Lin Yuan podía notar por las emociones de la Madre de la Masacre que había estado esperando ansiosamente este evento durante mucho tiempo.
Cuando Lin Yuan se levantó del sofá de cuero de rinoceronte de agua y estaba a punto de consolar a la Madre de la Masacre, el sol de repente estalló con una luz cegadora.
La luz era como un velo que cubría el sol.
Una cinta que parecía un Dragón enfurecido descendió del sol.
En ese momento, los residentes de la Capital Real miraban al cielo asombrados. Ninguno de ellos entendía lo que estaba sucediendo.
Un anciano de cabello blanco con rostro joven apareció frente a la cinta de luz solar.
Cuando vio a la chica de cabello azul, a un hombre de cabello negro que llevaba redes de pescar y a un joven de ojos rojos vestido de rojo, dijo suavemente —¿Por qué no están ustedes tres en la Cabaña de la Familia Celestial sino aquí en la Federación de la Radiación?
