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Había una vez, los Nangong tenían una cantidad extraordinaria de poder en Pekín. Desafortunadamente, a menudo se movían entre las áreas grises de la ley. En esa época, una actriz que el Anciano Mo conocía bien terminó siendo implicada y murió como resultado.
Por lo tanto, el Anciano Mo cooperó con la policía para derribar a los Nangong. Entregó algunas pruebas importantes y consiguió que el Anciano Nangong fuera admitido en prisión.
Después de la caída de los Nangong, todo Pekín, incluida la industria del entretenimiento, apenas volvía a mencionar sus nombres. Pero, ahora que Chad había regresado, parecía que este viejo asunto estaba a punto de ser desenterrado de nuevo.
Chad había vuelto para hacer sufrir a los Mo.
Mason no tenía miedo. Después de todo, el Anciano Mo nunca hizo nada malo. Pero, tenía una debilidad: Lila.
Lila pudo ver la preocupación en los ojos de Mason, así que bromeó:
—¿Está asustado el Presidente Mo?
