—La proclamación de Canción de la Cigarra dejó inmediatamente atónito a Gao Feng.
Instintivamente, Gao Feng se metió los dedos en los oídos para limpiarlos por si había oído mal.
Sin embargo, de repente recordó lo inapropiado que era limpiarse los oídos justo delante de Canción de la Cigarra.
Canción de la Cigarra extendió la mano para ajustar el cuello de Gao Feng y dijo:
—¿Qué pasa? ¿No quieres ser mi discípulo?
Gao Feng salió de su trance confundido. No era estúpido y nunca rechazaría la invitación pública de Canción de la Cigarra para ser su discípulo.
No obstante, Gao Feng no entendía qué parte de él era lo suficientemente valiosa como para que Canción de la Cigarra quisiera aceptarlo como discípulo.
No podía ser por su padre o incluso su abuelo.
Gao Feng pensó mucho en esta cuestión y se dio cuenta de que tenía que ser por su actuación en la Etapa Marcial.
Esta era la única explicación posible.