Kyle miró a su alrededor. —Solo... haciendo algo de turismo. Es mi primera vez aquí. Este lugar es genial. Quiero subir allí —señaló al edificio más alto—. Pero creo que no puedo entrar.
—¿Por qué no escalas simplemente? Eso sería demasiado fácil para ti.
Kyle negó con la cabeza. —No. Se supone que soy un humano ahora mismo. No puedo hacer algo loco y arriesgarme a exponer mi verdadera identidad.
Kelly dio una sonrisa irónica. —Ah, tan obediente. Un príncipe vampiro civilizado, exactamente como el hombre que ella conocía.
—Ese edificio es propiedad de tu hermano, sin embargo —dijo Kelly y como se esperaba, el inocente chico lindo ni siquiera lo sabía.
—¿Mi hermano... Kai?
—No. Ezequiel.
—Oh —fue todo lo que dijo el joven.
—Pero no sé qué está pasando ahora con el imperio que dejó. Se suicidó sin anunciar un heredero —dijo Kelly. Sabía que Ezequiel estaba vivo y coleando en el País V.
—¿Quieres ir? Puedo llevarte allí —se ofreció, pero el joven declinó educadamente.