Zeres le lanzó una mirada amable antes de mirar hacia arriba. Luego sonrió. Una sonrisa triste. —Eso debe doler mucho. Abigail dijo que soy importante para ella, pero... tengo la sensación de que ella me verá siempre solo como un amigo. Y aún así... no puedo rendirme y sigo esperando que algún día, me vea como un hombre y no solo como su amigo —volvió la mirada hacia Eris—. ¿La persona que te gusta ya tiene un amante?
Eris negó con la cabeza. —Todavía no.
—Ya veo... entonces no te rindas. Algún día, esa persona podría mirarte. Y corresponder tus sentimientos —Zeres animó a Eris.
—Yo… espero que sí… —aunque Eris dijo eso, Iryz pensó que su tono de alguna manera no sonaba esperanzador.