```
Al escuchar a Qiao Xi mencionar que fue envenenada, los ojos de Huang Lilan se llenaron de ferocidad mientras rugía —¡Fuiste tú! ¡Nos envenenaste!
La última vez que Huang Lilan encerró a Qiao Xi en el sótano, ella y Shen Ying fueron repentinamente envenenadas. Sabía claramente que había sido Qiao Xi quien lo hizo, pero no tenía ninguna evidencia. Incluso la gente de la Asociación Médica no pudo encontrar ninguna pista.
¡Esta perra!
—Señora Gu, ¿realmente no entiende cómo la envenené sin dejar rastro? Pronto sabrá lo estúpido que es ser mi enemiga.
—El veneno de esa vez no pudo matarla ya que era solo una pequeña advertencia, pero esta vez... —Las comisuras de la boca de Qiao Xi se curvaron en una sonrisa significativa.
El corazón de Huang Lilan latió con fuerza. Al segundo siguiente, Qiao Xi dijo casualmente —El veneno con el que la envenené esta vez es mucho más poderoso que la última vez. Espero que pueda sobrevivir. De lo contrario, ¿quién jugará conmigo en el futuro?
