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Lu Yan esperó a que se le pasara la hemorragia nasal. Después de arreglarse, estaba listo para irse. Su mirada se posó en la cara de Song Xia.
La nariz de Song Xia estaba torcida. Como acababa de llorar, su cara estaba roja y extremadamente desagradable.
—¡Inútil! —dijo Lu Yan con disgusto y salió.
La habitación ya estaba cerrada con llave, pero Song Xia todavía logró que Fu Hang escapara ileso.
Era simplemente demasiado inútil.
Lu Yan metió una mano en su bolsillo y salió con la cara fría.
Cuando Lu Yan salió del hotel, el viento frío calaba hasta los huesos.
Ya era invierno.
El clima era igual que su estado de ánimo, desolado y frío.
El lado izquierdo de su cara, que había sido golpeado por Fu Hang, sentía un dolor leve. Recordó todo lo que había sucedido justo ahora. Por primera vez, sintió que era el hazmerreír.
Había sido demasiado descuidado. La actual Shen Yan había sido hipnotizada por Irene, entonces ¿cómo iba a preocuparse por él?
