"De repente, de la nada, se abrió una brecha. El espacio transparente se abrió como una cortina y de él emergió una figura encantadora y graciosa.
Era una mujer con una figura muy atractiva, con una bata roja con calaveras impresas en ella, como si estuviera empapada en sangre, revelando un espíritu maligno.
Su rostro era exquisito y hermoso, con una flor roja sangre en la frente y cabello negro como una cascada de seda que caía sobre sus hombros, bailando en el aire.
—Humano inferior, parece que estás tramando algo —La mujer con la bata de sangre miró a Su Ping con una expresión fría, pero habló con voz de hombre, lo que resultaba extrañamente extraño.
—¿Eres el Rey Celestial de Otro Mundo? —El corazón de Su Ping latía con fuerza.
Se había olvidado de algo.
Aparte del Confiamiento Espacial, una criatura en el Estado de Destino era capaz de manipular el espacio de muchas otras formas, ¡como el Plegado Espacial!