—Todo quedó mortalmente silencioso ante mi intrusión. Miré la sala del trono con un ligero fruncimiento de ceño en mi cara. ¡Había más gente aquí de la que pensaba! Avancé, un montón de ojos siguiendo cada paso que daba. Iván me miró, una mirada de impotencia cruzando su rostro por un breve momento antes de que su expresión se volviera estoica.
—¿Qué está pasando? —le pregunté cuando subí las escaleras para sentarme en el trono junto a Iván, quien tenía la mano extendida hacia mí.
—Pensé que seguirías durmiendo —comentó Iván, mirándome—. Le ofrecí una sonrisa en respuesta antes de volverme a mirar a las personas que estaban viendo nuestra interacción con miradas que no podía descifrar del todo.
—Bueno, me puse curiosa, quería ver en qué has estado trabajando estas últimas semanas y esta reunión parece ser un poco intensa considerando que los guardaespaldas estaban arriba —dije esto mirando a Madea, quien me ofreció una sonrisa irónica en respuesta.