—¡Y yo, por favor!
—¡Aquí, apuesto a que tengo algo que también puedes usar!
Los demás se ofrecieron rápidamente como si alguien más fuera a robarles sus oportunidades.
Bueno, el encanto del poder —pensó Su Ping, divertido por sus reacciones—. Estos respetados guerreros son como la gente común cuando saben que están en verdaderos problemas.
Su Ping no creía que todos los buenos guerreros de este mundo se «adaptaran» inteligentemente a diferentes situaciones, incluso si significaba agachar la cabeza. Pero... aquellos que tenían dignidad probablemente no seguirían a alguien como Yuan Tianchen.
Y como esas personas estaban dispuestas a someterse al control de Yuan Tianchen, harían lo mismo en esta tienda.
