—Sr. Su, ¿podemos hablar en privado?
—¿Privado?
—Xie Jinshui asintió. Llevó a Su Ping a la ventana y estableció un sello a prueba de sonido.
—Xie Jinshui adoptó una actitud seria y Su Ping también lucía serio.
—Sr. Su, he recibido algunas actualizaciones. Parece que las bestias que echamos están volviendo. ¡Me preocupa que puedan regresar para lanzar otro ataque! —Xie Jinshui sonó realmente preocupado. Compartió toda la información que tenía con Su Ping. Su Ping era el guerrero de mascotas de batalla más poderoso que había en la Ciudad Base Longjiang; en caso de un ataque a gran escala inminente, tendrían que depender de él.
—Su Ping se sintió algo aliviado al escuchar esto. —¿Eso es? Si intentan invadirnos nuevamente, simplemente los volvemos a matar. No hay nada de qué preocuparse.
—Xie Jinshui se sintió a la vez contento y frustrado al ver a Su Ping reaccionar con tanta calma.
—¡Aquellos con fuerza pueden hablar con seguridad!