Este capítulo está dedicado a @Sacogun. ¡Muchas gracias por el super regalo!
Todo lo que podía oír era su fuerte latido del corazón retumbando contra su oído mientras ella se desplomaba sin fuerzas contra su amplio pecho. Era como si hubiera caído directamente desde los cielos ahora. Solo que no iba a caer de nuevo en la tierra y morir. Estaba volviendo a caer en esos brazos celestiales de él. Y ese sentimiento era tan… no podía explicarlo del todo.
Pero ella sabía que ya estaba al borde de quedarse dormida. Era como si hubiera perdido cada ínfima parte de su fuerza. No… aún no puede dormirse… ¡no debe!
—Duerme. —Escuchó su profunda voz retumbar en sus oídos. Y ella protestó, abriendo los ojos a la fuerza para mirarlo. —Deja de luchar contra ello tú, mujer terca, y simplemente duerme. —Había un matiz de diversión en su voz al decir eso.