Manon llevaba esperando dos horas sentada en el hall principal de la comisaria, eran las cuatro y medía de la mañana, ya le habian tomado declaración sobre lo sucedido, algo que le parecia sumamente exagerado. Por fin apareció el oficial a cargo, un hombre de unos 50 años con una buena barriga y un bigote que le daban un cierto aire bonachon. Sonriendo la llamo desde el mostrador.
—Srta Bacci
Manon se incorporó un tanto asustada, solo esperaba que no le pusiesen ningún impidimento, nunca se sabia con la policia dependía más de su humor que de su sentido de la justicia. Ya le habían explicado que el sistema no distaba mucho del que se manejaba en Italia. Por lo menos aquel que le habia tocado parecia ser bastante empático.
El comisario la miró seriamente, Manon se preguntó donde habia quedado la sonrisa de antes.
—Su hermano saldrá en unos minutos, sin antecedentes es más fácil.—comentó mientras miraba diversos formularios que tenia delante, por lo visto cada uno correspondía a cada detenido.
—Y ¿mi primo?– las palabras fluyeron antes de pudiese evitarlas, no queria dejarlo allí dentro.
—¿Quien es su primo señorita?
—Numa....—dejo caer el nombre esperando y rogando que no le preguntase por su apellido
—Ah si, aqui está– respondió sacudiendo uno de los formularios–Lund, Numa.
—¿Cree que pueda salir ahora?
—Lo veo complicado, el chico tiene antecedentes, es necesario que venga el tutor legal.
—Si oficial, pero es que cuando transcurrió la pelea estaba bajo mi cargo. Yo soy la responsable, esto ha sido por mi culpa.
El comisario la miró durante unos instantes poco convencido.
—¿Hay algo que deba firmar o alguna multa de que deba pagar?– bueno ya lo habia dicho, si lo que buscaba era dinero, el anzuelo estaba echado.
Leon apareció en aquel momento por la puerta. Su aspecto ciertamente era horrible.
Manon se le acercó un poco, la verdad es que le daba un poco de lastima.
—¿Como estás?
—¿Cómo me veo...?—la pregunta del joven tenia una clara respuesta.
—Mal
El joven se encogió de hombros dandole a entender que la pregunta ya estaba contestada desde antes de que la formulase.
El comisario observó la situación. Desapareció unos momentos por una puerta que daba a una oficina para regresar con unos papeles. Le hizo una señal a la joven para que se acercase.
—Firme aquí, su primo saldrá en unos minutos.
La joven le sonrió agradecida.
—Gracias oficial.
Otra puerta se abrió y por ella apareció Lucas. Tenia un mejor aspecto que Leon, ambos se miraron de reojo en silencio, Lucas desvió la mirada y se dirigió hacia la salida. Manon se fue hacia Leon.
—Numa saldrá ahora. Procura llevarlo hasta su casa por favor.—sabia que no era buena idea si lo que queria era juntar a su hermano con el joven, pero lo que si era obvio es que no podía llevarlos en el mismo taxi en aquel momento después de todo lo que habia pasado. Leon le sonrio por unos instantes.
—No te preocupes, de él me ocupo yo.