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Chapter 248 - Eliminatorias (VI)

Fen Huan ha calificado su siguiente combate de "complicado". Cree que puede ganar, pero también perder. Considera a su contrincante menos habilidoso en combate, pero lleva más tiempo en la etapa 3. Puede usar qi de la 4 en momentos puntuales, lo que lo hace peligroso.

Es cierto que es posible detectar cuando se fuerza el qi de la 4. Los meridianos y el dantian no están preparados para que circule por ellos, así que hay que forzarlo. Eso hace su uso más lento y evidente. No obstante, no siempre se puede estar observando al adversario con el suficiente nivel de detalle. Y muchas veces, aunque los sepas, no puedes evitarlo.

A pesar de ello, no duda en empezar el combate atacando. Su rival también es agresivo. Su espada a dos manos colisiona con el arma esta vez unida de Fen Huan.

Lo que sigue es un intercambio de golpes. Resulta espectacular. Ambos enlazan sus movimientos como si fuera una coreografía. Aunque pronto puede verse que Fen Huan tiene ventaja.

Por una parte, su dominio de qi es mayor. Consigue controlar más y más rápido del qi caótico resultado del intercambio de habilidades. Eso le permite un menor gasto de qi. Además de poder ejecutarlas más rápidamente, pudiendo sorprender.

Por otra parte, su técnica es más depurada. Los ataques con su arma y sus movimientos están siempre sincronizados. Sabe dónde y en qué momento atacar, parar o cambiar de objetivo. Continuamente, va avanzando mientras su rival retrocede.

Uno de sus ataques vuelve a ser bloqueado. Pero esta vez, su inmediato movimiento se ve interrumpido. Por alguna razón, el retroceso ha tenido más fuerza de lo normal.

Da un paso atrás. A la vez, divide su arma para bloquear más rápidamente el contrataque de su contrincante. No obstante, se ve una vez más obligada a retroceder, mientras utiliza la otra mitad para intentar desestabilizarlo.

Durante medio minuto, se la ve presionada. Aunque, poco a poco, va recuperando el control. Hasta que consigue hacerse de nuevo con la iniciativa.

Sospecho que su rival ha usado alguna habilidad inesperada. O qi de la etapa 4. Al menos una vez. Sea como sea, mi pelirrosa ha logrado controlar la situación y volverla a su favor.

Su rival defiende sin duda abrumado. Fen Huan a veces ataca con el arma unida y a veces separada. Unida, sus ataques son más potentes, más pesados. Es más contundente y puede añadir más qi. Separadas, son más rápidos y ágiles. Pueden llegar desde ángulos imprevistos.

Lo peor para su rival es que cambia cuando menos lo espera. Impide de esa forma que su oponente coja ritmo. Lo sé perfectamente. Lo ha hecho más de una vez cuando entrenábamos. No tengo ni idea de cómo contrarrestarlo. Puede resultar sofocante.

Fen Huan bloquea un contrataque un tanto desesperado de su rival. Que resulta ser más potente de lo que parecía. La empuja hacia atrás, o más bien ella ayuda impulsándose. Eso hace que los dos tomen un respiro. E impide a su rival ganar la iniciativa con ese ataque. Deber de haber usado qi de la 4. Si no, ella no hubiera renunciado a la ventaja que tenía.

Él parece querer la pausa para descansar unos instantes. Ella le lanza su arma unida. Se abalanza hacia él girando sobre sí misma peligrosamente. Se agacha, esquivándola por un pelo. Y se abalanza hacia ella. Supongo que quiere aprovechar la oportunidad cuando ella se ha quedado desarmada. Claro que Fen Huan no se queda quieta.

Mientras él se agachaba, ella ya estaba en movimiento. Rodeando a su contrincante.

Cuando se levanta, parece confuso por un momento. Parece que la ha perdido de vista. Hasta que la ve y se abalanza hacia ella. Con la espada hacia atrás reuniendo qi. Para lanzar un poderoso ataque cuando esté en posición.

Lo que no espera es que el arma de Fen Huan llegue por detrás. No sé como lo ha hecho, pero ha calculado el momento y la trayectoria. En lugar de volver a donde había salido, el arma ha seguido una trayectoria circular para volver ese preciso lugar. Fen Huan se ha movido para incitar a su adversario a llegar a esa posición.

Mientras mi masoquista parece querer defenderse con las manos desnudas, su arma impacta a su enemigo por detrás.

El resultado es que él cae hacia delante. Su escudo queda por debajo del 10%.

Ella se apresura a recoger su arma, que ha rebotado hacia un lado. Inmediatamente, cambia de dirección hacia su oponente. Que parece aturdido. Debe de haber dolido bastante. Sin el escudo y con el arma original, quizás le habría partido la cabeza en dos.

Lo que sigue apenas se puede llamar combate. Fen Huan ataca sin tregua, aprovechando el momento. Cuando su enemigo logra ejecutar desesperadamente uno de sus ataques más potentes, en lugar de amortiguarlo como antes, ella lo encaja directamente. Ello reduce su escudo, y debe de doler. Pero le permite atacar a un blanco indefenso.

El escudo de Fen Huan queda en un 85%, aproximadamente. El de su rival ha quedado en cero.

–Ganadora, Fen Huan

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–Ha usado varias veces qi de la etapa dos, pero no en los momentos adecuados. ¡Qué desperdicio! Podría haber intentado emboscarme, pero solo lo usaba cuando estaba en las últimas. Por no hablar de que no ha mirado hacia dónde iba mi arma– se queja Fen Huan.

Parece más decepcionada con su rival que feliz por ganar el combate. Digna del apodo "maníaca de los combates".

–No pasa nada. El próximo será mejor– la anima Bei Liu.

–Qué va. El próximo será fácil– suspira. Aunque diría que hay expectación en su voz.

–¿Fácil? Dicen que es un rival que todos temen– se extraña Yan Xiulan. Al parecer, se ha informado.

–Puede que lo sea, pero sus tácticas no son efectivas contra nuestra Huan'er– responde Pen con una sonrisa misteriosa.

Nuestra joyera no se da cuenta, pero Pen se está aguantando la risa. Yo prefiero no mirarla, por miedo a contagiarme. Mis pervertidas quizás podrían entenderlo, pero no parece que sepan mucho del asunto. No importa. Si no hay sorpresas, será un combate fácil.

Tai Feng y Yawen tampoco saben de qué hablamos. Ye Bi ahora mismo no está con nosotros. Está ocupada con una importante misión.

Mientras charlamos, llegamos hasta la cabaña doble de Bei Liu y Bi Lang. Yan Xiulan nos ha acompañado. También Tai Feng y Yawen. Esta última se da cuenta de que hemos llegado. Ni siquiera sabía a dónde íbamos. Estaba distraída hablando con Pen.

–Oh. Bueno, ¿nos vemos mañana?– reacciona Yawen.

–Claro… ¡Ah! ¡Espera! Ya que estás aquí, hay algo que me gustaría que te probaras– pide Bei Liu.

–¿Ahora? ¿No será como la otra vez…?– se muestra algo reacia, y ligeramente sonrojada.

No sé qué fue la otra vez… Aunque viendo la reacción y conociéndolas, lo mínimo lencería fina, muy fina.

–No, no. Aunque, si quieres, también tenemos– ríe Bi Lang –. Pasa, solo será un momento. Que los chicos esperan fuera.

Prácticamente la arrastran. Yawen mira a Tai Feng pidiendo disculpas con la mirada. Pero él sonríe. Ella no se da cuenta, pero la sigue dentro. Y yo también.

–––¡¡Felicidades!!

–¡Ah!– ella exclama.

Se queda con la boca abierta, sin saber cómo reaccionar por unos instantes. Parece que, a pesar de las fiestas que llevamos, no se esperaba una para ella. Mucho menos que supiéramos que era su cumpleaños.

Muchos esclavos no lo saben, pero ella sí. En algún momento en el pasado, había salido en una conversación con otras esclavas. Ni siquiera Tai Feng lo sabía.

–¿Cómo…?– quiere preguntar, anonadada.

–¡Y qué importa! ¡Tenemos una tarta esperando!– exclama Ye Bi desde dentro.

Ha estado haciendo los últimos preparativos. Se ofreció voluntaria.

A Yawen no le queda más remedio que abrazarnos a todos con una enorme sonrisa. Y un profundo beso a Tai Feng.

–¡Eh! ¡Eso no es justo! ¡Qué diferencia de trato!

–¡No vale tener preferencias!

–Tch. Solo porque sea un poco guapo…

–Favoritismo…

Algunas de las chicas se burlan. Otras se ríen. Yawen tiene una enorme sonrisa. Y algunas lágrimas. Aunque más salen cuando llegan algunas invitadas. Aunque sea por unos minutos. Las esclavas no tienen mucho tiempo libre. Ni para el cumpleaños de una amiga.

Se ve obligada a bailar con todos. Pero no se queja lo más mínimo. Su sonrisa no desaparece en ningún momento. Está preciosa. Lo que queda evidente en la mirada embobada de Tai Feng en varias ocasiones. Todos nos burlamos de él. Y ella se sonroja algunas de las veces.

Recibe de regalo una lencería transparente. Las chicas la animan a probársela allí mismo. Por supuesto, no cae en su provocación. Aunque Tai Feng traga saliva cuando la ve. Supongo que se la ha imaginado. Probablemente, más tarde podrá verla en su sitio.

También recibe algunos otros regalos menos provocativos. No son caros, tan solo detalles. Aunque los agradece todos sinceramente, conmovida. Sin duda, es su primera fiesta de cumpleaños.

Aunque, lo que más nos sorprende a todos es uno de los cotilleos que nos cuenta Pen. Su servicio de inteligencia parece bastante seguro de la información. Es decir, los esclavos.

–¿Sabéis aquel del grupo de Huan'er? ¿El que perdió de forma cómica con el que usaba técnicas ridículas de seducción?– empieza preguntando.

–¡Cómo olvidarlo!

–Fue gracioso.

–Fue todo bastante raro.

–¿Qué pasa con él?

–Como olvidar a ese idiota. ¿Pretendía seducirme? Ni siquiera se atrevió a pelear– Fen Huan declara con desdén.

Bueno, supongo que ella lo ve un tanto diferente… Aunque Pen se refería al otro, no al seductor.

–Ese mismo. Algunos de los que lo han observado aseguran que es gay. Pero que es demasiado tímido para atreverse a tomar la iniciativa. Por eso, estaba tan nervioso– explica Pen.

–¡Ah! ¡Eso explicaría su reacción!

–Pobre, me da algo de pena.

–¿Estás segura?

–Espero que esa panda de exaltados no se hayan dado cuenta.

Hay algunos que no admiten que pueda haber homosexuales. Y pueden mostrarse violentos contra estos. Nunca lo he entendido. ¿Desde cuándo es mi problema lo que hagan otros? Mientras no se interpongan en mi camino, que hagan lo que les dé la gana.

–¿Qué más? Vamos, no te quedes a medias. Seguro que no nos lo cuentas solo por eso.

–Je, je. Parece que ese seductor de tres al cuarto se dio cuenta. Fue a visitarlo, y no salió hasta el día siguiente. Por lo que se ve, le van hombres y mujeres. Os podéis imaginar lo que pasó– se muestra Pen divertida.

–¿¡En serio!?

–¿Es… Estás segura?

–Quizás solo sean amigos…

–Je, je. ¡Viva el amor!

–Lo cierto es que se les ha visto más veces juntos. Incluso íntimos, cuando creían que nadie los veía– asegura Pen.

Nos ha sorprendido. Y ha sido el punto de conversación durante unos minutos. Aunque lo hemos olvidado poco después.

También ha comentado que Chun Hua está muy irritable. Algunas han asumido que tiene envidia de sus enemigas declaradas, Bi Lang y Bei Liu. Ellas han subido bastante rápido a 7, y ella aún está en 6. Aunque solo es una suposición. A saber qué problema tiene. No me interesa, mientras no moleste a mis chicas.

También hay noticias sobre Ga Gui. El presuntuoso con el que tuve el combate la otra vez en la zona de entrenamiento. No ha pasado de las preliminares. Y su maestro lo ha encerrado para que entrene. Tai Feng y Yawen lo confirman. Con mofa. No hay duda de que no les cae bien.

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Acompaño a Yan Xiulan a su cabaña. Preguntándole por joyas, consigo que no aparte todo el rato la mirada. Aunque no se atreve a darme la mano hasta el final. Había demasiada gente por el camino.

–Compré esto. ¿Crees que te servirán?– le ofrezco cuando llegamos las gemas que compraron las chicas.

–¡Ah! ¡Gracias! No tenías por qué hacerlo…– se muestra emocionada.

Tener más recursos a precio razonable le permite practicar más. Los recursos que ofrece la secta son limitados, ya que debe repartirlos entre todos los estudiantes. Y comprarlos fuera suele ser caro.

En el pasado, no era algo que le preocupara mucho. No podía permitírselo. Pero ahora, tiene bastante poder adquisitivo. Gracias a la confección de los brazaletes. Así que es natural que quiera practicar más. Además, puede recuperar parte del dinero si vende el resultado. O incluso ganar bastante si es bueno.

–¿Otra vez con eso?– me hago el enfadado, con mis manos en la cintura.

Ella sonríe tímidamente, agradecida. Me abraza y me da un beso en la mejilla. Me suelta toda roja. Se va corriendo a su cabaña. Avergonzada. Apenas logra tartamudear un "gracias" y un "hasta mañana".