"Desperté a la mañana siguiente con el sonido de los pájaros cantando y el sol entrando en la cueva. Era muy consciente del cuerpo de Ivan presionando contra el mío y sonreí al recordar todo lo que había sucedido anoche. Sonreí mientras movía mi trasero contra su pene, que estaba encajado contra mi culo.
—Hmm, veo que mi reina está despierta —dice Ivan con su voz más profunda de lo habitual.
—Buenos días, mi rey —respondo con un suspiro satisfecho.
Ivan de repente me dio vuelta sobre mi espalda y yo quedé acostada debajo de él. Solté una risa cuando se inclinó y comenzó a cubrir mi cuerpo de besos, su largo cabello cosquilleándome mientras lo hacía.
—Te amo, te amo, te amo —repetía Ivan mientras me besaba por toda la cara, pero yo agarré su cabeza y estrellé sus labios contra los míos. Gemí de satisfacción cuando su lengua encontró camino a mi boca, provocando la mía antes de reclamarla poseyendo con autoridad.
—Yo también te amo, siempre —susurré jadeando debajo de él.