Desde que era joven, Zong Ze estaba aterrado de que el impulso de batalla causado por su mala suerte tomara control de su mente.
Aparte de la sensación de ardor que venía con el impulso de batalla, había estado entrenando para ser un experto desde que era joven. Por lo tanto, odiaba no tener control de cualquier situación, mucho menos perder el control de su propio cuerpo.
Incluso el Chef Supremo desconocía que esta maldición le causaba pesadillas.
Así, no solo tenía que sufrir la maldición en la realidad, sino que también tenía que experimentarla nuevamente en sus pesadillas hasta que se despertaba asustado.
Ese abrumador impulso de batalla que lo dominaba siempre había sido un problema con el que solo podía luchar, pero no encontraba solución.
Desde que olió el aroma de Lin Yuan en el Banquete de Guardia Ye, una figura dulcemente perfumada que podía calmar su impulso de batalla comenzó a aparecer en sus pesadillas.
Esta figura hacía que Zong Ze temiera menos sus pesadillas.