Lila asintió. Un momento después, Annie apareció en su puerta vistiendo una bata de médico blanca.
—¿Tía?
—Si no te importa, ¿puedo tener algo de tu tiempo? —preguntó Lila.
—No me importa. Mi casa está solo un poco desordenada.
Lila no se inmutó, tampoco actuó con delicadeza al entrar al apartamento y sentarse en un asiento. Luego le dijo a Annie:
—Hoy vine aquí sin que Zeke lo supiera.
—Tía, ¿intentas pedirme que me aleje de los Mos? Puedo irme...
—¿Soy tan mala en tu mente? —preguntó Lila con una risa—. No estoy aquí para echarte o sobornarte con dinero. Tampoco tengo la intención de separarte de Shiloh. Al contrario, en realidad estoy aquí para preguntarte si estarías dispuesta a mudarte al Hyatt Regency.
Annie se sorprendió bastante por lo que escuchó...