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El viejo maestro Lu se levantó enojado y se precipitó frente a Gu Zheng con una expresión sombría.
—¡Ah Zheng, aunque tú y Ah Yan sean competidores, también son hermanos! ¿Cómo pudiste usar métodos tan despreciables a nuestras espaldas? ¿Sabes cuánta pérdida has causado a la familia Lu?
Se que odias a la familia Lu, pero queremos compensártelo. Sin embargo, ¡mira lo que has hecho!
El viejo maestro Lu suspiró y ordenó:
—Retira inmediatamente la demanda para que nuestros nuevos perfumes puedan lanzarse a tiempo. Si lo haces, no perseguiré el asunto de las pérdidas de la Corporación Lu.
En opinión de todos, el viejo maestro Lu ya estaba mostrando mucho respeto a Gu Zheng. Mientras Gu Zheng estuviera dispuesto a retirar la demanda, la familia Lu podría fingir que nada había pasado. Si fuera un forastero, la familia Lu no lo dejaría ir tan fácilmente.
