Los ojos de Abigail se abrieron al pasar un pensamiento por su cabeza. —¿Estaba comenzando a enamorarse de él? ¿Tan pronto? ¿Tan rápido? ¡Apenas era el segundo día!
De repente, Abi se sintió dividida y un poco confundida, pero al final, sacudió la cabeza y decidió que eso no podía ser cierto. Pensó que probablemente estaba muy fascinada, pero seguramente aún no estaba enamorada. Todavía tenía tiempo para descubrir todo y no quería asumir tan temprano, aunque esto la hiciera sentir muy emocionada.
No pudo evitar sentirse abrumada por este sentimiento extranjero, pero no quería pensarlo demasiado. Por ahora, simplemente se concentraría en hacer las cosas de su lista de deseos.
…
Abi dejó la mansión cuando llegó el taxi y se dirigió al orfanato. Los niños de la escuela la recibieron con gusto, como siempre, y disfrutó pasar el día con ellos.
