PUNTO DE VISTA DE ARIANNE
—¿Tag'arkh?
Unos murmullos susurrados se extendieron por el salón mientras todas las cabezas se giraban hacia la puerta. Una figura imponente entró en escena, su presencia dominante e innegable.
Tag'arkh avanzó hacia el gran salón con la confianza de una mujer que sabía exactamente quién era. Se detuvo justo dentro de la entrada, colocando una mano en su cadera y adoptando una pose dramática. Su mirada ardiente barrió la habitación, desafiando a cualquiera lo suficientemente valiente como para sostener su mirada.
Su vestido era una obra maestra—marrón profundo como la tierra rica, acentuado con rayas de naranja ardiente y rojo que parpadeaban como llamas danzantes. Los colores parecían cambiar con sus movimientos, dándole la apariencia de estar envuelta en fuego.
—¿Me extrañaron? —dijo, su voz un ronroneo bajo que resonaba en la habitación.