Al escuchar esto, una sonrisa floreció instantáneamente en el rostro de Lin Yuan.
—Chimey, recuerdo que me pediste que te enseñara a cantar canciones antes de tu sueño profundo. Por casualidad, tengo una canción que quiero enseñarte.
Después de hablar, Lin Yuan comenzó a tararear.
En cuanto Chimey escuchó que Lin Yuan quería enseñarle a cantar, sus ojos se iluminaron instantáneamente.
—Gotas de rocío caen en mis mangas,
El delicado sol brilla suavemente sobre el bote de loto,
Las cañas se balancean, las golondrinas y los gorriones gorjean,
Entre las rocas blancas en el borde del arroyo, el sol poniente persigue la corriente fluyente.
Y sin embargo, culpa al viento otoñal y a las hojas verdes por el largo viaje.
Con corazones alineados y planes compartidos,
Escalar los caminos rugosos, cuidando el uno del otro.
Cien años paso contigo desde el anochecer hasta el amanecer,
Rodeado de ríos y montañas, paisaje antiguo.