En este momento, un joven y una mujer estaban de pie en un rincón del salón de banquetes. Los demás no sabían quiénes eran estas dos personas, pero la familia Tang los conocía muy bien. La sonrisa en la cara de Tang Ruge se desvaneció gradualmente, pero rápidamente recuperó su suave sonrisa al enfrentarse a la cámara.
—En aquel entonces, mis dos primos se fueron de la casa voluntariamente y se negaron a regresar a la familia Tang durante tantos años. Ahora, probablemente se han dado cuenta de cuán buena es la familia Tang y quieren volver. Mamá, aún tengo que subir al escenario más tarde —dijo—. Ve a decirle al Abuelo que no se enoje. Después de todo, mis primos siguen siendo descendientes de la familia Tang.
Al oír las palabras de Tang Ruge, todos parecían entender algo. Resultó que esos dos eran los hijos de los fallecidos Tang Yan y su esposa.
