Zeres tuvo que salir y verificar una vez más si tenía la dirección correcta, pero realmente era el lugar correcto, así que Zeres entró en la casa de nuevo.
Él buscó en silencio alrededor de la librería antigua y cuando no encontró nada inusual, subió por unas estrechas escaleras que también estaban llenas de libros antiguos de lado a lado, que solo un pequeño espacio del tamaño del ancho de una palma era lo único que quedaba.
Mientras Zeres subía, instantáneamente notó una presencia ahora. Alguien estaba aquí, de hecho, y esa persona estaba arriba. Todavía dudaba de si esa persona era Caliste. Porque todavía no podía sentir ninguna presencia de bruja. Sin embargo, también sabía que quizás, Caliste era una bruja astuta que podía esconderse a plena vista. El hecho de que él se hubiese mezclado tan perfectamente en esta área donde viven humanos era evidencia suficiente. De lo contrario, ¿por qué sería tan difícil de encontrar incluso para alguien como él?
