dijeron los niños al ver cómo su abuelo tosía un poco. Los sirvientes estaban preocupados por su señor, sin embargo, él les miró tiernamente, como diciendo que no se preocuparan por nada, y continuó leyendo a sus nietos.

Condado Banyronix, 191 años antes del presente.

Varios cientos de personas se encontraban alrededor de un escenario hecho de piedra finamente construido, pintado de colores oscuros y dorados. En la parte superior de dicho escenario había una inscripción sobre este mismo que decía: "Festival del guardián dragón blanco." 

Una de las personas arriba con un atuendo como de historiador estaba leyendo un pergamino abierto delante de la multitud. Mientras tanto, detrás de él había algunas personas más con disfraces que actuaban según lo que se leía al público, el cual estaba curioso por la historia.

—El honorable emperador decidió ir por sí mismo a averiguar acerca del supuesto dragón y si podría hacer amistad con este para evitar el conflicto armado. El honorable emperador utilizó un hechizo para cambiar su apariencia y ropa a la de una persona pobre para que nadie notara que era él y se fue rumbo a las lejanas tierras sin hacérselo saber a nadie fuera de su confiable mayordomo. 

»Cuando llegó a las tierras donde estaba habitando el dragón y la familia del joven, encontró que las personas pobres la pasaban muy mal, eran muy despreciados y explotados por el gobernante y sus capataces se la pasaban cobrando impuestos indebidos y haciéndolos trabajar hasta desfallecer casi llegando a la esclavitud de su propia gente para enriquecerse a sí mismos.

»Ocultando su identidad, el honorable emperador buscó hacer amistad con el dragón. Cuando lo encontró, se dio cuenta de que ayudaba a los pobres, les daba el sostén que necesitaban por medio de comida y medicina que les daba sin recibir nada a cambio, defendía a los ancianos, enseñaba buenos principios a los jóvenes, trabajaba por lo que comía y compartía consejos a los expertos en sus oficios que los hacía mejorar aún más su maestría. Era como si un santo estuviera entre el pueblo y los estuviera ayudando en ese terrible tiempo de dificultad. 

»El honorable emperador se dio cuenta de que el dragón no era el monstruo que le habían informado y que, en su lugar, los monstruos eran los gobernantes en los que él había puesto ciegamente su confianza. El honorable emperador se hizo amigo del dragón y del joven pobre. Junto con ellos, se propuso acabar con ese periodo de tiranía que el pueblo estaba pasando en ese momento. 

Condado Banyronix, 51 años antes del presente.

Era ya de noche, pero a pesar de que la luna se encontraba ya en su punto más alto, había en las calles muchos puestos de comida con comida típica del lugar y juegos coloridos e iluminados con luces. A lo lejos se escuchaban muchas personas emocionadas, entre ellos niños, jóvenes, adultos y ancianos que veían el espectáculo que ahora era ya mucho más elaborado. Los actores trabajaban de manera impresionante. El narrador tenía mucha más experiencia e incluso los efectos especiales y de sonido eran impresionantes, a su vez, lo que fue antes el pequeño escenario ahora era mucho más grande. El rey de esas tierras incluso estaba presente junto a su familia en un lugar especial solo para ver el festival, la cantidad de gente en el sitio era increíblemente basta. 

Un anciano ya entrado en años con una barba blanca y una túnica amarilla continuó narrando la historia:

—El honorable emperador con extremo cuidado ideó un plan para derrocar al gobernante sin dar a conocer su estatus a nadie. Junto al dragón blanco, el honorable emperador y el joven pobre iniciaron una revolución para quitar del poder al tirano gobernante. Al enterarse de esto, el gobernante envió a todas sus tropas que ascendían a miles de soldados armados y entrenados en extremo a la batalla. Sin embargo, cuando las llamas celestes salían de los ojos del furioso dragón blanco, los miles de soldados temblaban temerosos de la insondable fuerza de aquel ser, de modo que muchos desertaron de la batalla aún antes del comienzo. 

»El dragón peleó protegiendo al honorable emperador y al joven pobre, llegando en no mucho tiempo a la mansión del gobernador sin sufrir daño alguno. El gobernador, asustado en extremo, rogó por su vida a todos ellos. El honorable emperador, quitando su disfraz, le dijo al tirano que saliera del asiento de gobernante si quería su vida. 

»El gobernante tirano, al ver que ese joven era el emperador, en un ataque de rabia e ira, se balanceó violentamente en contra de este con la intención de asesinarlo. Más el joven pobre, lleno de convicción por salvar a su amigo, se puso delante de él para salvar su vida, así recibiendo el arma del tirano en su estómago en lugar del emperador.

»Estando su amigo muy malherido, el dragón, furioso, devoró al tirano con su aliento, así terminando con la vida de aquel gobernante. El joven pobre fue atendido por el dragón y curadas sus heridas, fue a rescatar a la hija del gobernante que aún permanecía cautiva. 

»El joven pobre y el dragón blanco estaban confundidos debido a la identidad del honorable emperador… 

Condado Banyronix, presente.

Un adulto de unos 60 años de edad aproximadamente, de cabello carmesí, con bastantes canas, se encontraba en un cuarto tranquilo, adornado con muchísimos libros a su alrededor, leyendo un libro bastante viejo, tal vez mucho más que él mismo. Volteaba página tras página como recordando viejos tiempos. Mirando a su alrededor y viendo que se encontraba solo, empezó a leer en voz alta la última parte de la historia:

—El emperador… Declaró su verdadera identidad a ambos y se disculpó por haberles engañado todo ese tiempo. Dijo que aunque su identidad era mentira, su amistad era verdadera. Ahora que no había un gobernante… el emperador le pidió al dragón que gobernara esas tierras en recompensa por su valentía al pelear por una causa justa.

»El dragón blanco se negó a gobernar a la gente del pueblo, pero en su lugar, le dijo al emperador que le diera las tierras al joven pobre, que también había arriesgado todo para proteger a la gente de ese pueblo, incluso su vida.

»El emperador, reconociendo la valentía de aquel joven, accedió a darle las tierras en calidad de conde. El emperador le pidió al dragón que permaneciera entre el pueblo para protegerlos.

»El gran dragón blanco dijo que protegería a las personas buenas del pueblo por un tiempo, pero que no permanecería entre ellos y que en algún punto él debería irse, ya que él no pertenecía a ese mundo. Sin embargo, hizo prometer al joven patriarca que él y sus descendientes debían proteger a las personas hasta que él regresara. 

»Desde entonces, el clan Banyronix gobierna las tierras más al sur del imperio Cyclus… Esperando que su gran protector vuelva para guiarlos y protegerlos de nuevo, manteniendo su promesa de proteger a su gente…

El libro ya viejo sería cerrado por aquel anciano de manera cuidadosa, poniéndolo nuevamente de regreso al estante que contenía los registros históricos del clan y demás cosas administrativas. El anciano comenzó a caminar hasta una silla de madera que estaba enseguida de una mesita de centro con algo de té. Levantó el vaso y lo acercó a sus labios lentamente, bebiendo un sorbo ligero. Después de degustar el aroma y el sabor en su viejo paladar, asintió como en forma de aceptación. 

No pasó mucho tiempo cuando la puerta se abrió de golpe, escuchando una voz juvenil que jadeaba y daba un desesperado grito.

—¡Padre!

El semblante cansado del joven y algo golpeado en la zona de la cara llamó la atención del anciano. Rápidamente, se levantó para ir con su joven hijo.

—¡Alaric! ¿¡Qué rayos te pasó!?

El joven, enojado por la humillación que tuvo que pasar en esa taberna y la vergüenza de que sus guardias no pudieron hacer nada en contra del sujeto de blanco, entre otras cosas, lo hicieron venir en ese estado hasta su padre. Con ira, el joven respondió a su preocupado padre:

—Un hombre me golpeó y humilló a mis hombres en un bar, pero lo peor fue que ¡Mancilló el nombre del primer patriarca mientras me golpeaba! ¡Padre, debes hacer algo o el orgullo del clan caerá!

Escuchando las palabras de su joven hijo, el anciano no pudo evitar enfadarse, encendiendo su ira en contra del culpable de esto. Mandó llamar a su guardia personal. Guerreros de élite a los que solo el patriarca del clan tenía permitido comandar.

—¡Guardias!

Un grupo de 12 soldados en armaduras negras, tanto pesadas así como ligeras, entró no bien los habían llamado como sombras. Parecían preparados con todo tipo de armas, los ojos entre las rejillas de los cascos parecían llenos de experiencia y convicción.

—¡Ordene, señor!

El anciano pidió a sus hombres que fueran guiados por su hijo por aquel que había hecho todo ese desastre y que lo trajeran ante él con vida.

Los guardias, siguiendo la orden del anciano, pidieron al joven describir al culpable. Cuando tenían una descripción algo detallada del chico, se separaron en 6 grupos y comenzaron la búsqueda de aquel individuo.

—(Me las vas a pagar… cueste lo que cueste…)

Pensó el joven para sus adentros mientras mantenía un semblante orgulloso. Su padre, mirándolo de reojo, en su corazón rezaba por un milagro para que su hijo no siguiera un mal camino, ya que había escuchado rumores de su mala conducta, deseaba que solo fueran rumores, pero algo le decía que si no hacía algo pronto, el clan Banyronix caería en las siguientes generaciones. Después de unas horas, casi al amanecer, uno de los soldados de negro volvió con noticias:

—¡Señor, lo hemos encontrado!

Fin del capítulo.

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